Nos encontramos en un punto intermedio entre los excesos que hemos cometido entre las vacaciones de Navidad y Semana Santa y la entrada del verano, que es la hora que muchos se fijan para lucir una buena figura en la playa.
Para conseguir estar en buena forma en las próximas semanas solo tenemos que seguir 3 normas básicas:
La primera consiste en realizar 6 comidas diarias. Estamos acostumbrados al: desayuno, almuerzo, comida, merienda y cena. Si aumentamos el número de comidas a 6 aceleraremos nuestro metabolismo un poco, conseguiremos tener un buen aporte extra de energía sostenida y, lo mejor, es que no llegaremos con hambre a la siguiente comida. Recomiendo incluir en una de las comidas un batido de proteínas con Aceite de Coco para compensar el aumento de actividad física que vamos a realizar.
La segunda regla se basa en una tabla de ejercicios fácil y práctica que se puede realizar desde casa:
- 5 minutos de bicicleta elíptica: de esta manera ejercitamos el corazón y nos aseguramos de que haya un buen riego a todos los músculos.
- 45-50 minutos de ejercicios de piernas: trabajar cuádriceps, gemelos, bíceps femoral… Puedes seguir la tabla de ejercicios que recomienda Jaime Brugos en su libro La Isodieta. De esta tabla la más importante es la sentadilla porque trabaja músculos muy grandes y ésta es la condición sine qua non para que el deporte contribuya a la pérdida de peso. Los músculos grandes son los que más glucógeno consumen y, por lo tanto, los que más ayudan a adelgazar.
Esta tabla de ejercicios es fácil y práctica para ponernos en forma, pero si quieres algo más profesional esta tabla se queda corta.
Cuando hacemos ejercicio es muy importante que repongamos líquidos antes, durante y después. Lo conveniente es beber algún líquido con un aporte mineral mayor que el agua aunque ésta también nos sirve. El hecho de beber agua no nos hace engordar y desmitifiquemos el dicho que no se puede beber ni antes, ni durante, ni después del ejercicio porque no es cierto.
Mucha gente cae en el error de pensar que perdemos peso porque sudamos, pero la realidad es que perdemos peso cuando obligamos a nuestro cuerpo a utilizar la grasa acumulada como energía. Al entrenar los músculos favorecemos el agote de las reservas de glucógeno y, si seguimos una dieta baja en carbohidratos, nuestro organismo se ve forzado a crearlo a partir de la grasa acumulada.
En el libro Adelgazar sin Milagros explico, con mayor detenimiento, el motivo por el que no perdemos peso si nos metemos en una sauna, por ejemplo. El mero hecho de sudar nos hace perder el peso del líquido en ese momento, pero si nos pesamos a la mañana siguiente veremos que ese peso se ha vuelto a reponer.
Por eso, la clave del ejercicio está en agotar al músculo y no en sudar. Estos ejercicios están pensados para que el músculo no pueda continuar porque haya agotado el glucógeno que tenía y, por tanto, tenga que generar más utilizando la grasa acumulada. Eso sí, tendremos que parar un poco entre cada serie para ayudar a la recuperación del músculo.
Y por último, pero no menos importante la tercer regla es que uno debe adelgazar y, a la vez, estar nutrido. Ambas cosas deben ir de la mano. Nuestro cuerpo se compone de 3 elementos principales: agua, proteínas y grasas. Para conseguir un buen funcionamiento de nuestras células estos tres elementos no deben faltar. Tanto los aminoácidos que forman las proteínas como los ácidos grasos que forman las grasas son los nutrientes principales de nuestras células. Sin embargo, los carbohidratos pese a proporcionar un gran aporte de energía inmediata, no son esenciales.
Basar nuestra alimentación en alimentos ricos en proteínas y ácidos grasos, y evitar aquellos alimentos ricos en carbohidratos nos permitirá estar bien nutridos mientras perdemos peso.
Os animo a visitar la sección ‘Recetas’ del blog que he ido publicando y, también, os invito a leer el libro Cocinar sin Carbohidratos donde podréis encontrar más de 100 recetas explicadas al detalle para el día a día que os ayudarán a poneros a punto para el verano.