Etiqueta: grasa

Buchones de Rosada

Buchones de Rosada

Buchones de Rosada

Una lectora de mi libro me dijo hace poco que usaba el salvado de trigo fino para rebozar en lugar del pan rallado y que los fritos le salían exactamente igual. Con el objetivo de probar su teoría, me compré un lomo de rosada en el mercado y lo partí en pequeñas tiras (buchones) que luego rebocé con huevo y salvado. El resultado, un plato exquisito, compatible con nuestro plan nutricional para adelgazar, y que nos permite comer de manera diferente sin saltarnos la dieta baja en hidratos de carbono. Aquí os dejo la receta, que lógicamente se puede hacer con cualquier pescado blanco que se preste al rebozado en tiras.

Receta de buchones de rosada

  • Partes: 2-3
  • Dificultad: Fácil
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Deliciosa receta de buchiones de rodasa baja en carbohidratos

Tiempo de Preparación: 10 minutos (más varias horas de reposo de la masa):

  • Dificultad: Baja
  • Valor Nutricional: Muy Bueno
  • Coste: Bajo (20€ por 1Kg de Rosada Preparada, unas 6 raciones)

Ingredientes de esta deliciosa receta de buchones de rosada baja en carbohidratos:

  • 1 Lomo de rosada Limpio hecho tiras (18€)
  • 2 Huevos (0,50€)
  • Salvado de Trigo Fino (1,50€)
  • Aceite de Coco para freír
  • Sal
  • Pimienta

Instrucciones de preparación de esta receta sin carbohidratos:

Pasamos los buchones (tiras) de rosada o cualquier pescado de nuestra elección salpimentados por huevo batido. Se le puede añadir, según gustos, un poco de ajo picado y perejil al huevo. Después se pasan por salvado de trigo fino para rebozarlos. Es importante freír a fuego muy alto para que el rebozado se selle rápido y no se pierda el jugo del pescado. El pescado se cocina muy rápido en aceite hirviendo, así que en cuanto el rebozado empiece a dorarse, lo sacaremos de la sartén y lo pondremos a escurrir en unas hojas de papel de cocina para eliminar el exceso de aceite que haya podido quedarse impregnado en el rebozado. En la foto me han salido más oscuros de lo que realmente estaban.

Un apunte: arriba a la derecha, en la foto, veréis dos salsas. Se trata de Mayonesa de Granada con 0 carbohidratos y Kétchup con 0 Carbohidratos. Para ser sinceros, no saben exactamente igual que la mayonesa y el kétchup tradicionales, pero para nuestro objetivo de adelgazar sin privarnos de experimentar sabores y texturas, son perfectos.

Deshincharse de Golpe

Pez Globo Hinchado

Pez Globo Hinchado

Mientras ando barajando la idea de crear un foro para que todas las preguntas que recibo y sus correspondientes respuestas puedan ser vistas por todo el mundo y  así poder compartir la información de manera más eficiente, hoy me he decidido a publicar una pregunta que recibí ayer y darle respuesta de manera pública, pues creo que es importante para todo el mundo que esté pensando en adelgazar siguiendo el ejemplo que cuento en el libro.

Esta es la consulta que me envió ayer Carmen desde Baleares:

 

Buenos días, quiero compartir mi primera experiencia puesto que solo llevo un dia con la dieta. Pesaba ayer cuando empece 111.5kg y mido 1.52cm , ayer como es habitual pase algo de ansiedad , pero realmente hambre no era, mas bien «mono», pues bien mi sorpresa ha sido que hoy al hacer mi primer control la bascula marca una y otra vez(me pese tres veces por la duda) 105.6kg , he perdido en un solo dia 5 kg? es eso posible? mi índice de agua es ayer 38,8 y hoy 39,4 y mi grasa corporal ayer era de 46,7 y hoy 45,9 ,el musculo ayer 28,3 y hoy 28,5 .

Yo no me puedo creer que se puedan ver estos cambios tan brutales…. si asi fuera bienvenido sea… pero realmente tengo la duda de que algo no hago bien ,por favor ,¿podría alguien mirar los datos enviados y orientarme?. Muchisimas gracias y espero su respuesta.

Bien Carmen, ante todo gracias por leer el libro y ánimo en la consecución de tus objetivos. Estoy convencido que podrás alcanzarlos poniendo un poco de esfuerzo en ello. Para empezar, quiero decirte que es posible ver fluctuaciones muy importantes de peso en la báscula de un día para otro pero que la mayor parte de esa fluctuación se debe sin duda alguna al líquido. Como recordarás del libro, en torno al 65% de nuestro cuerpo es agua retenida dentro de nuestras células y por lo tanto, una alteración importante de la cantidad de agua que almacenan nuestras células produce un cambio drástico de peso.

Dicho esto, si seguiste los consejos del libro con detenimiento, estoy convencido de que también has perdido una cantidad considerable de grasa. El organismo sólo puede perder y sólo puede ganar una cantidad específica de grasa por día, que oscila entre los 250 y los 500 gramos. Simplemente no es posible perder ni ganar más grasa en un día. De hecho, la mayoría de las personas están más cerca de los 250 gramos que de los 500. Ahora bien, también es cierto que cuando estamos gordos no todo lo que tenemos acumulado es grasa.

Además de la sudoración excesiva, hay dos motivos principales que producen la pérdida de líquido en el cuerpo. Por un lado, agotar los depósitos de glucógeno muscular y por otro lado cambiar significativamente la relación sodio-potasio del organismo. Lo primero se consigue con la dieta eliminando los carbohidratos del plan nutricional, algo que seguro que has hecho ya. Lo segundo reduciendo de golpe (o incluso eliminando) el consumo de sal, algo que intuyo que también has hecho.

Ahora bien, incluso si has perdido algo de grasa y te has liberado de una parte del agua que tenías almacenada, existe otro factor que no cuadra en esta ecuación. Es el de los valores de medición de tu báscula, según los cuales, el segundo día tienes mayor porcentaje de agua que el primer día. ¿A qué podemos achacar esto? Bien, me atrevo a aventurar que la báscula que utilizas sólo tiene sensores en los pies. Algunas básculas avanzadas como la Omron BF511 que yo utilizo tienen sensores en los pies y en las manos. Pues bien, las que sólo tienen sensores en los pies tienen un talón de Aquiles que teniendo en cuenta tu peso y estatura probablemente sea lo que haga que las mediciones no sean correctas, por lo menos en cuanto a la composición corporal.

Estas básculas funcionan mandando una señal eléctrica de baja intensidad (ni siquiera la notamos) por una pierna y leyendo los datos que llegan a la otra pierna tras recorrer el cuerpo. Están diseñadas para medir el recorrido en función de la altura de cada persona, que seguramente habrás introducido. Ahora bien, cuando uno tiene un exceso de grasa acumulada, las piernas las suele tener pegadas desde casi las rodillas hasta la zona pélvica, por lo que la electricidad toma un atajo para pasar de una pierna a la otra y no hace el recorrido completo. Esto provoca que los valores de la lectura no sean correctos.

Para solucionar este problema, lo único que debes hacer es introducir un aislante entre una pierna y la otra cuando te subas a la báscula, como por ejemplo un trozo de cartón. Con esto conseguirás que la electricidad haga su recorrido completo y las mediciones sean correctas. También debes tener en cuenta que no todas las básculas son igual de precisas. La Omron que yo utilizo y muchas de la marca Tanita tienen certificado de dispositivo médico, lo que significa que los valores de sus mediciones son muy certeros, mientras que otras básculas son menos fiables. En cualquier caso, te aconsejo que utilices desde mañana mismo un cartón hasta que pierdas el suficiente peso y las piernas no te peguen y tomes esa medición como correcta a partir de ahora.

Por lo demás, ¡Enhorabuena! Esos kilos que te has quitado de encima en este primer día, incluso si alguno vuelve hoy, son un inicio perfecto pues te han permitido deshincharte y por lo tanto estoy convencido que hoy mismo ya te sientes mejor que ayer. Pronto verás que adelgazar de manera sana y rápida, como explico en el libro, es un proceso natural, que no requiere excesivo esfuerzo y en el que lejos de pasar hambre, comerás como nunca has comido antes, ganando vitalidad y perdiendo kilos a un ritmo de vértigo.

Espero que nos tengas al tanto de tus progresos y que pronto estés viendo los dos dígitos en la báscula. Tienes un largo camino por delante, pero como comprobarás, es mucho más fácil, rápido y seguro de lo que nunca habrías sospechado. Mucho ánimo y no olvides, además del peso, realizar mediciones de las partes del cuerpo que sugiero en el libro para comprobar de primera mano tu evolución y llevar un seguimiento constante.

Saludos,

Carlos Abehsera

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Y ahora a deshincharnos

Barriga Hinchada

Barriga Hinchada

Se van acabando las fiestas y salvo rezagados, la mayoría ya hemos pasado la fase de los excesos navideños. Las malas noticias son que probablemente la mayoría de las personas tengan algunos kilos de más fruto de los caprichos del paladar en las fiestas navideñas. La buena noticia es que a los kilos les pasa como al dinero: kilos que fácil vienen, fácil se van. O sea, que no es difícil adelgazar en estas circunstancias.

Es más que probable que al subirse al peso hoy o mañana por la mañana, mucha gente se encuentre con que ha ganado unos cuantos kilos en estos 10 o 15 días que llevamos de celebraciones. Lo cierto es que si seguisteis mi consejo y en lugar de una báscula tradicional utilizáis un analizador de masa corporal, podréis comprobar con satisfacción que la cantidad de grasa acumulada no ha subido tanto como los kilos que hemos engordado, y por lo tanto adelgazar para recuperar nuestro peso no será una tarea especialmente complicada.

Del mismo modo que sólo se puede perder una cantidad diaria de grasa al adelgazar, sólo se puede ganar una cantidad similar de grasa al engordar. Es materialmente imposible, por ejemplo, engordar 3 o 4 kilos de grasa en 3 o 4 días, al igual que tampoco se pueden adelgazar esos 3 o 4 kilos de grasa en 3 o 4 días. Se pueden ganar 3 o 4 kilos de masa corporal, pero no de grasa, y por lo tanto también se pueden perder.

En estas fiestas tomamos una cantidad importante de sal y de azúcar. Si venimos de seguir dietas pobres en hidratos de carbono -como yo recomiendo en mi libro-, el aporte de azúcar en estos días habrá tenido un efecto inmediato en nuestro organismo: nos hará hecho retener una cantidad importante de líquido que ha aumentado nuestra masa corporal. Como explico en el libro Adelgazar sin Milagros, el cuerpo humano tiene una capacidad muy reducida de almacenar azúcar (glucosa). Puede almacenar glucógeno en pequeñas cantidades en el hígado y en los músculos, pero el peaje a pagar es alto: por cada gramo de glucógeno almacenado, el cuerpo tiene que almacenar 3 gramos adicionales de agua. Lógicamente, esto nos hace coger peso y tener sensación de hinchazón en nuestros músculos.

Por su parte, la sal juega un papel importante también en la retención de líquidos. El exceso de sal produce un desequilibrio en la relación Sodio-Potasio a nivel celular, cuyo resultado inmediato es que nuestras células acumulan más agua en su interior debido a la osmosis que se produce en la membrana celular, de modo que nos hinchamos. Esto es imposible de detectar con un peso normal, pero con un analizador de masa corporal es bastante obvio: crecen los kilos pero no aumenta la grasa significativamente.

De manera que para adelgazar estos kilos de más el objetivo principal debe ser deshincharnos. En el libro, además de las pautas nutricionales que yo seguí, pongo un ejemplo de menú que se puede seguir durante un par de días para perder todo este líquido acumulado en exceso y que a cualquier persona le debe funcionar. De modo que no dudes en utilizar este menú un par de días o tres para adelgazar esos kilos que te has echado encima en estas fiestas y conforme lo consigas, vuelve a tu plan nutricional óptimo que te ayude a adelgazar de manera sana, rápida y permanente como explico en el libro.

Feliz y Sano 2014

Y dale con la grasa y el Colesterol…

Nutricionista

Nutricionista

Ayer por la mañana hablaba con una nutricionista y no daba crédito a lo que me contaba. Tanto es así que el programa de radio Sano y Nutritivo del próximo lunes 11 se lo voy a dedicar a este tema. Esta chica -título de nutrición en mano- me relataba que en los últimos meses estaba trabajando para una conocida marca de margarina promocionando su producto porque bajaba el colesterol un 10% de media. Como es lógico, le pregunté porqué querría el consumidor medio bajar un 10% su nivel de colesterol en sangre y -muy indignada ella- me dijo que para reducir el riesgo de infarto. ¿Perdón? «¿Es que acaso no sabe que el colesterol produce infartos?»

Es lamentable que el mensaje equivocado llegue a la población, pero lo es mucho más que los profesionales del sector repitan las mismas mentiras que los fabricantes de alimentos nos han contado desde hace años. Si hay algún responsable del crecimiento de los infartos en nuestra sociedad, ese es sin duda el fabricante de alimentos, y con especial mención a los fabricantes de margarina. Para que quede claro, durante muchos años y hasta hace bastante poco, la margarina era una grasa vegetal hidrogenada, una grasa trans, altamente perjudicial para nuestro sistema cardiovascular. Conforme la gente trató de adelgazar huyendo de las grasas saturadas como la mantequilla y abrazando las grasas hidrogenadas como la margarina, los casos de accidentes cardiovasculares se multiplicaron exponencialmente.

A esta chica -insisto, título de nutrición en mano- le pregunté si sabía lo que era el colesterol y me contestó, ni corta ni perezosa, que las partículas que se depositan en nuestros vasos sanguíneos y producen infartos. Creo que mi hijo de 13 años sabe más acerca del colesterol que esta titulada. El colesterol es una grasa que forma parte de nuestra estructura. Se encuentra en la membrana celular de nuestras células, es clave en todo tipo de procesos y es vital, en el sentido estricto de la palabra: sin colesterol nos morimos. Adelgazar no tiene nada que ver con reducir niveles de colesterol en sangre y aprovecho para decir que el colesterol en sangre representa un porcentaje ridículamente pequeño y no significativo del colesterol total que tenemos en nuestro cuerpo.

Como relato con detalle en el libro, para perder peso adelgazando, o sea, perdiendo grasa acumulada, es fundamental ingerir grasa y mantener nuestro organismo bien nutrido. Las grasas que debemos evitar son las grasas hidrogenadas (grasas trans) y no las saturadas ni las insaturadas. Estas dos últimas son necesarias para el correcto funcionamiento del organismo. No se deje engañar por los mitos, si usted come grasa saturada, esta no se depositará en sus arterias ni le provocará ningún problema de salud y desde luego no evitará que adelgaze. Al contrario y como anécdota, le diré que los coágulos que se forman en los vasos están formados mayoritariamente por grasa insaturada, sin que esto quiera decir que si ingiere grasa insaturada esta se instalará en su sistema cardiovascular. No hay tal relación causa-efecto como ingerir grasa y formar coágulos en los vasos. Mucho menos entre ingerir grasa y acumular grasa.

Cuando diseñe su plan nutricional para adelgazar de manera sana, la grasa será una parte indispensable de su rutina alimenticia y por lo tanto no debe intentar perder peso eliminando la grasa de su dieta. Al igual que con las proteínas y los hidratos de carbono, lo que debe hacer es vigilar las cantidades que ingiere para controlar lo que ocurre en su cuerpo, pero le anticipo que reducir artificialmente sus niveles de colesterol y/o suprimir las grasas de su dieta es una muy mala idea para su salud. ¿No me cree? Aquí le dejo unos cuantos datos para que usted decida:

  • El 75% de las personas que sufren un infarto tienen el colesterol bajo
  • El 72% de los norteamericanos que sufren su primer infarto tienen niveles bajos de colesterol (por debajo de 100)
  • El riesgo de infarto es 10 veces superior con niveles muy bajos de colesterol
  • Las poblaciones que más grasa saturada comen son las que menos enfermedades cardiovasculares sufren
  • Los análisis de sangre que miden su colesterol no son exactos. De hecho, el colesterol LDL ni siquiera se mide durante el análisis, sino que se estima a partir de una fórmula que aunque por lo general es aproximada, en sujetos con dietas especiales no se aproxima a la realidad. De hecho, lo que miden sus análisis son las lipoproteínas (HDL y LDL) en las que se transporta el colesterol hacia y desde los órganos y no las moléculas de colesterol en sí.
  • No hay correlación exacta entre el colesterol ingerido y el colesterol en sangre, salvo que sea usted un conejo. En los omnívoros y carnívoros, el organismo ajusta la producción de colesterol en función del que se ingiere para mantenerlo en los niveles que requiere.
  • La mayoría de estudios que demonizan las grasas saturadas están realizados con grasas hidrogenadas y sus datos no tienen validez real alguna a efectos de relacionar la grasa saturada con las enfermedades cardiovasculares.
  • Las poblaciones con mayor reducción en la ingesta de grasa saturada en los últimos años (como EEUU) han visto como crecen los casos de infartos y accidentes cardiovasculares. Las poblaciones en las que la ingesta de grasa saturada ha subido (como Francia, España o Suiza) han visto como decrecen dichos casos.
  • El ensayo clínico del primer fármaco que reducía el colesterol, el Clofibrate, tuvo que suspenderse a mitad de camino porque había producido la muerte al 47% de los sujetos que lo estaban usando para reducir sus niveles de colesterol.
  • Los únicos beneficiado de que usted baje artificialmente sus niveles de colesterol en sangre son los fabricantes de alimentos y las grandes farmacéuticas que le venden productos para que usted reduzca dichos niveles.

Usted puede hacer lo que quiera, pero yo a la tostada le voy a poner mantequilla y no margarina y desde luego no voy a consumir ningún alimento que reduzca mi colesterol porque ya se encargará mi cuerpo él solito de reducir su producción conforme envejezca y me aproxime a la muerte.

La Lista de la Compra para Adelgazar

Carro de la Compra para adelgazar

Carro de la Compra

Muchas de las preguntas que recibo son referentes a qué es lo que «se puede comer» y qué es lo que «no se puede comer» cuando seguimos una rutina nutricional destinada a perder peso, a adelgazar. En el libro explico que para adelgazar se trata de controlar lo que se come en cada momento para entender como va a reaccionar nuestro cuerpo más que de elaborar una lista de alimentos permitidos y otra de alimentos prohibidos. Yo personalmente me prohíbo a mi mismo los carbohidratos refinados, entre otras cosas porque creo que afectan negativamente a mi salud, y no contribuyen en mantener a raya mis reservas de grasa, pero la forma de elegir lo que como y lo que no va más allá de eliminar o reducir carbohidratos para adelgazar.

Como explico en el primer capítulo, titulado «¿Qué Comemos?», desafortunadamente lo que creemos que ingerimos y lo que realmente ingerimos son dos cosas bien distintas. Jamón York a base de restos de pollo y patata, «gelatina» de postre sin gelatina, productos «sin azúcar» altamente ricos en azúcar, productos «light» (ligeros en inglés) absolutamente pesados y dañinos para el organismo…. la lista es casi interminable y esto, además de influir en nuestro proceso para adelgazar, nos afecta de manera directa a la salud.

Al final, la única manera cierta de saber qué es lo que nos metemos en la boca es examinar con cierto detenimiento las etiquetas de los productos, comprobar sus ingredientes y sus valores nutricionales. Para las dietas cetogénicas orientadas a la pérdida de peso, lógicamente iremos buscando alimentos bajos en hidratos de carbono, pero no debe ser este nuestro único fin. Aunque la meta sea adelgazar, también debemos aprender a identificar la calidad de las proteínas y las grasas que ingerimos. Esto no es un proceso rápido ni sencillo, pero creo que hoy he dado con una solución que puedo compartir para los que quieran iniciarse en esto.

La idea es sencilla. En lugar de tratar de mirar todos los productos del supermercado uno a uno, se trata de centrarse en uno o dos productos en cada visita y de este modo ir confeccionando el carro de la compra que nos ayude a conseguir nuestro objetivo de eliminar la grasa. Antes comprábamos por afinidad a una marca y esta afinidad era el reflejo de nuestros gustos personales por un motivo u otro. Ahora debemos ser fieles a las marcas que contribuyan a mejorar nuestra salud e ir aprendiendo poco a poco qué marca ofrece el producto más adecuado a nuestros intereses. Yo nunca he sido de comprar marcas blancas, pero debo admitir sin reparo que de un tiempo a esta parte no tengo problema alguno en seleccionar un alimento de marca blanca si sus ingredientes y/o sus valores nutricionales me resultan mejores que las de una marca de las de teórica calidad o más apropiados para cumplir mis objetivos de peso. Me he llevado, por ejemplo, gratas sorpresas sobre todo con algunos productos de Carrefour.

De modo que cuidado al llenar el carro de la compra, no vaya ser que le den a uno pollo y patata por jamón en lugar de gato por liebre. Adelgazar es importante pero vigilar la calidad de lo que comemos también. No merece la pena perder peso si nos dejamos la salud en el camino.

Lo Barato sale Caro

Cosecha de Soja

Cosecha de Soja

Una de las cosas que con más fuerza creo que denuncio en mi libro Adelgazar sin Milagros es el uso indiscriminado de ciertos alimentos en la comida procesada. En concreto, cuatro de los alimentos más baratos de producir a nivel mundial se pueden encontrar juntos o por separado en la lista de ingredientes de la mayoría de los alimentos procesados que existen en un supermercado. Estos alimentos son la patata, el azúcar, el maíz y la soja, y ninguno de ellos le ayudará a adelgazar.

No creo que descubra nada nuevo si digo que la patata, el azúcar y el maíz, desde un punto de vista nutricional, no aportan nada de interés a nuestro organismo que no podamos obtener de una forma menos dañina para nuestro cuerpo. Todos sabemos que son alimentos que debemos evitar por diversos motivos que desgloso en el libro. Sin embargo, el gran tapado de entre estos cuatro alimentos es la soja, quizás por tratarse de una legumbre, que como todos sabemos gozan de buena reputación.

La soja está de moda, es indudable, y no me refiero a la salsa de soja que acompaña al sushi o a los platos asiáticos -que también-, sino a la soja en todas sus modalidades: como vegetal, como leche, como complemento nutricional, como tofu, miso o cualquier otro preparado. En efecto, la soja es una legumbre rica en proteínas, rica en grasa y moderada en hidratos de carbono (tiene 31 gramos de proteína, 18 gramos de grasa y 34 gramos de hidratos de carbono por cada 100 gramos de grano). Hasta aquí cualquiera diría que son buenas noticias… pero créame, no son tan buenas como parece.

No quiero profundizar mucho en el tema de las alergias, las sustancias nocivas y demás temas negativos para la salud asociados a la soja, ni hacer demasiado hincapié en que la mayoría de la soja (igual que el maíz) es transgénica y ha sido modificada por los mismos angelitos que desarrollaron productos tan interesantes para el ser humano como el DDT, que le recuerdo que también era «inocuo» cuando salió al mercado. Lo que realmente quiero divulgar es que no se puede comparar la proteína de la soja con la proteína de otros alimentos. Tan sencillo como eso.

Lo bueno de la soja -lo único bueno realmente- es que es muy barata, pero como usted ya sabe, lo barato casi siempre sale caro al final. Cuando le hablen de las proteínas de la soja, no deje de preguntar por su valor NPU (Net Protein Utilization) a quien le quiera vender la burra de los beneficios de esta legumbre. Este parámetro nos indica el porcentaje neto de utilidad de la proteína en el alimento. La soja tiene un NPU de 61%, y yo personalmente creo que es menor en realidad después de tantas modificaciones genéticas, y los alimentos con los cuales se la compara alegremente como el huevo, la leche y el suero de la leche tienen un NPU de 94, 82 y 100 respectivamente.

También existen otros índices para medir la calidad y biodisponibilidad de la proteína en los alimentos y en todos y cada uno de ellos la soja sale absolutamente desfavorecida. Digamos, por ser un poco elegantes, que su calidad es bastante moderada. Es por su economía, y no por ningún fin altruista o pensando en su salud, que los fabricantes de alimentos procesados incluyen soja en sus productos cuando los porcentajes de proteína resultantes están por debajo de los mínimos establecidos por la ley para denominarlos de algún modo. Así que aunque le vendan todo tipo de palabras biensonantes del tipo «isoflavonas de soja», «enriquecido con soja» o «con proteínas de soja», no se deje engañar. Si le ponen soja a un producto cárnico o lácteo es, sencillamente, porque su porcentaje de proteína natural es demasiado bajo para sea legal llamarlo carne o lácteo, y tienen que aumentarlo. Para ellos es barato usar soja. Para su salud, tremendamente caro.

Si está siguiendo un plan nutricional para bajar de peso basado en la proteína y en la grasa, igual que hice yo, no se deje engañar y apueste por la proteína de calidad. La soja, en mi opinión, no es parte de ese grupo.

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Paciencia y Eficiencia para adelgazar

Rodando en Montablanco (Huelva)

Rodando en Montablanco (Huelva)

Mañana se cumplirá una semana desde que se publicó el libro y apareció en Amazon. En esta semana he recibido bastantes llamadas de amigos que se han decidido a comenzar una rutina nutricional que les permita perder peso y mejorar su salud. Todos y cada uno de ellos me han contado los kilos que llevaban perdidos en sólo una semana y habiendo empezado algunos incluso antes de acabarse el libro. Unas noticias que sin duda me llenan de alegría al comprobar que he sido capaz de explicarme lo suficientemente bien como para que los demás puedan replicar lo mismo que yo hice.

El caso de esta mañana es sorprendente. Me llama un buen amigo preocupado porque cree que no pierde el suficiente peso. Empezó el lunes, así que esta mañana, jueves, llevaba 3 días completos. ¡Ha perdido 1,9 Kg y me dice que cree que no es suficiente! La alimentación y el metabolismo juegan la baza más importante en la lucha contra el sobrepeso, pero no se pueden pedir milagros. 1,9 Kg en 3 días, de mantenerse el ritmo (algo absolutamente imposible) es 0,65Kg al día de pérdida, lo que en un mes supondría 19,5Kg de pérdida de peso.

El cuerpo humano sólo puede deshacerse de una parte de la grasa que tenemos acumulada por día, y esa grasa oscila entre 150 y 300 gramos, en función de la actividad física y la cantidad de ingestas. Pretender perder más de medio kilo al día es poco realista. Cuando yo perdí 35 kilos en 4 meses lo hice a un ritmo medio de 290 gramos diarios entre grasa, agua y cualquier otro tejido, y es francamente complicado perder más de ese peso de media diaria. Como recordará del libro, en los cuatro meses tan sólo hice una excepción a mi rutina nutricional. El resto de días me mantuve firme en mi objetivo.

Por eso quiero recordaros a todos que hay que tener paciencia y demostrar la eficiencia a diario. La eficiencia del plan es tan alta que se puede medir a diario, sin tener que esperar días o semanas para ver resultados, pero el cambio diario no puede ser superior a esas cifras que he dado. El último día que estuve corriendo en moto, el mes pasado, en el circuito de Monteblanco en Huelva, mi cambio de peso después del entrenamiento fue de -2,5Kg, pero como es lógico, la mayor parte de esa pérdida correspondía a agua y minerales. De hecho, perdí tantos minerales que pasé una noche terrible de calambres musculares porque cometí la torpeza de no tomarme una fórmula reconstituyente con las prisas por recoger y volver a casa cuanto antes.

Lo dicho, tenemos que marcarnos objetivos razonables de entre 200 y 400 gramos diarios totales de pérdida, tratando que la mayor parte de la pérdida sea grasa y no pretender adelgazar en unos pocos días el peso que llevamos años acumulando.

La Nutrición en Harvard

Logo de la Universidad de Harvard

Logo de la Universidad de Harvard

Ayer aparecía la noticia en El Mundo que el eminente cardiólogo especialista en Nutrición y codirector del programa de Epidemiología Cardiovascular de la Universidad de Harvard, Dariush Mozaffaria estaba en España para participar en el Congreso Internacional de Nutrición que acaba de terminar en Granada. Como no leo la prensa por principios, debo agradecer a Daniel Rivera Codina que se acordase de mí  y me mandase el enlace 🙂

Le presentan en el artículo como enemigo acérrimo de los Carbohidratos y cereales refinados. Y es un cardiólogo más que se une a la defensa de las grasas y el ataque a los hidratos de carbono. Son ya muchos los cardiólogos, sobre todo fuera de nuestro país, que han dejado de recomendar suprimir la ingesta de grasa. Al contrario, han empezado a recomendar a sus pacientes que tomen grasas saludables.

También en nuestro país, sobre todo en el norte, conozco ya a varios cardiólogos que recomiendan abiertamente el consumo de aceite de coco, una grasa saturada que ha sido erróneamente etiquetada como poco saludable cuando en realidad le ocurre todo lo contrario, es altamente beneficiosa para el organismo.

Uno de los conceptos de los que hablo en el libro y en sus anexos es el de la demonización injustificada de las grasas y el colesterol. En mi caso, es precisamente cuando comienzo a ingerir grasas de manera habitual y elimino de mi dieta los hidratos de carbono cuando mi salud cambia radicalmente -como puede ver revisando mis analíticas. Sin embargo, sigo encontrándome en cada esquina a profesionales de la salud que se han quedado anclados en conceptos igual de erróneos que antiguos.

Si quiere adelgazar de manera sana, debe limitar la ingesta de carbohidratos y controlar las cantidades de proteínas y grasas que toma en cada ocasión. Incluso si no quiere perder peso, los beneficios de seguir una dieta baja en hidratos de carbono son enormes para la salud. El proceso de pérdida de grasa y la mejora de su salud comienza de este modo. Si no me quiere creer a mí, crea a este señor, que supongo que no tendrá ese cargo en Harvard por casualidad.