Si ya has leído mi libro Adelgazar sin Milagros sabrás que soy contrario a la idea de adelgazar usando el deporte. El deporte tiene una importancia crucial en nuestras vidas y debemos practicarlo a diario, eliminando el sedentarismo, pero no es la herramienta adecuada para adelgazar. Muchas personas relatan como han adelgazado corriendo o haciendo bicicleta durante interminables horas, pero todos los estudios demuestran que la práctica de ejercicio cardiovascular disminuye nuestro peso a base de consumir nuestra masa muscular, no nuestra grasa. Adelgazar es, en esencia, perder la grasa que tenemos acumulada y esto es algo que debemos conseguir cambiando la forma en que nos alimentamos para obligar a nuestro cuerpo a quemar nuestros depósitos de grasa. Intentar adelgazar usando únicamente el deporte es una misión casi imposible, en especial si lo intentamos como está de moda ahora, a base de interminables sesiones de ejercicio cardiovascular.
Hoy quiero repasar la técnica que utilizan muchas personas, y en especial muchas mujeres, para adelgazar, y subrayar algunos motivos por los que no funciona. Ojo, no digo que las personas que intentan adelgazar así no pierdan peso, digo que pierden más masa muscular que masa grasa, y esto es algo que debilita su salud y les impide adelgazar. Como explico en el libro, a menor masa muscular más facilidad para incrementar la grasa corporal y metabolismo más lento. De hecho, la prueba es que muchas mujeres consiguen perder peso a base de correr en la cinta o pedalear en la bicicleta, pero su celulitis no disminuye o incluso en muchos casos aumenta.
Esto es debido a que deciden tratar de adelgazar siguiendo dos principios erróneos: 1) reducir la ingesta de grasa y 2) salir todos los días a correr o a hacer cualquier ejercicio cardiovascular en el gimnasio durante 45 minutos, una hora o más. Muchos habréis escuchado el mito que dice que se empieza a quemar grasa después de 25 minutos de practicar deporte de manera continuada. Nada más alejado de la realidad. Si la dieta es la adecuada, se puede adelgazar antes de hacer deporte, durante toda la sesión de entrenamiento que hagamos y durante horas después del entreno.
Para colmo de males, y este es el motivo principal de escribir este artículo hoy, muchas personas acompañan su entrenamiento con su bebida deportiva favorita. Es cierto que durante la práctica deportiva sudamos y que perdemos una serie de micronutrientes que son fundamentales para nuestros músculos y debemos reponerlos. En esta categoría tenemos sobre todo minerales como el potasio o el magnesio. Ahora bien, ¿alguien se ha leído una etiqueta de valores nutricionales de una bebida deportiva?
La mayoría de las bebidas deportivas que se venden en las grandes superficies son, principalmente, agua con azúcar. Quien no me crea que mire los valores nutricionales de estas bebidas. Por ejemplo, una botella de Isostar contiene 34 gramos de azúcar, más o menos lo mismo que una lata de Coca Cola. En concreto sus tres primeros ingredientes son agua, sacarosa y jarabe de glucosa. La teoría del fabricante es que esos hidratos de carbono nos proporcionan energía adicional para el deporte… si somos capaces de no beber más de 150 ml cada 15 minutos, que es lo que recomiendan en el envase. Pero la mayoría de nosotros bebemos mucho más que eso, sobre todo en verano. ¿Qué ocurre cuando bebemos más de lo que nuestro cuerpo puede utilizar como energía inmediata? Pues lo de siempre: sube la glucosa en sangre, se dispara la secreción de insulina, y se acaba almacenando el exceso de glucosa como grasa. Justo lo contrario a lo que queríamos conseguir, que era adelgazar.
Pero el caso del Isostar no es el único. El Powerade ION4, una de las bebidas más populares, contiene en su versión líquida casi 38 gramos de azúcar en una botella de 500 ml, que la mayoría de las personas se sopla en su entrenamiento. De hecho, su versión en polvo es justo lo contrario de lo que necesitamos para adelgazar. En 100 gramos de polvo Powerade ION4 hay exactamente 92 gramos de azúcar. Vamos, que Coca Cola nos vende azúcar con minerales básicos a precio de oro porque lo mete en un bote muy bonito de vistosos colores y le pone un nombre atrayente. He visto a muchas personas en el gimnasio hacerse su propio preparado, añadiendo más y más cucharadas de Powerade o Isostar a su botella de agua, y desafortunadamente no eran conscientes de que le estaban añadiendo, básicamente, azúcar al agua a precio de oro.
No voy a poner en duda la utilidad de añadir algo de carbohidratos a la dieta antes de entrenar o incluso después, si se pretende hacer una recarga, pero desde luego tengo claro que los carbohidratos no deben ser de absorción rápida y mucho menos en forma de azúcar. Lo cierto es que estas mismas personas que toman su Isostar en muchos casos han precedido el entrenamiento con un gran plato de pasta y así lo único que consiguen es generar picos de glucosa e insulina en la sangre que no son adecuados si queremos adelgazar.
Mi consejo: la bebida universal, el agua, te aporta la hidratación que necesitas antes, durante y después del entrenamiento sin impedirte adelgazar. Los electrolitos que necesitas reponer los puedes conseguir de ciertos vegetales o en cualquier preparado multimineral. Si necesitas un aporte extra de minerales, puedes comprar por ejemplo un bote de magnesio en polvo por menos de 10€ y te durará semanas usando un poco cada día.