La hidratación de nuestro cuerpo es un tema de capital importancia todo el año, pero en verano debemos prestar más atención todavía a este tema. Para mis lectores del hemisferio norte, que se encuentran como yo en pleno verano, quiero recordar algunos conceptos importantes que van de la mano de una correcta nutrición.
Los macronutrientes que necesitamos -la proteína y la grasa- son fáciles de controlar en la dieta. Sin embargo, los micronutrientes y el agua son más difíciles de controlar dado que su cantidad en nuestra dieta es muy variable. Es cierto que podemos controlar la cantidad de agua que bebemos, pero no hay que olvidar que una gran parte del agua que ingerimos a diario forma parte de los propios alimentos que consumimos. Por su parte, las vitaminas y los minerales nos llegan en cantidades muy cambiantes en los alimentos, por lo que siempre recomiendo el uso de un multivitamínico multimineral a diario que garantice que al menos tenemos cubierto el 100% de nuestras necesidades básicas diarias.
En verano la sudoración aumenta y lógicamente nuestras necesidades de agua aumentan también. Pero con la sudoración no solo perdemos agua, sino que también perdemos electrolitos formados a partir de los minerales más importantes en nuestro tejido muscular y nervioso. Cuando faltan los electrolitos, se produce el fallo muscular (y nervioso), que se manifiesta como tirones, calambres, y/o contracciones no deseadas. Por ello, y especialmente cuando realizamos deporte, el aporte de agua no es suficiente para mantener una correcta hidratación, y mucho menos en verano. Los minerales deben ser forzosamente parte de nuestra dieta, y en cantidades superiores a lo normal.
Tomar un par de pastillas del multivitamínico multimineral que yo tomo habitualmente me garantiza el 200% de la CDR de vitaminas y minerales, pero ni aún así es suficiente cuando, como ha ocurrido este sábado, practico deporte con intensidad en el calor del desierto de Almería. Afortunadamente, traía la lección aprendida del año pasado y este año no he tenido problemas, de modo que quiero contar las medidas que he tomado este año y que tan buen resultado me han dado.
El año pasado por estas fechas y con calores similares tuve un día de altísima exigencia física en Jerez. Aunque me mantuve altamente hidratado, no presté demasiada atención a los minerales, pues supuse que estaba ingiriendo los suficientes con el multi. Al final del día, y pese a haber bebido más de 5 litros de líquido y tomado mis dos cápsulas del multi, tenía unos calambres insoportables que acabaron por mantenerme despierto toda la noche con intensos dolores y rigidez extrema de todo el tren inferior. Había estado rodando con la moto en el Circuito de Jerez todo el día con muy altas temperaturas y había perdido una gran cantidad de líquido. Aunque había bebido suficiente para reponer el agua, no había ingerido los suficientes minerales y la falta de electrolitos hacía que el fallo muscular fuese severo y muy, pero que muy doloroso.
Este año, con la perspectiva de los 40º del desierto de Tabernas en Almería, el fantasma de aquella horrible noche del año anterior me rondaba la mente, así que puse en marcha un plan para evitar los dolores del año anterior. La noche antes, antes de acostarme, me tomé un batido de Casein Pro con Aceite de Coco, para garantizar una óptima nutrición durante la noche previa al entrenamiento. Al despertarme, comencé el día (a las 5:15 am) con un batido similar, pero en esta ocasión le añadí una cucharadita colmada de lactato de magnesio, dos pastillas del multivitamínico multimineral, y comencé a beber agua. El batido, además de la proteína, me aportaba una gran cantidad de calcio que iba a necesitar durante el día. Que yo recuerde, además del agua del batido (400ml) durante todo el sábado me tomé 5 botellines de 500ml, un Monster Lo-Carb de 500ml, dos Coca Cola Zero de 300ml cada una, y dos botellas de agua con gas de 500ml cada una. Un total de 5 litros de agua además del agua ingerida en la ensalada y los distintos alimentos que comí durante el día.
Con la comida del mediodía me tomé otra pastilla del multi y un plátano justo antes de retomar el entrenamiento, por su potasio y por su energía de uso inmediato, que ya me iba haciendo falta después de dos horas encima de la moto dando vueltas al circuito. Cuando llegué de vuelta a Málaga me hice un plato de Fine Pasta Spaghetti con espinacas, jamón y nata antes de caer rendido en la cama. El plato estaba pensado para ayudarme también con la hidratación: Fine Pasta, porque es 95% agua aproximadamente, y me iba a proporcionar hidratación adicional mientras dormía. Una crema de nata ligera líquida (grasa de calidad, agua y calcio), espinacas (más agua y gran aporte de potasio), jamón (proteína de calidad, más agua y buen aporte de sodio) y media cucharadita de lactato de magnesio para complementar. Para beber, agua con gas, rica en bicarbonato. De este modo tenía cubiertos los minerales de los que se producen electrolitos: calcio, magnesio, sodio, potasio y bicarbonato, además del cloro y el hidrógeno, que en cualquier caso forman parte de nuestra dieta a través del agua entre otros.
Y con estas me fui a la cama con pequeñísimos calambres en las plantas de los pies, y temiéndome lo peor. En la moto se trabaja en cuclillas, apoyado principalmente sobre la punta de los pies, lo que produce una sobrecarga muscular en zonas muy concretas del tren inferior, como las plantas de los pies (por la flexión continua de los dedos) o los cuadriceps, que soportan además del peso propio durante todo el entrenamiento, la fuerza que produce el conjunto piloto/moto en las aceleraciones y frenadas, que son entre 250Kg y 300Kg multiplicados por las Gs del momento de inercia.
Afortunadamente, las ligeras molestias remitieron después de la cena y pude dormir plácidamente; mi plan había surtido efecto. Los altos niveles de sodio, potasio, magnesio, calcio, bicarbonato y agua en mi dieta, además de las tres pastillas del multi que me tomé a lo largo del día -que aseguraban un aporte completo del resto de minerales y vitaminas que necesitamos-, sirvieron para que mi organismo fuese reponiendo los electrolitos que iba necesitando para la correcta función muscular (y nerviosa). Hoy, dos días después, tengo algo de agujetas en los cuadriceps y la zona inguinal, pero si no te duele esto después de haber estado entrenando en un circuito, o estás muy preparado físicamente, o necesitas más caballos 😉