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Educación nutricional para niños

Obesidad Infantil

Obesidad Infantil

Cuando hablamos de educación nutricional nos viene a la cabeza la pirámide alimenticia que tan malos resultados ha dado en todos los países en los que se ha utilizado. Lamentablemente, en los colegios se sigue enseñando este modelo nutricional obsoleto que es diametralmente opuesto a lo que la ciencia nos ha enseñado acerca de la nutrición humana y esto crea confusión y desconocimiento entre nuestros hijos, que lógicamente tienden a pensar que la alimentación sana es una cosa cuando en realidad es otra.

En este momento veo prácticamente imposible luchar contra los planes de estudio y personalmente creo que la solución está en enseñar a nuestros hijos en casa, pero claro, no me imagino a mis hijos sentados atendiendo a una charla sobre nutrición cuando pueden estar jugando al fútbol, a la consola, o a cualquier otra cosa. Para poder competir con consolas, tablets, juegos de mesa o actividades deportivas, mi propuesta educativa tiene que ser mucho más creativa que una simple lección. Por eso, tanto mi mujer como yo nos esforzamos en no limitarnos a poner comida en los platos de los niños, sino también a convertir la cocina en un juego más, en el que los niños participan a la vez que aprenden, tanto a cocinar, como sobre nutrición.

Ya he hablado acerca de la educación sobre la alimentación de los niños en otros artículos, pero hoy quiero traer un ejemplo práctico sobre este tema que pueda servir de ayuda a otros padres. La pregunta que os hago es: ¿Se puede competir contra una hamburguesa del McDonald’s o del Burguer King? ¿Seremos capaces de ofrecer algo que les atraiga tanto o más que su menú infantil de las cadenas de comida rápida? Yo creo que sí y por ello me propuse hacer con mis hijos pequeños un plato de algún modo similar, pero mucho más nutritivo y saludable, al que pueden encontrar en cualquiera de las grandes cadenas de comida rápida. Os voy a explicar mi experiencia.

El famoso chef Gordon RamsayUnas semanas atrás vi un vídeo del carismático Gordon Ramsey haciendo un Sándwich de Solomillo de Vacuno con una pinta realmente apetecible y se me ocurrió que, de algún modo, se trataba de una «hamburguesa», pero a nivel súper-gourmet. Después de todo, se trata de un trozo de carne cocinado y servido entre un par de rebanadas de pan, con algo de verdura y una salsa.

Lo que hice fue enseñarle el video a los niños y preguntarles qué les parecía la pinta del sándwich y si querían probar… ¡a hacerlo ellos conmigo! Es un vídeo muy atractivo, así que me dijeron que sí, pero si me hubiesen dicho que no igualmente hubiese buscado otro plato que pudiésemos adaptar y hacer en casa. Estuvimos planeando la receta e incluso tuvimos que ir a comprar una sartén de acero inoxidable que se pudiera meter en el horno y una pieza de solomillo que tuviese un precio razonable. Entre idas y vueltas a la tienda y al mercado a comprar la carne estuvimos hablando del pan blanco, de las carnes procesadas, y de otras cosas, todo ello en el contexto de la receta que íbamos a hacer. Con ello les metía más en su papel a la vez que les iba enseñando cosas sobre los alimentos que íbamos a cocinar y comer.

Hoy en día, al menos en mi casa, si la actividad que proponemos incluye cierta dosis de electrónica, los niños son más propensos a apuntarse y mantenerse integrados en dicha actividad, así que les propuse que grabásemos todo el proceso en video y luego editásemos la receta, tal y como había hecho Gordon Ramsay con la suya. De este modo, todos usamos la cámara y todos tuvimos nuestro momento de gloria frente a la misma. Sin embargo, lo que realmente me importa es lo que aprendieron con la experiencia. En primer lugar, tienen clara la diferencia entre la carne ultra-procesada de una hamburguesa comercial y un trozo de carne natural. En segundo lugar, vieron que el proceso para hacer de un trozo de carne un bocado apetitoso es algo más complejo que ponerla un minuto en el microondas, y por tanto comprenden mejor la diferencia de calidad entre la comida procesada y los alimentos naturales. En tercer lugar, preparamos un sándwich sin utilizar pan blanco, por lo que comprobaron que es posible hacerse un sándwich sin utilizar panes realizados con harinas refinadas, que son perjudiciales para el organismo. Por último y no menos importante, creo que aprendieron que hay vida más allá del kétchup, pues como veréis en la receta, la salsa la hicimos con un puñado de tomates cherry, un poco de cebolla, aceite, hierbas provenzales y sal.

Aquí os dejo el video de la actividad, no sin antes recordaros que este vídeo no trata de ser un trabajo profesional como el del famoso chef, ni lo hemos hecho para demostrar nuestras dotes culinarias, sino que se trata de un video familiar, absolutamente casero, grabado íntegramente con la misma cámara deportiva que utilizo en la moto, sin iluminación ni captación de audio profesional, por lo que os pido que juzguéis la calidad de la actividad y no la calidad del vídeo 😉 . Cuando quiero hacer un video profesional recurro a profesionales, pero en esta ocasión mi objetivo era compartir las nociones de cocina y nutrición con los más pequeños de la casa, jugando de paso al «que mami no se entere» para crear un vínculo aún mayor con ellos durante la actividad y obtener más atención de su parte. Aunque no lo parezca, mi mujer estaba al tanto de todo… más o menos 😆

¿Tienes hijos en edad escolar?

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Una dieta low-carb sin restricciones

Pasta proteica válida para adelgazarTengo un problema: Me gusta comer. Disfruto de la comida en todo su ámbito, desde que la selecciono y compro hasta que me la como, pasando por la cocina. Una de las cosas que más aterran a las personas que quieren perder peso es la idea de pasar hambre o, peor aún, de seguir una dieta muy restrictiva. Para adelgazar hay que cambiar la forma en que nos alimentamos porque lógicamente, si seguimos comiendo del mismo modo que nos hizo engordar será imposible adelgazar. En el libro Adelgazar sin Milagros explico claramente que muchos de los conceptos asociados a la dieta sana son erróneos y que por ello muchas personas que creen seguir una dieta sana no consiguen adelgazar.

En estos años he ido perfeccionando mi alimentación introduciendo más recetas y alimentos realmente sanos que sustituyen a otros que eran absolutamente dañinos para mi organismo, no sólo porque me impedían adelgazar, sino también porque mermaban mi salud. De este modo, algunas de las cosas que como ahora no formaban parte de mi dieta cuando perdí 35 kilos en solo unos meses, pero esto se debe a que la mayoría de ellas ni existía entonces. Digamos que de algún modo sigo una dieta low-carb sin restricciones en cuanto a la variedad de las recetas.

La sociedad de la información ha propiciado que en los últimos años la divulgación de la realidad científica en cuanto a la alimentación se expanda a mucha velocidad y cada vez más personas saben que la alimentación rica en carbohidratos que dicta la pirámide nutricional tradicional es una aberración que no tiene lógica más allá de intereses comerciales de un puñado de fabricantes. Por el contrario, la alimentación basada en las proteínas y las grasas, los verdaderos nutrientes de nuestro organismo, se está poniendo de moda y esto está propiciando que cada vez más fabricantes creen alimentos que aporten los nutrientes que nuestra nueva dieta demanda.

Hoy quería solamente dejar aquí algunos ejemplos de comidas que hago y que son bajas en carbohidratos o incluso no tienen nada de carbohidratos, y que en el marco de una dieta «low-carb», sea cual sea, son perfectamente válidas, aunque si sigues la Isodieta de la que tanto hablo sabrás que no solo importa la calidad de los nutrientes, sino su cantidad. Aquí os dejo algunos ejemplos de comidas que he fotografiado con mi móvil en las últimas semanas, con lo que quiero demostrar que para adelgazar no hace falta ser muy restrictivo con las recetas que hacemos, sino saber elegir adecuadamente los ingredientes que usamos. Si me sigues en las redes sociales, puede que ya hayas visto estas fotos (puedes pinchar en ellas para verlas a mayor tamaño) antes 🙂

Sandwich de Jamón y Queso Low-Carb

Sandwich de Jamón y Queso Low-Carb

Si elegimos bien el tipo de pan que utilizamos para hacer un sándwich podremos adelgazar sin privarnos de la sensación de comer un pan o un bocadillo de manera ocasional. En esta foto, este pan apenas aporta 11 gramos de carbohidratos por cada 100, unas 8 veces menos que el pan blanco habitual, y además aporta proteínas y fibra.
Picadillo Castellano Low-Carb

Picadillo Castellano Low-Carb

En la foto, un picadillo manchego a base de pimiento y tomate (poco) asado, terminado con caballa, aceite de oliva virgen extra y huevo duro. Un plato muy completo que, en las proporciones adecuadas, no te impedirá adelgazar o mantener tu peso, pues no genera una subida de glucosa por su bajo índice glucémico y poco aporte de carbohidratos.
Pizza 3 quesos lowcarb

Pizza 3 quesos lowcarb

Sí, es una pizza cuatro quesos con rúcula y tomates secos, pero no cualquier pizza. Está elaborada con una masa muy baja en carbohidratos y es una buena fuente de proteína de calidad por los quesos y su aporte de grasa y fibra.
Tartar de Buey

Tartar de Buey

Este es uno de mis favoritos: tartar de buey con pepinillos y cebolla picada, con un aliño que lleva entre otras cosas aceite de oliva virgen extra y huevo. Un plato absolutamente delicioso y que además es una de las mejores fuentes de proteína y grasa que podamos encontrar, aunque prácticamente no aporta fibra, por lo que se puede y debe acompañar de ensalada o alguna verdura fibrosa de temporada a la plancha.
Macarrones con rabo de toro

Macarrones con rabo de toro

Otro clásico de la cocina italiana: Macarrones (penne), en este caso servidos con rabo de toro guisado. Pero estos macarrones no son los macarrones habituales del supermercado, sino una versión muy baja en carbohidratos y rica en fibra. Si no los has probado, te adelanto que están espectaculares!
Hamburguesa en Protopiadina

Hamburguesa en Protopiadina

Una forma distinta de comerse una hamburguesa: en una protopiadina, que es una versión lowcarb del clásico pan plano italiano, en este caso, con queso fundido, tomates secos en aceite de oliva y láminas de aguacate. Una receta con mucha grasa y proteína, tanto animal como vegetal.
Ensalada de Aguacates

Ensalada de Aguacates

Esta ensalada combina aguacates, queso fresco, anchoas y palitos de cangrejo, aderezada únicamente con aceite de oliva y sal. Contiene mucha grasa así que debe consumirse con moderación si se está siguiendo una dieta para adelgazar.
Lomo alto al horno

Lomo alto al horno

Una forma muy americana de cocinar el lomo alto: al horno y sin cortar (se porciona al servir). Acopañado de espinacas, acelgas, espárragos o champiñones es una comida perfectamente válida dentro de una dieta low-carb.
Flamenquin LowCarb

Flamenquin LowCarb

En breve publicaré la receta de este estupendo flamenquín bajo en carbohidratos en la sección de recetas. Se empana usando un sustituto del pan rallado y va relleno de jamón y queso, como se suele hacer en Andalucía.
Bacalao con jamóny champiñones salteados

Bacalao con jamóny champiñones salteados

Esta receta de Bacalo con Jamón y Champiñones salteados apenas aporta carbohidratos a la dieta y sí mucha proteína y grasa de calidad, así como fibra (en los champiñones). Muy recomendable si buscas recetas de calidad y quieres adelgazar.

Muchas de estas recetas están disponibles en el libro Cocinar sin Carbohidratos que publiqué el año pasado junto con Ana Román, que aporta entre otras cosas la mayoría de recetas dulces y de repostería, además de los panes. Creo que puedo decir con orgullo que no existe en el mercado un solo libre que se aproxime a este en cuanto a calidad y variedad del contenido, con más de 100 recetas sin carbohidratos y toda la información nutricional de cada una de ellas.

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Sobreviviendo a las fiestas

No engordar durante las fiestasNos acercamos peligrosamente a la temporada de fiestas. De unos años hacia acá parece que además de nuestras fiestas típicas importamos las fiestas de otros lugares y hacemos bueno el tópico de que en España celebramos todo. Tenemos el Halloween a la vuelta de la esquina, y aunque queramos evitarlo las tiendas y grandes superficies ya han hecho acopio de todo tipo de adornos y elementos propios de la fiesta Norteamericana. De momento no celebramos el día de acción de gracias en Noviembre, pero supongo que todo se andará. Luego viene el puente de la Inmaculada Concepción e inmediatamente después las fiestas navideñas, que en muchos lugares se extienden desde principios de Diciembre a principios de Enero.

En muchas ocasiones, poder comer con normalidad, sin salirnos de nuestro plan nutricional, puede ser un verdadero quebradero de cabeza. El año pasado publiqué una entrada llamada «Cómo adelgazar en Navidad«, y el año anterior publiqué una similar llamada «Adelgazar en navidad» así que no voy a repetirme, porque además hoy quiero centrarme en otro tema, que es en la rutina y en como evitar que las fiestas no saquen de nuestro plan que tan buenos resultados nos ofrece.

Si bien es cierto que en esta temporada se hace más difícil ser estricto con el plan, no es menos cierto que con un poco de fuerza de voluntad se pueden sobrellevar las fiestas sin tirar por la borda todo el esfuerzo realizado hasta el momento. Una de las armas más poderosas con que contamos es el análisis de los resultados. Yo suelo recomendar mirar fotos de unos meses atrás y mirar fotos actuales. Si nos hemos dejado llevar, entonces conviene mirar alguna foto de nuestro mejor momento. Nuestro cerebro funciona de una manera muy curiosa en este sentido: la próxima vez que nos planten por delante algo tentador pero que tenga efectos negativos en nuestra nutrición y por ende en nuestro organismo, esas dos imágenes se nos aparecerán y nos resultará mucho más sencillo decir que no, eliminando de un plumazo la ansiedad que podamos sentir por comer determinado alimento que sabemos que no nos beneficia.

Sin embargo, no se puede vivir -o al menos yo no puedo- diciendo que no a todo y comiendo de manera monótona. Anoche mi hijo me pidió llevarse galletas al colegio para el desayuno de hoy, y aunque le dije que no era buena idea, esta mañana me levanté una hora antes de lo habitual y le hice una fuente de cookies sin carbohidratos, similares a la receta del libro Cocinar sin Carbohidratos. No me voy a levantar todas las mañanas a las cinco de la madrugada para hornear galletas, pero hacerlo de vez en cuando creo que es bueno para el alma porque hago feliz al enano y lo convierto en la envidia de su clase.

Esto mismo lo podemos aplicar a las fiestas, por lo menos a aquellas que celebramos en casas de familiares. Si en tu familia es tradición que cada uno lleve algo, asegúrate de llevar algún plato libre de carbohidratos. Por lo menos, siempre tendremos algo hacia lo que mirar si la cosa se pone fea. Lo fácil es llevar una bandeja de langostinos, ¿verdad? Pero el horno no está para bollos, así que quizás haya que levantarse un poco antes, echarle imaginación y preparar un plato. En el libro Cocinar sin Carbohidratos hay 120 recetas, pero no es la única fuente de inspiración que puedes tener. En este mismo blog hay un apartado de recetas que suelo actualizar incluyendo nuevos platos, todos ellos altamente nutritivos y reducidos en azúcares. Si os apetece sorprender a vuestros familiares, os recomiendo que preparéis un Meatloaf siguiendo la receta que incluyo en el libro. Aunque es un plato típico de la gastronomía norteamericana, cada persona que lo ha probado en mi casa ha quedado gratamente satisfecha. Lógicamente, mi receta no lleva kétchup, pan ni azúcar, pero el resultado es el mismo o incluso mejor que el original.

El otro día me mandaron unas salsas 0% para probar y aunque no soy muy amigo de estos productos, me dio por probar la salsa barbacoa. Tengo que admitir que estaba riquísima y lo único que parece que aporte, nutricionalmente hablando, es un poco de sal. Por lo demás, ni carbohidratos, ni proteínas, ni grasas. Así que si te animas a prepararlo y quieres acompañar el meatloaf de una salsa que sea básicamente agua con azúcar -como son la mayoría, quizás quieras probar estas que yo probé el otro día.

Un último apunte. Una copa de vino durante una fiesta no mata a nadie, pero una copa de vino es una cosa y seis es otra 🙂 Quiero decir que si pecamos en algo, que al menos sea de manera liviana y ocasional, y no tratemos de recuperar todo el tiempo perdido en una sola comida.

¡Cuida la salud de tus hijos!

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Cocinar para adelgazar

Portada del libro Cocinar sin Carbohidratos

Portada del libro Cocinar sin Carbohidratos

Al hilo del artículo de la semana pasada en el que explicaba la importancia que tiene para adelgazar seguir una dieta compuesta de alimentos que nos gusten, hoy quiero halar de la importancia de cocinar platos que nos gusten para mantenernos fiel a nuestro plan nutricional y así poder adelgazar con facilidad. Creo que no revelo nada nuevo si digo que me encanta comer y que disfruto comiendo, y creo además que hay muchas personas como yo, que disfrutan comiendo, pero que piensan que para adelgazar tienen que renunciar a los platos que más disfrutan y por eso se les hace difícil seguir cualquier tipo de dieta.

Como explico en el libro Adelgazar sin Milagros, una de las cosas más importantes que tenemos que plantearnos para adelgazar es crear nuestro propio plan nutricional. En lugar de permitir que otras personas elijan los menús por nosotros, tenemos que confeccionarnos nuestros propios menús, garantizando de este modo que todas y cada una de las comidas que hemos incluido en el menú son de nuestro agrado. Si pretendes adelgazar, te garantizo que tus posibilidades de éxito son exponencialmente mayores si te gusta lo que estás cocinando y comiendo. En mi opinión, para adelgazar hay que huir del aburrimiento que supone comer un filete de pollo a la plancha 5 o 6 veces a la semana con lechuga, que es lo que muchas personas hacen.

Snacks salados para llevar a cualquier parte

Snacks salados para llevar a cualquier parte

Ahora bien, tengo que reconocer que si reducimos los carbohidratos en la comida para adelgazar de manera sana, rápida y permanente, como explico en el libro, una gran cantidad de platos que estamos acostumbrados a comer casi a diario no tendrían cabida en nuestro menú… o quizás sí. Bueno, en realidad sí que es posible incluir estos platos en nuestros menús; simplemente tenemos que aprender a cocinarlos de otro modo, cambiando algunos ingredientes para que sean no solo aptos para adelgazar, sino que nos ayuden en nuestro empeño de quitarnos de encima kilos y kilos de grasa.

Precisamente para ayudar a todo el mundo a aprender a cocinar de este modo, usando otro tipo de ingredientes para lograr recetas sorprendentemente parecidas a las originales en las que la carga de carbohidratos fuese muy reducida me puse a trabajar junto con Ana Román en un libro de recetas. Nuestra intención no era escribir un glosario con todas las recetas posibles que se pudiesen utilizar para adelgazar comiendo de forma variada. Al contrario, lo que perseguimos con este libro es demostrar a todo el mundo que es posible reducir sustancialmente -o incluso eliminar- los carbohidratos de las recetas tradicional y, como muestra, incluimos nada menos que 120 recetas. Pero estas 120 recetas no son las únicas posibles. En realidad, lo que queríamos con el libro era sentar la base de una nueva forma de cocinar, de cocinar sin carbohidratos. Y precisamente así es como se llama el libro, Cocinar sin Carbohidratos, que se presentará y pondrá a la venta el próximo día 3 de febrero.

Platos a base de pescado y marisco

Platos a base de pescado y marisco

En el libro Cocinar sin Carbohidratos podrás encontrar recetas de entrantes, sopas y ensaladas. También hemos incluido una sección de snacks dulces y salados. Estos snacks son muy importantes porque dan respuesta a la típica pregunta que recibo acerca de qué tipo de alimentos se puede llevar uno a la calle si va a pasar unas cuantas horas fuera y no sabe que comer entre horas. En las recetas de platos principales encontrarás carnes, aves, pescados, mariscos y huevos, cocinados de diverso tipo.

Si te gusta el pan, la pasta, la pizza y el arroz, y los has eliminado de la dieta para lograr adelgazar, tengo buenas noticias para ti. En el libro tienes una sección completa con 8 recetas de pan. Sí, has leído bien: 8 recetas de pan que te permiten adelgazar. Y si esto te parecen palabras divinas, debes saber que también hay una gran cantidad de recetas que incluyen pasta y arroz. ¿Cuál es el truco? ¿Cómo es posible comer pasta y arroz y aún así adelgazar? Es sencillo: no son las pastas y los arroces que estás acostumbrado a comprar, pero el resultado es sorprendentemente parecido. ¿Te imaginas preparar sushi sin arroz y sin azúcar, y que el resultado fuese muy parecido al original? En el libro te enseñamos cómo hacerlo, paso a paso y con más de 200 fotografías a todo color que ilustran el proceso.

Sushi preparado sin arroz ni azúcar

Sushi preparado sin arroz ni azúcar

Postres dulces sin carbohidratos

Postres dulces sin carbohidratos

Si lo tuyo son los dulces y los postres y los tenías apartados del menú para lograr adelgazar, estás de enhorabuena. En el libro tenemos todo tipo de recetas de postre, desde cookies a bizcochos. Pero no te preocupes, estas recetas no te impedirán adelgazar. No encontrarás harina refinada ni azúcar en ellas, así que podrás incluirlas en tu plan nutricional.

En un acto que tendrá lugar en la sala Ámbito Cultural de El Corte Inglés de Málaga, y contando con la presencia del Dr. Jaime Brugos, el próximo martes día 3 de Febrero a las 19:30h presentaremos oficialmente este trabajo a todo el público asistente. Si estás leyendo esto, estás invitado y nos gustaría contar con tu presencia para enseñarte, en directo, qué es lo que se puede hacer en una cocina renunciando a los carbohidratos y consiguiendo adelgazar. Si quieres incrementar tus opciones de adelgazar, creo sinceramente que este libro puede ayudarte mostrándote como puedes cocinar los platos que más te gustan sin utilizar carbohidratos. Aquí te dejo la invitación oficial y espero que asistas para poder conocernos personalmente. Si lo prefieres, puedes ver el evento en Facebook haciendo click aquí.

Invitación a la presentación del libro Cocinar sin Carbohidratos

Invitación a la presentación del libro Cocinar sin Carbohidratos

Cocinar sin Azúcar para Adelgazar

Aprendiendo a cocinar sin azúcar

Aprendiendo a cocinar sin azúcar

Uno de los retos a los que nos enfrentamos cuando modificamos la forma en que cocinamos para conseguir adelgazar es ser capaces de elaborar recetas que tienen como base alguno de los ingredientes que debemos evitar a toda costa. El azúcar está presente en prácticamente todas las recetas de repostería, pero también en recetas de primeros y segundos platos, y a veces en cantidades alarmantemente grandes. Adelgazar sin eliminar el azúcar de la dieta es harto complicado, por no decir imposible. Quizás se pueda perder peso, a base de eliminar parte del tejido muscular pero adelgazar, perder grasa, es bastante difícil.

Sin embargo, el azúcar no es el único elemento que se cuela en infinidad de recetas. En repostería, por ejemplo, el uso de la harina es generalizado también en prácticamente todas las recetas. Una de las cosas que más trabajo requiere por parte de aquellos que quieren adelgazar modificando su alimentación es precisamente aprender a cocinar de una manera distinta a como lo venían haciendo.

Para mí, uno de los retos a los que me enfrenté cuando adelgacé los 35 kilos en unos meses fue precisamente ese, aprender a cocinar de nuevo. Resulta que a mí me gusta bastante comer y, a casi todos los que nos gusta comer también nos gusta cocinar. Supongo que es bastante lógico que una cosa lleve a la otra. El caso es que para adelgazar hay que suprimir una serie de alimentos, o cuando menos reducir drásticamente su consumo y esto puede llegar a ser complicado cuando a uno le gusta comer de manera variada y elaborada.

Para poder mantener esa variedad en la cocina elaborada cuando se sigue un plan nutricional para adelgazar, es necesario aprender a cocinar utilizando nuevos ingredientes para alcanzar resultados similares. En la parte que atañe estrictamente al gusto, esto no suele ser problema. Si usamos azúcar para endulzar podemos sustituirlo con facilidad por otra serie de edulcorantes que no aportan cantidades significativas de carbohidratos. Sin embargo, el azúcar puede jugar otra serie de papeles estructurales en la elaboración de una receta de cocina y adaptar esa receta a un plan que nos permita adelgazar sin utilizar el azúcar de manera estructural puede ser un reto mayúsculo.

Pongamos un ejemplo: las galletas. Aunque existen muchos tipos de recetas para hacer galletas, y los ingredientes varían de una receta a otra, hay un ingrediente que está presente en todas ellas, y es el azúcar. En efecto, existen galletas con o sin harina, con o sin vainilla, con o sin huevo, pero no existen recetas convencionales de galletas sin azúcar. Esto se debe a que en la receta de las galletas, el azúcar juega un papel estructural, o sea, es parte de la estructura física del producto terminado. Si eliminamos el azúcar de la receta, no se trata sólo de que la galleta no esté dulce, buena de sabor, sino que la propia masa no cuajará de la forma que esperamos cuando la introduzcamos en el horno.

Es en estos casos en los que la imaginación y la creatividad del cocinero que apuesta por una dieta para adelgazar sin renunciar a los platos tradicionales alcanza su máximo apogeo. Este fin de semana he estado preparando una serie de recetas que utilizan azúcar de manera estructural, como base sólida del resultado físico final. El reto ha sido mayúsculo pero en algunos casos el resultado ha sido excepcional.

Muy pronto voy a publicar una receta de Cookies (galletas tipo americano) elaboradas sin harina de ningún tipo y sin azúcar. En las cookies, tanto la harina como el azúcar son los dos ingredientes principales de la receta. Si los quitamos perdemos el 75% del peso de los ingredientes. El reto al que me he enfrentado ha sido sustituir ese peso por otros alimentos sin cambiar significativamente el sabor ni la textura del plato terminado. En este caso, los jueces han sido mis hijos y, por abreviar diré que he tenido que esconder la fuente de las cookies cuando llevaban 3 cada uno en unos pocos minutos.

Ellos no saben que estas galletas no llevan harina ni azúcar. Simplemente les he dicho que había hecho galletas, para ver si me decían que no sabían bien, o que no les gustaban. Sin embargo, lejos de esa reacción, lo que ha ocurrido es que les han encantado y se las pretendían comer todas.

Con esto sólo quiero demostrar que cuando uno pone empeño e interés en modificar la forma en que alimenta a su familia, no tiene porqué producirse un trauma o un drama familiar. Es posible crear -o al menos seguir- recetas que utilizan otra serie de ingredientes y que nos permiten mantenernos alejados de aquellos alimentos que sabemos son perjudiciales para nuestra salud. Conseguir cocinar de este modo nos permitirá adelgazar de manera sana.