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Comer para Ganar Masa Muscular (I)

Masa Muscular de Cristiano Ronaldo

Masa Muscular de Cristiano Ronaldo

He tenido recientemente dos consultas acerca de como comer para ganar peso o incluso para mantenerlo cambiando los porcentajes de grasa y músculo del cuerpo. Hoy voy a tratar de responder por la parte deportiva y mañana lo haré por la parte nutritiva en una serie de dos artículos que van necesariamente de la mano.

Efectivamente, no todo en la nutrición es adelgazar. También podemos utilizar una alimentación adecuada para otros fines distintos a la pérdida de peso. Lo que nunca debemos olvidar es que, sea cual sea el objetivo de peso, lo más importante es nutrir nuestras células constantemente. No me canso de repetir que la regeneración celular se produce en nuestro cuerpo de manera constante y que si los nutrientes necesarios (aminoácidos esenciales y ácidos grasos esenciales, o sea, proteínas y grasas) están disponibles en la sangre, la regeneración celular se produce en un entorno mucho más propicio y, como explica Jaime Brugos en su libro La Isodieta, frena el envejecimiento.

Uno de los problemas que tienen las personas que realizan ejercicio prolongado a diario, ya sea corriendo, montando en bicicleta o practicando cualquier deporte que requiera mucha energía de manera continuada, es que pierden peso de manera excesiva reduciendo su masa muscular. El cuerpo humano es una máquina y como todas las máquinas, requiere energía para ponerse en movimiento. Normalmente, el organismo utiliza glucosa como combustible. También puede utilizar grasa, como cuando ajustamos el plan nutricional para adelgazar y, en extremo, puede utilizar proteínas. Pues bien, analicemos primero lo que le ocurre a las personas que realizan ejercicio continuado varios días a la semana.

Lo primero que debemos tener en cuenta es que el cuerpo humano tiene serias dificultades para almacenar glucosa. La poca glucosa que puede almacenar la almacena como glucógeno hepático y glucógeno muscular. Esta glucosa es la primera que utilizan los músculos para producir energía (movimiento). Supongamos, por un momento, que cogemos una pesa de mano de varios kilos y comenzamos a realizar repeticiones ejercitando el bíceps. Al principio, la pesa nos parecerá liviana. Esto se debe a que tenemos las reservas de glucógeno muscular al máximo. Conforme vamos haciendo repeticiones, la pesa nos parece más pesada, nos cuesta más levantarla y bajarla, lo que indica que se están agotando las reservas de glucógeno. El corazón aumenta las pulsaciones, tratando desesperadamente de llevar más glucosa al bíceps, que sigue realizando repeticiones sin parar. Al final, llega un momento en el que el bíceps no puede más, sufrimos un pequeño espasmo muscular (a veces un calambre y otras veces un agarrotamiento del músculo) y definitivamente no podemos seguir haciendo repeticiones porque el glucógeno muscular del bíceps se agotó por completo y el corazón no es capaz de bombear suficiente glucógeno para reponer las reservas. Sin embargo, si después de este desgaste reposamos unos minutos, veremos que podemos retomar las repeticiones sin problema, y a mayor el descanso, más repeticiones podremos hacer. Esto se debe a que la reserva de glucógeno se ha cargado mientras reposábamos.

¿Qué les ocurre a las personas que, en lugar de realizar un ejercicio intenso y concentrado, como las pesas, realizan un ejercicio constante y prolongado? Pues básicamente que fuerzan al organismo en varios frentes a la vez. El primer frente es el cardiovascular. El ejercicio constante nos eleva las pulsaciones y nos las mantiene elevadas continuamente durante todo el ejercicio. Por su parte, el ejercicio concentrado nos eleva las pulsaciones durante un período pequeño de tiempo y luego nos las baja durante el descanso entre series. ¿Y qué tiene esto de particular? Básicamente, que el corazón también está compuesto de tejido muscular y necesita combustible para funcionar. ¿Has escuchado alguna vez que a un corredor de los 100 metros lisos o a un nadador de los 25 metros estilos le haya dado un infarto practicando su deporte? Por el contrario, ¿Cuántos casos conoces de corredores o jugadores de futbol que se hayan desplomado muertos practicando su deporte después de un esfuerzo continuado?

Retomando el tema del peso corporal y como se ve afectado por la actividad física, analicemos someramente algunos casos conocidos. Pongamos el ejemplo de Cristiano Ronaldo. Cristiano es un jugador explosivo, que no se pasa todo el partido corriendo sin parar, sino que espera pacientemente la pelota para, una vez la recibe, arrancar a toda velocidad en una cabalgada que no suele durar más de 10 o 12 segundos. Transcurrida este tiempo, vuelve a una actitud de cierto reposo. Este ejercicio concentrado que realiza le hace poseer un físico envidiable, pues fomenta el aumento de su masa muscular. Lo mismo le ocurre a otros deportistas como los corredores de sprint o los nadadores. Sin embargo, si analizamos la composición corporal de los velocistas de fondo o los ciclistas, sus cuerpos son mucho más delgados. Si, como es lógico, tienen los músculos absolutamente marcados por su falta de grasa acumulada, pero el tamaño de los músculos es irrisorio si los comparamos con los que practican ejercicio concentrado. ¿Cómo será por tanto el corazón de unos y otros?

Cuando realizamos ejercicio continuado, lo primero que nuestro organismo devora es la glucosa, la circulante en sangre y el glucógeno almacenado. Después comienza a quemar las grasas, primero las circulantes en sangre y después las acumuladas. Pero lo que ocurre después, la base del problema, es que cuando se acaban las grasas y se requiere producir más energía, hay que meterle mano a las proteínas, primero las circulantes en sangre y después, desafortunadamente, las acumuladas en el cuerpo. ¿Y donde se acumulan las proteínas en el cuerpo? Si, lo has adivinado, en las fibras musculares. De ahí que al realizar ejercicio continuado sea muy difícil por no decir imposible aumentar considerablemente la masa muscular pues todos los esfuerzos son en vano cuando nuestro organismo acaba utilizando esa misma masa muscular como combustible para generar la energía necesaria que el cuerpo requiere para el desarrollo de la actividad.

Visto esto, y antes de dejar el tema del deporte para centrarme en el próximo artículo en la nutrición, debemos meditar seriamente qué comemos y cuando lo comemos si vamos a realizar deporte continuado. La importancia es vital en el sentido literal de la palabra. Siempre se ha dicho que para este tipo de ejercicio, lo más importante eran los carbohidratos refinados, pues son una fuente de energía instantánea. Sin embargo, sabemos de sobra que esto ya no es tan cierto como parecía. Muchos deportistas están modificando la nutrición que realizan antes del entrenamiento para evitar perder masa muscular y disponer de manera continuada de las calorías necesarias para realizar la actividad.

De los tres tipos de alimentos que producen energía, dos tienen un mismo aporte calórico y otro aporta casi el doble. Las proteínas y los hidratos de carbono aportan unas 5 calorías por gramos mientras que las grasas aportan 9. Los carbohidratos, en especial los complejos y/o refinados, aportan una fuente de energía inmediata. Esto es interesante a corto plazo, pero no lo es tanto a medio y largo plazo. En efecto, si vamos a practicar media horita o cuarenta y cinco minutos de ejercicio continuado, los carbohidratos pueden ser suficientes para darnos esa energía que vamos a utilizar. Sin embargo, si nos vamos por encima de ese tiempo, los carbohidratos no serán suficientes y tendremos que recurrir a la proteína y la grasa. Las proteínas pueden ser de asimilación rápida (como el suero o whey) o de asimilación lenta, como el caseinato cálcico. Esto determina el ritmo al que el cuerpo es capaz de convertir el alimento en energía. Un carbohidrato refinado, cuando llega al estómago, se convierte casi de inmediato en glucosa y fructosa, energía inmediata. Por su parte, las proteínas y las grasas requieren unos ciclos más complejos y su conversión dura más tiempo. Esto se traduce en un aporte constante de energía durante más tiempo.

Por lo tanto, y para poner un punto y seguido en este tema, prestemos atención a lo que comemos antes del entrenamiento, sea del tipo que sea, y dejemos atrás el mito que reza que un plato de pasta es todo lo que necesitamos antes de entrenar… a no ser, claro está, que esa pasta lleve una considerable porción de carnes (proteína), aceite (grasa) y queso (proteína y grasa). Mañana retomo el tema con lo que debemos comer para aumentar la masa muscular y cómo debemos comerlo, para variar nuestros porcentajes de grasa y músculo.

Entrevista en 340TV

Hoy os dejo una entrevista que me realizaron el miércoles día 15 de Enero de 2014 en 340TV a raíz de la publicación del libro Adelgazar sin Milagros. En breve, volveré con un artículo que estoy preparando acerca del control de la masa muscular en el cuerpo.

 

Tomando batidos entre horas para Adelgazar

Tomar batido de proteinas entre horas

Batidos entre horas

Una de las cosas más importantes a tener en cuenta a la hora de diseñar un plan para adelgazar es la cantidad de nutrientes que tenemos que tomar cada día. Ya cuento en el libro que cuando me dispuse a adelgazar comía una o dos veces al día y tuve que acostumbrarme a comer 6 veces diarias para perder peso de manera efectiva. Por mucho que uno quiera adelgazar, comer 6 veces al día resulta en ocasiones complicado y tedioso. Uno de los trucos para tener siempre a mano algo que llevarse a la boca que sea útil para adelgazar y además nos aporte los nutrientes necesarios es preparar batidos para comer entre horas.

Cuando comencé a adelgazar en Abril de 2011 tomaba de 2 a 3 batidos diarios como norma. Las otras tres o cuatro comidas que hacía al día eran con alimentos frescos, pero los batidos me salvaron en más de una ocasión. Además de su poder nutritivo y los beneficios que aportan para adelgazar que explico en el libro, los batidos tienen un poder saciante que nos hace llegar a la siguiente comida sin ansiedad y nos permiten ingerir menos cantidad de alimento con más tranquilidad.

Yo no recomiendo comprar batidos ni preparados instantáneos para batidos. No tiene sentido. Cada persona tiene una masa y un peso específicos, con una composición corporal concreta que viene determinada por la cantidad de agua, músculo y grasa que componen su cuerpo. Por ende, las necesidades nutricionales de cada persona son específicas de esa persona y los batidos estándar rara vez tendrán la composición adecuada que necesitamos.

En el libro Adelgazar sin Milagros repaso los métodos más comunes para averiguar las necesidades nutricionales de cada persona así que no me repetiré en el blog. Lo que si quiero dejar claro es la importancia de realizar este cálculo correctamente y así hacer los batidos de manera adecuada. En estos momentos que tengo más masa muscular que grasa, necesito 1,5 gramos de proteína y 0,75 gramos de grasa por kilo de masa corporal al día. Para 82 Kg, necesito pues unos 125 gramos de proteína y unos 65 gramos de grasa al día. Para adelgazar, las proporciones son distintas como ya explico en el libro y para ganar masa muscular, también lo son, como nos cuenta el entrañable Jaime Brugos en su libro La Isodieta.

Pues bien, teniendo en cuenta estos valores, y si asumo que ahora hago unas 5 comidas al día de media, cada una de mis comidas deberá contener 25 gramos de proteína y 12,5 gramos de grasa aproximadamente. Un inciso rápido para no crear confusión: Aunque a estas alturas seguro que no hace falta que lo explique, por si acaso: 25 gramos de proteínas no es un filete de 25 gramos, sino que en función del alimento que vayamos a ingerir habrá que hacer el cálculo. La carne fresca de ternera, por ejemplo, de media, tiene unos 20 gramos de proteína por cada 100 gramos de producto, por lo que para tomar 25 gramos de proteína deberé ingerir 125 gramos de ternera aproximadamente.

Vamos de vuelta al tema de adelgazar usando los batidos para comer entre horas. Si para adelgazar, en función de los cálculos que hemos realizado, tenemos que tomar, por ejemplo, 15 gramos de proteína y 7-8 gramos de grasa por ingesta (que es lo que yo tomaba cuando adelgacé de 113 a 78 kg), los batidos deberemos hacerlos forzosamente usando esa proporción de nutrientes. Si usamos un poco de leche, hay que tener en cuenta las proteínas y la grasa que tiene la leche que vayamos a utilizar antes de añadir las proteínas y las grasas que vayamos a usar para preparar un batido. Para adelgazar, aconsejo preparar el batido con agua en lugar de con leche, porque es mucho más sencillo realizar los cálculos y al utilizar más cantidad de líquido -recordemos que el agua no engorda y se puede usar a voluntad- tenemos la oportunidad de añadir más fibra, lo que además de facilitar el tránsito intestinal, nos aportará mayor sensación de saciedad.

De este modo, podemos preparar dos o tres batidos por la mañana e ir tomándolos a lo largo del día cada vez que tengamos que comer pero no nos apetezca hacer una comida sólida normal. Llevo meses pensando en hacer un video para demostrar como se hacen los batidos, así que hoy lo escribo en el blog y así me obligo a hacerlo de una vez por todas 😉

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Entrevista Cadena Ser Málaga

Logotipo Cadena SER

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Aquí os dejo el enlace y el audio a la entrevista que me hicieron esta mañana en la SER a propósito del libro Adelgazar sin Milagros de manera Sana, Rápida y Permanente.

 

Pincha aquí para ver la noticia en la web de La SER

 

La Pirámide Invertida

Pirámide Nutricional de los Alimentos

La pirámide nutricional

Esta mañana me hacían una entrevista en la Cadena Ser que colgaré por aquí en breve y hablábamos fugazmente de la pirámide nutricional. Aunque en el libro Adelgazar sin Milagros hablo extensamente sobre este tema, creo que en el blog apenas la he mencionado y se me ha ocurrido dedicarle el artículo de hoy.

Cualquiera que esté pensando en adelgazar debe comenzar por borrar la pirámide nutricional de su mente. Es una aberración para la salud y desde luego una pauta nutricional tremendamente nefasta para adelgazar. Una de las paradojas de la pirámide nutricional es que los mismos que la recomiendan aprovechan para recomendar una «dieta equilibrada» y alejarse de los bocadillos. ¿Cómo puede uno seguir una dieta equilibrada siguiendo esta pirámide que está absolutamente equilibrada? Por equilibrada, entendemos aportes similares (en equilibrio) de nutrientes y sin embargo la pirámide nos dice que nos atiborremos de unos (hidratos de carbono) y casi no comamos los otros (proteínas y grasas).

Lo segundo que llama la atención es lo de no comer bocadillos «porque engordan». Oiga, si sigo su pirámide nutricional debo comer bastante pan con bastante poco relleno (salvo que lo rellene de lechuga y zanahoria), así que ¿cómo quiere que siga su pirámide si me dice que tome de 5 a 7 raciones de pan al día y una ración de carne? Esto, de donde yo vengo, se llama bocadillo, y si quien lo hace es un cocinero de renombre se llama emparedado en deconstrucción, pero no deja de ser lo mismo.

Para adelgazar, ya lo digo y lo repito en el libro, hay que invertir de algún modo la pirámide, eso sí, eliminando por completo los azúcares. Lo que es necesario es comer una amplia base de proteínas y grasas y una pequeña cúspide -que incluso se puede eliminar- de cereales y granos, con un aporte razonable de verduras y cuidadoso de frutas. Tenía un amigo en la niñez que se quejaba de que su madre le ponía a dieta y no adelgazaba. Una mañana venía quejándose de que su madre sólo le dejaba cenar fruta. «Jose» -le pregunté, «entonces ¿Qué cenaste anoche?» – «Sólo un melón» me contestó… Así, lógicamente, es imposible adelgazar.

El aporte continuado de proteínas y grasas durante el día garantiza un adecuado flujo de aminoácidos y ácidos grasos en el organismo, lo que es la base de una buena regeneración celular. Por el contrario, un aporte continuado de hidratos de carbono durante el día lo que garantiza son constante picos de glucosa, con sus correspondientes picos de insulina, lo que es la base de la acumulación de grasas, el síndrome metabólico y la diabetes tipo II.

Si quiere adelgazar y que la pérdida de peso sea constante, permanente y saludable, hágame caso y saque de su cabeza la pirámide nutricional. Los inventores de este chisme, los Norteamericanos, ya lo han hecho, pero como sabe, aquí todo llega con cierto retraso y, como me decían esta mañana en la radio, «los médicos la siguen recomendando». Esto se debe únicamente a que estaba en los libros de texto que usaron hace años en la carrera. Le puedo garantizar que es absolutamente imposible adelgazar siguiendo esa pauta nutricional. De hecho, lo que le garantizo es que si por cada ración de carne roja toma 5 o 6 raciones de pan, pasta y derivados, lejos de adelgazar lo que le garantizo es que engordará.

Las Proteínas en la Pérdida de Peso

Ciclo de Los Péptidos de Colágeno

Ciclo de Los Péptidos de Colágeno

Adelgazar y estar nutridos son dos estados del organismo que tienen que ir de la mano. Es tan sumamente fácil desnutrirse en el intento de perder peso que hay que vigilar estrechamente lo que se come para adelgazar. En el libro cuento como cuando pesaba 113 Kg estaba absolutamente desnutrido, algo que a mí me costó comprender pero que era una realidad absoluta.

El cuerpo humano está compuesto, básicamente, por tres elementos principales: agua, proteínas y grasas. Nuestras células necesitan estar nutridas principalmente con estos tres elementos. Siendo un poco más rigurosos, lo que es esencial para el cuerpo humano son los aminoácidos que forman las proteínas y los ácidos grasos que forman las grasas. De ahí que constantemente se hable de aminoácidos esenciales y ácidos grasos esenciales. Nadie habrá oído nunca hablar de carbohidratos esenciales y esto se debe a que, pese a ser una estupenda fuente de energía inmediata, los carbohidratos no son esenciales para la vida.

De este modo, para adelgazar de manera sana, lo primero que hay que considerar es la necesidad de recibir un aporte adecuado de proteínas y grasas en la dieta, y también lógicamente de agua. En este sentido, hoy me he decidido a escribir este post para recordar a todo el mundo que no todas las proteínas son iguales. Hay proteínas con mayor biodisponibilidad que otras. Esto quiere decir, básicamente, que la composición de aminoácidos de ciertas proteínas es más adecuada para el organismo y por lo tanto este tiene mayor facilidad asimilando todos los nutrientes que se encuentran presentes en ese alimento.

Aunque a muchos no les guste leer esto, la realidad es que la proteína del huevo, de la carne, del pescado y de la leche tiene una biodisponibilidad mucho mayor que la proteína vegetal. No es que los vegetales se caractericen por tener concentraciones altas de proteínas, pero hay excepciones como la soja. Ya lo he dicho hasta la saciedad, pero lo voy a repetir una vez más: la proteína de la soja no es la más idónea para el cuerpo humano.

La proteína más común en el cuerpo humano es el colágeno, que viene a representar una cuarta parte del total de proteínas de nuestro cuerpo. En realidad, el colágeno no es una proteína sino un grupo de proteínas (21 proteínas distintas en el cuerpo humano) que se clasifican en varios grupos. Su importancia es tal que cuando la producción de colágeno endógeno disminuye envejecemos. En efecto, con 40 años producimos aproximadamente la mitad de colágeno que con 20 años y esto se nota claramente en los órganos en los que el colágeno está más presente: piel, articulaciones, músculos, tendones, pelo, uñas, cartílago, etc.

Siempre se ha creído que ingerir suplementos de colágeno era un buen principio para luchar contra el envejecimiento, pero ahora sabemos que hay algo incluso mejor: forzar al organismo a volver a producir su propio colágeno endógeno. La mayoría de las personas que se disponen a adelgazar han sufrido sobrepeso durante períodos prolongados de su vida y por ello, entre otras cosas, tienen problemas de articulaciones. Una de las mejores cosas que podemos hacer mientras adelgazamos es asegurarnos de que la producción de colágeno endógeno aumenta para mejorar nuestra salud articular y, de paso, nuestra piel, nuestros huesos, y en general todo el tejido conjuntivo.

Yo explico en el libro que tomo un producto revolucionario a diario y que sus efectos son muy notables desde el primer día: colágeno con ácido hialurónico. El motivo de que este producto funcione tan bien es porque está compuesto por los mismos péptidos de colágeno que utiliza el cuerpo humano para crear colágeno endógeno, por lo que al ingerirlo el organismo reconoce inmediatamente estos péptidos y se pone a fabricar colágeno precisamente en aquellos órganos en los que más falta hace. El colágeno CYNERGY MED que yo tomo proviene de una fuente marina, el pescado, y su aminograma (los aminoácidos que forman la proteína) es similar al humano, por lo que su biodisponibilidad es absoluta. Otros preparados de colágeno proceden de fuentes bovinas, porcinas y vegetales, y sus aminogramas distan mucho de parecerse al humano, por lo que su eficacia es baja y las dosis muy altas, dado que toda la proteína que el organismo no puede utilizar la excreta con la orina. Por eso, yo sólo tomo una dosis de colágeno justo antes de acostarme y las personas que toman colágeno de baja disponibilidad tienen que tomar 3 dosis diarias totalizando hasta 9 pastillas.

Vigilar la calidad de las proteínas que ingerimos con los alimentos que utilizamos para adelgazar es de suma importancia para mantener nuestras células correctamente nutridas. Por el mismo motivo, vigilar las proteínas presentes en los suplementos nutricionales que tomemos es de vital importancia para garantizar que estos suplementos cumplen las funciones para las que los estamos tomando. Si la proteína vegetal, como hemos visto, tiene una baja biodisponibilidad, lógicamente los suplementos nutricionales derivados de proteínas vegetales tendrán igualmente una baja biodisponibilidad y nuestro organismo no podrá utilizar las proteínas para el fin con el que las hemos ingerido.

 

Y ahora a deshincharnos

Barriga Hinchada

Barriga Hinchada

Se van acabando las fiestas y salvo rezagados, la mayoría ya hemos pasado la fase de los excesos navideños. Las malas noticias son que probablemente la mayoría de las personas tengan algunos kilos de más fruto de los caprichos del paladar en las fiestas navideñas. La buena noticia es que a los kilos les pasa como al dinero: kilos que fácil vienen, fácil se van. O sea, que no es difícil adelgazar en estas circunstancias.

Es más que probable que al subirse al peso hoy o mañana por la mañana, mucha gente se encuentre con que ha ganado unos cuantos kilos en estos 10 o 15 días que llevamos de celebraciones. Lo cierto es que si seguisteis mi consejo y en lugar de una báscula tradicional utilizáis un analizador de masa corporal, podréis comprobar con satisfacción que la cantidad de grasa acumulada no ha subido tanto como los kilos que hemos engordado, y por lo tanto adelgazar para recuperar nuestro peso no será una tarea especialmente complicada.

Del mismo modo que sólo se puede perder una cantidad diaria de grasa al adelgazar, sólo se puede ganar una cantidad similar de grasa al engordar. Es materialmente imposible, por ejemplo, engordar 3 o 4 kilos de grasa en 3 o 4 días, al igual que tampoco se pueden adelgazar esos 3 o 4 kilos de grasa en 3 o 4 días. Se pueden ganar 3 o 4 kilos de masa corporal, pero no de grasa, y por lo tanto también se pueden perder.

En estas fiestas tomamos una cantidad importante de sal y de azúcar. Si venimos de seguir dietas pobres en hidratos de carbono -como yo recomiendo en mi libro-, el aporte de azúcar en estos días habrá tenido un efecto inmediato en nuestro organismo: nos hará hecho retener una cantidad importante de líquido que ha aumentado nuestra masa corporal. Como explico en el libro Adelgazar sin Milagros, el cuerpo humano tiene una capacidad muy reducida de almacenar azúcar (glucosa). Puede almacenar glucógeno en pequeñas cantidades en el hígado y en los músculos, pero el peaje a pagar es alto: por cada gramo de glucógeno almacenado, el cuerpo tiene que almacenar 3 gramos adicionales de agua. Lógicamente, esto nos hace coger peso y tener sensación de hinchazón en nuestros músculos.

Por su parte, la sal juega un papel importante también en la retención de líquidos. El exceso de sal produce un desequilibrio en la relación Sodio-Potasio a nivel celular, cuyo resultado inmediato es que nuestras células acumulan más agua en su interior debido a la osmosis que se produce en la membrana celular, de modo que nos hinchamos. Esto es imposible de detectar con un peso normal, pero con un analizador de masa corporal es bastante obvio: crecen los kilos pero no aumenta la grasa significativamente.

De manera que para adelgazar estos kilos de más el objetivo principal debe ser deshincharnos. En el libro, además de las pautas nutricionales que yo seguí, pongo un ejemplo de menú que se puede seguir durante un par de días para perder todo este líquido acumulado en exceso y que a cualquier persona le debe funcionar. De modo que no dudes en utilizar este menú un par de días o tres para adelgazar esos kilos que te has echado encima en estas fiestas y conforme lo consigas, vuelve a tu plan nutricional óptimo que te ayude a adelgazar de manera sana, rápida y permanente como explico en el libro.

Feliz y Sano 2014

Adelgazar en Navidad

Tipica  Cena Navideña

Tipica Cena Navideña

Llegan las fiestas navideñas e irremediablemente nos lanzamos al barro dejando de lado nuestros objetivos a la hora de perder peso. Adelgazar y mantener la pérdida es una carrera de fondo y como en toda carrera de fondo, es normal que haya momentos en que nuestras fuerzas flaqueen. Lo importante es mantener el control y evitar el desenfreno.

Es muy difícil no comer más de la cuenta en Navidad, algo que obviamente no es lo más indicado para adelgazar. Sin embargo, podemos tratar de engañar nuestro apetito evitando engordar o al menos minimizando los efectos que las fiestas suelen tener en nuestro organismo.

En la cena de Navidad -y en algunas precedentes- comí más de la cuenta. Sin embargo, mi peso no se resintió de manera especial, logrando mantenerme en los 82-83 kg en los que me siento cómodo. ¿Qué es lo que hice para no engordar? Estas son algunas de las claves:

  • No tomar alcohol
  • No tomar dulces
  • No tomar pan
  • Centrar mis comidas en proteínas, aumentando las dosis considerablemente para lograr estar saciado sin echarme al barro. De este modo, en nochebuena y navidad tomé bastante carne, pescado y marisco, y sin embargo no probé las patatas, los postres ni el pan. Acabé saciado hasta no poder comer más (algo que lógicamente no recomiendo en circunstancias normales para adelgazar).

Comí mucho más de lo que como habitualmente, pero no tuvo prácticamente efecto sobre mi peso. Es importante recalcar que para adelgazar y perder peso de manera permanente, como explico en el libro, no se puede comer todo lo que uno quiera cada vez que quiera, sino que hay que acostumbrar al cuerpo a tomar muchas raciones al día de tamaño más reducido. Sin embargo, seguir esta rutina alimenticia en fechas como esta es bastante complicado.

Lo que yo he notado en estas fiestas es que las noches de cenas copiosas, que como digo en mi caso han sido a base de exceso de proteínas, he sudado una barbaridad durmiendo. Me he levantado literalmente chorreando, pero sin la típica sensación de pesadez de quién se levanta después de una cena a base de hidratos de carbono. Creo que de algún modo mi cuerpo ha trabajado durante la noche convirtiendo esas proteínas y grasas en reservas de energía o simplemente eliminándolas en la orina.

Voy a entrar en breve en mi tercer año siguiendo esta rutina nutricional que tan buenos resultados me ha dado ya no solo para adelgazar sino también para mantener una salud de hierro y poco a poco voy perfeccionando los métodos que uso para no saltármela o saltármela de manera efímera cuando no queda más remedio.

Es lógico que en la cena de Nochevieja no nos saquemos de la manga un peso y nos pongamos a medir cuanta carne o cuanta grasa comemos, pero si es posible ser selectivo a la hora de decidir qué comer. Seguro que entre los aperitivos a base de marisco y embutidos (con suerte ibéricos) y los platos principales a base de carne y pescado, somos capaces de evitar los hidratos de carbono y no afectar de este modo nuestra rutina nutricional de manera importante. Si no podemos adelgazar, al menos mantengamos nuestro peso en estas fechas.

A mí me funcionó en Nochebuena y Navidad y pienso repetir la estrategia en Nochevieja, aunque, sin duda, no evitaré tomarme alguna copita de champán tras las uvas.

Capítulo 1: Adelgazar, Engordar, Ganar y Perder Peso

 

¿Quieres saber si te gustará mi libro? ¿Estás pensando leerlo pero no sabes si te resultará interesante? Aquí te dejo el primer capítulo del libro titulado «Engordar, Adelgazar, Ganar y Perder Peso» para que veas que tipo de lectura puedes esperar si te decides a leer el libro y cambiar tu rutina nutricional para adelgazar de manera sana, rápida y permanente.

Si prefieres descargar este capítulo del libro Adelgazar sin Milagros de manera Sana, Rápida y Permanente en formato PDF, pincha aquí.

Portada del libro Adelgazar sin Milagros

Portada del libro Adelgazar sin Milagros

Engordar, Adelgazar, Ganar y Perder Peso

Si le pregunto lo que significa Engordar seguramente me dirá que se trata de ganar peso y si le pregunto lo que significa adelgazar es muy probable que me diga que significa perder peso. Aunque, en general, estos conceptos se usan como sinónimos, la realidad es que no significan lo mismo. Engordar es aumentar la masa corporal añadiendo grasa a nuestro tejido adiposo. Aumentar la masa a base de grasa es un proceso que nos desfigura, hace mella en nuestra salud, y nos debilita, y se trata en definitiva de una enfermedad llamada obesidad. La obesidad es, sin duda alguna, junto con la diabetes tipo II con la que está estrechamente relacionada, uno de los grandes problemas del ser humano en nuestros tiempos.

Por el contrario, aumentar la masa corporal a base de músculo nos hace más esbeltos y es altamente beneficioso para nuestra salud. Por lo tanto, ser conscientes de que las básculas tradicionales lo que miden es la masa corporal es primordial para entender estos conceptos. Las básculas más avanzadas miden porcentajes de grasa corporal o incluso de músculo esquelético y grasa visceral, y comprender bien lo que ocurre en nuestro cuerpo es muy complicado si no sabemos lo que está ocurriendo con las proporciones de grasa y músculo en nuestro organismo.

Dicho esto, aumentar un kilo nuestra masa corporal no tiene porqué significar que hemos engordado. Lo mismo ocurre con los conceptos adelgazar y perder peso. Lamentablemente, muchas dietas que prometen ayudarle a adelgazar lo que hacen realmente es fomentar su pérdida de peso (de masa corporal) dejando prácticamente intactas sus reservas acumuladas de grasa en el tejido adiposo. Escoger un plan nutricional que esté enfocado a perder grasa y aumentar masa muscular, incluso si no se pierde un gramo de peso, es fundamental para disfrutar de una buena salud. Me refiero a la famosa frase “convertir grasa en músculo”.

Además de la grasa y los músculos, el agua juega un papel muy importante en la masa de nuestro cuerpo. Como recordará del colegio, en los adultos cerca del 65% de nuestro cuerpo está formado por agua que se encuentra en el interior de las células. En los niños el porcentaje es aún mayor situándose en el 75%. Como es lógico, el agua que se encuentra dentro de nuestras células es responsable de una gran parte del peso que nos muestra la balanza por las mañanas.

Es de vital importancia comprender que aumentar o disminuir nuestra masa corporal no significa necesariamente que hemos adelgazado o engordado, sino que puede ser debido a otros factores. El objetivo de este libro es mostrarle como adelgazar, como perder los kilos de grasa que tiene acumulados. Estos kilos de grasa, como es lógico, van en paralelo con la pérdida de peso, pero no necesariamente son el mismo valor. Usted podría perder 10 kilos de grasa y 7 kilos de peso con relativa facilidad si aplica un entrenamiento muscular concentrado a la vez que sigue su plan nutricional que le haga ganar 3 kilos de músculo. Del mismo modo, podría perder 7 kilos de grasa y 10 kilos de peso si sigue un plan nutricional poco adecuado a sus necesidades que consuma además parte de su tejido muscular.

En casos extremos, algunos planes nutricionales basados sobre todo en el recuento de calorías, hacen que usted pierda peso sin prácticamente eliminar grasa. Esto no es adelgazar, es desnutrirse. Lo mismo ocurre con los planes que basan su pérdida de peso en el deporte, sobre todo en el deporte basado en ejercicio cardiovascular prolongado. Las cantidades de agua y músculo que se pueden perder haciendo mucho deporte de tipo cardiovascular pueden cegarle pensando que está adelgazando con toda naturalidad, cuando, sin embargo, es probable que no esté consumiendo sus reservas de grasa en la medida que esperaba. El ejercicio cardiovascular prolongado, si no va acompañado de una nutrición adecuada al esfuerzo, puede ser bastante dañino para el organismo.

La grasa que el cuerpo humano almacena es la que produce el propio cuerpo a partir de la energía ingerida en exceso. El objetivo del organismo al almacenar esa grasa no es otro que el de poder usarla más tarde cuando se agoten las reservas de energía en la sangre. Si, por motivos que más tarde veremos, usted no consigue que su organismo libere esa grasa de vuelta al torrente sanguíneo para que pueda ser utilizada como energía, fracasará en su intento por perder la grasa acumulada. Por lo tanto, es muy importante comprender que el objetivo primordial de un plan nutricional para bajar de peso debe ser la pérdida de la grasa y no la pérdida de kilos de peso sin importar de dónde han salido.

Por ponérselo de una manera sencilla de comprender, cuando usted tiene hambre, su cuerpo le está diciendo “¡Se nos agotan el combustible y los nutrientes, necesitamos comer!” pero como usted habrá comprobado, en ocasiones tenemos hambre incluso después de haber comido recientemente y, lo que es más curioso, teniendo suficiente energía almacenada, nuestro cuerpo nos sigue pidiendo que comamos más. ¿A qué se debe esto? ¿Por qué no consume sus propias reservas de energía? Como pronto descubrirá, es una consecuencia más de la pobre alimentación que seguimos por mucho que nos empeñemos en llamarla de las maneras más atrayentes posibles como “alimentación sana y equilibrada” o “dieta equilibrada”.

La verdad es que en circunstancias normales, su cuerpo debería ser capaz de quemar grasas acumuladas cuando necesite energía adicional y los almacenes de tejido adiposo, conocidos comúnmente como michelines, nunca deberían alcanzar los tamaños que alcanzan en nuestra sociedad. En este libro le voy a explicar qué sucede en su cuerpo para que, pese a tener cantidades desorbitadas de grasa almacenada en algunos casos, su organismo no sea capaz de usar esa grasa como combustible y, pese a sus esfuerzos, no consiga adelgazar. Voy a explicárselo de manera sencilla, sin utilizar toda la parafernalia científica, simplificando al máximo los conceptos. Mi objetivo no es otro que asegurarme que comprende las reacciones causa-efecto de lo que come para que usted mismo pueda controlar, de manera sencilla, la grasa que tiene que perder y cómo va a lograr perderla.

Por lo tanto, el objetivo que debe marcarse para mantener la pérdida de peso será perder la grasa acumulada y generar una buena masa muscular en su organismo, y no simplemente perder una cantidad concreta de kilos sin importarle el tipo de tejido del que provienen.

¿Qué te ha parecido este capítulo? Espero que te haya gustado. Este es el estilo directo y concreto que encontrarás en el libro, en el que explico las cosas de manera sencilla sin enredar con tecnicismos. Si te ha gustado y quieres leer el resto, puedes encontrar información sobre como conseguir el libro pinchando aquí.

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Entrevista en Radio Exit Ibiza

Aquí os dejo la entrevista que me hicieron hace unos días en Radio Exit Ibiza en la que hablamos sobre el libro y como puede ayudar a las personas a adelgazar, perdiendo peso de manera sana, rápida y eficaz.