En la familia del autor del libro hay una cantidad considerable de médicos, empezando por sus padres. Por este motivo y como medida de autocontrol, para estar seguro de los resultados positivos de los cambios que iba a introducir en su dieta para adelgazar le mejoraban la salud, el autor decidió realizarse una serie de pruebas analíticas durante cada uno de los cuatro meses que duró la pérdida intensiva de peso, así como cada año posterior para controlar que los valores seguían siendo buenos.
En esta serie de imágenes (se pueden descargar haciendo clic en la imagen con el botón derecho o pinchando aquí) se ve claramente la evolución en una cantidad considerable de valores. En concreto, en diversas analíticas se muestran problemas de glucosa, triglicéridos, ácido úrico, niveles de colesterol total, HDL y LDL, así como en la función hepática. Dentro de la serie hay una analítica más detallada que los médicos le solicitaron porque pensaban que podía sufrir hepatitis a la vista de los resultados obtenidos en la analítica de control.
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[warning]Esta serie de analíticas, desde 2008 hasta la actualidad, demuestran claramente que las nuevas costumbres alimenticias del autor del libro, además de haberle permitido perder una cantidad enorme de grasa acumulada, le han mejorado considerablemente la salud contrariamente a lo que muchos nutricionistas le habían advertido.[/warning]
Cuando el autor comentó con sus padres, ambos médicos, el tipo de plan nutricional que había decidido seguir para perder peso, radicalmente opuesto a los planes convencionales teóricamente sanos y equilibrados, ambos mostraron recelo y le pidieron cautela y seguimiento. Fruto de esa cautela, estos análisis que demuestran que no hay motivo para expresar cautela si el plan nutricional cumple una serie de requisitos que el autor explica en su libro.
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