Ya he hablado en otras ocasiones de los cereales de desayuno, y he expresado en mis libros que me parecen una auténtica basura alimentaria que está bien vista por todo tipo de expertos en el campo de la salud de manera absolutamente incomprensible. Ayer, al pasar cerca de los cereales en el supermercado, no pude evitar fijarme en una caja de los cereales Nestlé Chocapic, a la que le han añadido una serie de diseños prometedores en el envase, entre ellos el logotipo de la Asociación Española de Pediatría y un gran símbolo verde con la leyenda «Con cereales integrales«. ¿Sería verdad que los señores de Nestlé habían tenido un súbito ataque de decencia y habían creado un producto realmente saludable para los niños poniéndose en mano de los pediatras para diseñarlo? Al menos eso es lo que pretenden transmitir con ese marketing, ¿no? Lógicamente, no pude evitar la tentación de coger una caja y examinar si las buenas noticias eran reales o sólo un espejismo. ¡Pero mira que soy iluso! La misma basura de siempre, o incluso peor, pero con distinto envoltorio. Vamos a analizarlo con un poco de detalle para ver si a alguien se le cae la cara al suelo de vergüenza y algún pediatra estudia cuatro nociones básicas sobre nutrición humana antes de lanzarse a patrocinar productos… ¿O acaso son ellos los patrocinados por este producto?
Lo primero que miré, como siempre, son los valores nutricionales del producto y claro, la primera en la frente: 75,8% de carbohidratos (con un alarmante 28,8% de azúcares), un 4,5% de grasas y un 8% de proteínas. Vamos a suponer, que es mucho suponer, que yo estuviese de acuerdo con las recomendaciones habituales de un 50% de carbohidratos, un 35% de grasas y un 15% de proteínas en la dieta. Sí, ya se que es mucho suponer, pero dame un minuto para que elabore desde el punto de vista de un pediatra convencional… ¿Es este un producto equilibrado de acuerdo con esos porcentajes? Claramente no. ¿Será que hace falta la leche para equilibrarlo? El caso es que Nestlé nos ahorra mucho tiempo porque coloca también los valores nutricionales del producto una vez añadida la leche, y el resultado es cuando menos curioso. Nos dice que una ración de este producto (30g, jajajaja) con leche semidesnatada (125ml) aporta 28,9g de carbohidratos (incluyendo 14,5 gramos de azúcares, justo la mitad, más que sin leche, ¡viva la leche desnatada que recomiendan los pediatras, baja en grasa y alta en azúcares!), 3,4 gramos de grasas y 6,7 gramos de proteínas. O sea, pediatras de España, que haciendo un poco de matemática básica, un desayuno equilibrado para un niño, según su criterio y recomendación, se compone -en cuanto a macronutrientes- de un 74% de carbohidratos, de los cuales la mitad son azúcares simples, de menos de un 9% de grasas y de un 17% de proteínas. Ni siquiera siguiendo las absurdas recomendaciones oficiales que ustedes utilizan salen las cuentas: la mitad de los carbohidratos son azúcares, hay muy pocas grasas y la mitad son saturadas -que a mí no me importa, pero a ustedes sí-, y las proteínas superan las recomendaciones oficiales -que también son una basura en este sentido- doblando a las grasas en porcentaje e igualándola en valor energético. Vamos, que a esto no hay por donde meterle mano, ni con criterios lógicos ni con los suyos. Pero lo peor, como siempre, está por llegar cuando entramos al detalle.
Vamos a echar un vistazo a los ingredientes, a ver lo que Nestlé, con su rimbombante compromiso nutricional que se pasa la vida promocionando en televisión, y el apoyo de sus pediatras, pretende que le demos de comer a nuestros hijos en el desayuno. Estos son los ingredientes que aparecen en el envase: Cereales 61,9% (harina integral de trigo un 31,8% y harina de trigo y sémola de maíz el resto), chocolate en polvo (azúcar y cacao, en este orden, o sea, más de lo primero que de lo segundo), [más] azúcar, jarabe de glucosa (más azúcar), extracto de malta de cebada (más azúcar), grasa de palma, emulgente (lecitina de girasol) sal y aromas. Y todavía hay tontos que piensan que cuando les doy huevo o queso a mis hijos para desayunar les estoy envenenando. Manda narices…
La primera mentira de Nestlé es anunciar esto como «cereales» de desayuno. Esto no son cereales, sino una mezcla de harinas con mucho azúcar y grasa de palma, y a eso en mi casa le llamamos bollería industrial, no cereales, más que nada por usar un poco de sentido común y ser coherentes con las definiciones. Y que conste que quien dice que esto es una mezcla de harinas con azúcar y grasa de palma no soy yo, sino el propio fabricante en su lista de ingredientes. ¿Qué pasa? ¿No había otra grasa a mano que la grasa de palma? No os dejéis engañar: grasa de palma y aceite de coco NO es lo mismo. Ni siquiera salen del mismo fruto. De hecho, ni siquiera salen del mismo árbol…
La segunda mentira es decir que son cereales «integrales». Tan sólo la mitad de la harina usada es integral. El resto, obviamente, es refinada. Esto contrasta con la frase que encontramos en la parte posterior de la caja que reza «Los cereales integrales son una parte importante de una dieta equilibrada. Por eso los cereales Chocapic están hechos con cereales integrales. Una buena forma de empezar el día». Es mentira, de inicio a fin. No voy a entrar a valorar la supuesta importancia de los cereales integrales en la dieta -que me da la risa-, pero es que este producto está hecho con harinas mezcladas a partes iguales, no con «cereales integrales». El engaño en este punto es mayúsculo. Lo cierto es que en el lateral, en pequeñito, aparece la verdad, aunque sesgada: «Para producir 100g de este producto hemos usado 31,8g de cereales integrales«. Y digo sesgada porque en realidad, lo que han usado es harina integral de trigo, no de «cereales» en plural. El resto de harinas, sémolas (harina gruesa) y maltas proceden de cereales en plural (trigo, maíz y cebada) pero no son integrales.
La tercera mentira es decir «Con cereales integrales» cuando lo que incluye son harinas y sémolas y no «cereales», que además sólo proceden de cereales integrales en un porcentaje que en el mejor de los casos alcanza el 50%. Creo que ya va siendo hora que los pediatras entiendan que esos divertidos «copos» de cereal de desayuno que con alegría recomiendan que demos a nuestros hijos son un producto altamente procesado y no una lámina de cereal cortada de forma divertida. Sospecho que estas harinas pueden provenir de cereales transgénicos, pero de momento no podemos saberlo porque nuestros políticos, a ambos lados del charco, se oponen a que se obligue a indicar tal cosa en el etiquetado. Poderoso caballero es don dinero… Ya he dicho en otras ocasiones que lo único que tengo contra los alimentos transgénicos es nuestra falta de conocimiento al respecto. Cuando pasen los años veremos si son como las grasas hidrogenadas, que nos presentaron como lo mejor de lo mejor y ahora sabemos que son lo peor de lo peor. Hace falta tiempo y estudios, pero ambas cosas suelen estar reñidas con los resultados de las empresas de alimentación.
La cuarta mentira radica en los valores nutricionales de referencia que han puesto en la caja, que son para adultos y no para niños. ¿Porqué? Quizás habría que preguntarle a los pediatras que prestan su imagen para esto ¿No? A mí se me ocurre que si se utilizasen los valores de los niños los porcentajes igual se les dispararían, y eso que hablamos de raciones de 30 gramos (jajajajaja). Supongo que Nestlé puede argumentar que el producto no es sólo para niños y por eso ha usado esos valores, y yo me lo creería a pies juntillas, especialmente analizando el diseño de la caja, con sus ositos y perritos dibujados, los juegos online gratuitos que promete y el patrocinio [probablemente inverso] de los pediatras. Bueno, quizás no me lo creería. En mi opinión, incluso si este producto no fuese la basura que es, la caja ya sería denunciable por si sola, pues está totalmente diseñada, de inicio a fin, para confundir al consumidor, engatusar a los niños y estafar a sus padres con supuestos patrocinios científicos y verdades sesgadas.
Creo sinceramente que este producto está diseñado para el engorde de «ganado» humano y el único beneficiado de su consumo masivo es el fabricante. Y eso, como contaré muy pronto en otro artículo, puede ser precisamente lo que beneficie en segunda instancia a Nestlé, que no contenta con sacar beneficios generando obesidad, ahora apuesta por diversificar su negocio y pretende obtenerlo haciendo adelgazar a esos mismos a los que ha engordado. Esto, que entiendo que suena algo paranoico, lo estoy estudiando en detalle porque me he percatado que, de todos los fabricantes, Nestlé es el que más azúcar suele utilizar en sus productos. Comparando, por ejemplo, su yogur griego con trocitos de chocolate con el de Danone (que ya sabéis que no es ni mucho menos santo de mi devoción), el Hacendado (Mercadona), el Aliada (El Corte Inglés) y el de Carrefour, es precisamente el de Nestlé el que más azúcar contiene, en algunos casos con mucha diferencia con respecto a su competencia. Y resulta que no es el único producto en el que Nestlé sale victoriosa de esta dudosa competición por ser quien más basura incluye en sus productos, pero como digo, lo voy a publicar pronto destapando el negocio del supuesto adelgazamiento que ahora ofrece Nestlé a esos mismos a los que engorda y no quiero adelantarme a mis propias palabras. 🙂
En resumen, si todavía usas cereales en el desayuno de tus hijos, quizás sea el momento de plantearte lo que les estás dando de comer.
Carlos buenas noches.
Quiero consultarte respecto al consumo de avena. La industria esta incursionando en este producto, ¿tienes algún comentario respecto a esto?
Saludos.
Leí hasta que hablaste de los transgénicos como si fueran algo malo (y no, no lo son aunque hayan videitos de youtube afirmando lo contrario).
La mayoría de los cereales para el desayuno son una basura, pero no confundas a la gente.
Adios.
Quizás si leyeras más comprenderías que los cereales transgénicos son modificados para que no les afecten los pesticidas usados masivamente en su cultivo. Que al cereal modificado genéticamente no le afecte un pesticida no implica que no te afecte a ti.
Me parece que no engañan a nadie, la lista de ingredientes está ahí, quien quiera que los consuma y quien quiera que no. No veo que hayas tenido que hacer un análisis de laboratorio ni nada por el estilo para extraer tus conclusiones por lo que supongo que cualquiera que lea la caja pudde hacer lo mismo. No soy fan de este tipo de productos precisamente pero también creo que ultimamente lo de la comida «sana» (gilipolleces como la soja, la avena…) y tonterias como el vegtarianismo y el veganismo que, a parte de antinaturales (el ser humano es omnivoro), juega con la salud de los menores privándoles de elementos esenciales, se le está yendo a la gente de las manos.
Hola Claudia,
Yo creo que sí que engañan, y bastante. Mira, usan logotipos de asociaciones de pediatría para hacernos creer que es un producto «tan sano» que hasta los pediatras lo recomiendan para niños. Nos engañan porque aunque se supone que son cereales, son mayoritariamente azúcar. Nos engañan porque bajo el falso halo de producto sano nos venden un producto perjudicial para la salud. Nos engañan porque nos dicen que no comamos mantequilla ni huevos porque sube el colesterol cuando su producto tiene asociado infinitamente más riesgo cardiovascular que la mantequilla o los huevos.
En mi opinión, lo que se nos fue de las manos hace mucho tiempo es la regulación sobre el empaquetado y publicidad de los alimentos. Es cierto que la información está ahí, pero comprenderás que el consumidor medio no se lea la caja entera como hago yo, y eso es parte del engaño en mi opinión. Si las cosas fuesen tan claras como en las cajetillas de tabaco, otro gallo nos cantaría 🙂
Saludos,
Carlos
Hola Carlos! muy interesante tu blog, lo he descubierto hoy mismo gracias a un conocido.
Sólo quería preguntarte una cosa, ¿qué tal ves los Corn Flakes como cereales para desayunar?
Hasta hace poco tomaba cereales en plan krispies y eso, hasta que me conciencé en tomar algo con menos azúcar y los que tomo (Corn Flakes sin gluten de… Nestlé xd), parece que tienen bastante menos.
¿Qué opinión te merecen?
Un saludo y gracias de antemano.
Hola,
Por lo general soy contrario a desayunar cereales precisamente porque son un alimento muy procesado y cargado de azúcar. Ciertamente, los Corn Flakes originales son uno de los cereales menos azucarados que hay -si bien también hay otros hechos a partir de salvado más bajos en carbohidratos. Sin embargo, yo personalmente no los tomo y prefiero desayunos que aporten otros nutrientes más interesantes. Me suelo decantar por los pescados y los huevos por las mañanas.
Saludos,
Carlos Abehsera
Hola, muy interesante tu blog. Enhorabuena.
Tengo una pregunta: ¿Te has encontrado algún «cereal de desayuno» recomendable?
He mirado en muchas ocasiones la composición de los «cereales de desayuno» y apreciar la terrible cantidad de azúcar que llevan. ¿Son los productos denominados «muesli» mejores nutricionalmente? ¿Cuánto menos procesado/comercial mejor? No recuerdo sus composiciones, pero el muesli tiene pinta de ser cereal real y no un subproducto tipo bollería. ¿Estoy en lo cierto?
Gracias
Hola y gracias por leer el blog!
Lo cierto es que no soy muy partidario de tomar ningún cereal de desayuno porque soy más de los huevos, los lácteos, las carnes y los pescados. Sin embargo, el otro día vi que había unos cereales fabricados a base de salvado (carbohidratos estructurales no asimilables) en el Supercor. Desafortunadamente no recuerdo la marca para decírtela, pero si pasas por un Supercor y tienes paciencia para leerte la composición de los cereales de desayuno que tengan más pinta de integrales, seguramente los encontrarás. Lógicamente, lo que debes buscar es el grano completo, porque de ese modo el impacto de los carbohidratos en el organismo es mucho menor, aunque si quieres mi recomendación, mejor no abusar de los cereales, ni siquiera de grano completo.
Saludos,
Carlos Abehsera
He compartido este artículo y creo que alguno más en mi Facebook, pues lo considero muy interesante. De hecho toda la serie denunciable es muy interesante, por eso la promociono por mi lado. Enhorabuena, harían falta más personas que se dedicaran a desenmascarar la basura que se pone a la venta para comer.
Un saludo.
es una vergüenza que nos engañes asin .