Estos días, que me estoy despertando realmente temprano, me levanto algo destemplado y con unas ganas locas de tomarme algo ‘calentito’, y más consistente que el té verde con menta que suelto tomarme. El caso es que, si has probado alguna vez a hacerte un batido de proteínas caliente (y las proteínas eran de calidad), habrás notado la dificultad que esto conlleva, porque, en el momento en el que añades un líquido realmente caliente a esa proteína en polvo, ésta se ‘cuaja’ como la clara de un huevo y hace grumos de textura gomosa. Si esto te ha pasado alguna vez, y añoras poder tomarte las proteínas calentitas por la mañana, tengo buenas noticias para ti: he encontrado la forma de hacer batidos muy calientes usando proteína de calidad sin que ésta cuaje. Vamos a verlo y a entenderlo para que podáis hacer distintos tipos de batidos calientes, que os ayuden si tomáis proteína en polvo para adelgazar o para la regeneración muscular.
Lo primero que debes saber es que el hecho de que la proteína cambie su estructura terciaria -que es lo que sucede cuando se cuaja- no quiere decir que ésta pierda calidad; al contrario, en ocasiones puede ser muy beneficioso para el organismo. Por ejemplo, la proteína de la clara de huevo cruda es difícilmente asimilable por el organismo. Ya podéis desterrar la infundada idea de que hacerse un batido exótico de todo tipo de vegetales y con clara de huevo cruda es algo nutritivo. Si la clara de huevo no está cuajada no se asimila. Sin embargo, con la proteína de la leche, como el caseinato cálcico presente en el Casein Pro que he usado para hacer estas pruebas, el caso es bien distinto. No es necesario que la proteína cambie su estructura para que podamos asimilarla correctamente. Dicho esto, si la estructura cambia, tampoco ocurre nada. Tendrá una textura distinta, pero su aminograma será el mismo.
Yo había probado distintos modos de preparar batidos de proteínas calientes y los resultados habían sido siempre lamentables: cafés o chocolates calientes con grandes grumos de textura gomosa. Digamos que no era lo más apetecible para desayunar. Sin embargo, con Casein Pro Bombón Rocher los resultados han sido sorprendentes. Se trata de una proteína de caseinato cálcico con un intenso sabor a chocolate con avellanas. Se prepara de manera rápida y fácil, sin necesidad de tener que añadir un extra de sabor o cualquier otro ingrediente que lo potencie. Además, la textura resultante es perfecta, consistente y no tiene nada que envidiar a un chocolate a la taza tradicional. Lo preparé mezclando 20 gramos de Casein Pro Bombón Rocher con 200 ml de agua, tal y como indica el envase. Lo mezclé cómodamente en un shaker para que quedase bien diluido. Seguidamente lo calenté un minuto en el microondas y… ¡Listo! Ya tenía mi chocolate caliente rico en proteínas y vitaminas. Se puede preparar utilizando indistintamente agua o leche. A mi -particularmente- me gusta más prepararlo con agua. Se obtiene un sabor más intenso y resulta más cómodo de preparar si nos encontramos fuera de casa.
Esta mañana me he preguntado: si puedo hacerme un chocolate caliente con el Casein Pro Bombón Rocher, ¿podré hacerlo con Casein Pro de sabor neutro incorporando nuevos sabores? Como veréis en las fotos, seguí un proceso similar. Primero mezclé unos 20 gramos de Casein Pro en la cuarta parte de una taza grande de agua fría, hasta que obtuve una masa bien compacta. Después preparé un café grande en otra taza y, recién hecho y a mucha temperatura, se lo añadí a la pasta de Casein Pro, removiendo con una cucharilla. El resultado fue el de la última foto: una especie de café con ‘leche’ muy caliente, sin grumos y altamente rico en proteína de calidad. Asimismo, también podemos hacerlo con té o simplemente con agua caliente. La clave está en hidratar la proteína en frío antes de añadirle calor. Por lo que he podido comprobar, tanto con el Casein Pro Bombón Rocher, como con éste en neutro, la transformación de la proteína en polvo se produce al contacto con un líquido caliente; pero esto no ocurre si previamente la hemos hidratado en frío. A partir de aquí, las posibilidades son infinitas y en las próximas semanas seguiré haciendo pruebas que ya comentaré en el blog.
La primera, por si queréis ir apuntándola, ha sido usar la mezcla con agua muy caliente y posteriormente añadir 4 onzas de la tableta de Protochoc, que -por supuesto- se han derretido y han convertido mi batido en un chocolate caliente de excelente sabor, aunque no demasiado espeso, 🙂
Mientras tanto, tenéis dos alternativas claras: usar el Casein Pro Bombón Rocher (que viene ya con ese intenso sabor a chocolate), interesante cuando vamos a estar fuera de casa; o bien usar el Casein Pro de sabor neutro, siguiendo las instrucciones que he detallado en este artículo y que ahora procedo a ilustrar con algunas fotografías.
1. Empezamos con Casein Pro
Llenamos 1/4 de taza con agua fría
3. Añadimos 15-20 g de Casein Pro al agua
4. Movemos hasta obtener una pasta
5. Preparamos un café (o cualquier otra infusión) en otra taza
6. Mezclamos la infusión con la pasta y movemos con cucharilla