Categoría: Noticias

Noticias relacionadas con la pérdida de peso, la nutrición en general y cualquier iniciativa orientada a adelgazar.

Volver a la rutina tras la pandemia

Todo apunta a que, salvo sorpresa mayúscula, estemos viviendo los últimos coletazos del COVID-19 y toca volver a la rutina tras la pandemia. Quizás nos queden meses por delante antes de recuperar por completo la normalidad, pero creo que ya hemos dejado lo peor atrás.

Estos casi dos años han sido -al menos para mí- absolutamente agotadores, tanto en lo físico como en lo mental. Por lo que veo a mi alrededor, una aplastante mayoría de personas se siente de manera parecida a mí, con ganas de recuperar la normalidad e incluso volver a esa rutina que tantas veces nos pareció aburrida antes de Marzo de 2020, cuando me atrevo a decir que nuestras vidas cambiaron por completo en cuestión de semanas y sin apenas previo aviso.

En mi caso concreto, puedo afirmar que me dejé llevar en gran medida por los acontecimientos. La correcta nutrición y alimentación pasaron a segundo plano hace dos años en mi casa, y no por casualidad, sino por verme desbordado por acontecimientos que hicieron mella inmediata en mi entorno. Afortunadamente, he tenido la suerte de que nadie de mi familia y muy pocos amigos cercanos han sufrido en primera persona la catástrofe de la enfermedad provocada por el virus. Sin embargo, las noticias que me llegaban directamente desde los distintos hospitales donde trabajan mis familiares eran realmente alarmantes, ya no solo por la gravedad de la pandemia, sino por la escasez de medios que hubo al principio.

Tras el estrés sufrido ahora necesitamos volver a la rutina tras la pandemiaEn aquella época pasé semanas buscando mascarillas, guantes, gel hidroalcohólico y todo lo que en aquel momento parecía necesario casi para sobrevivir, y el estrés me tenía bastante vencido. Mi mujer se puso a preparar los fines de semana algo parecido a trajes EPI con bolsas de basura de gran tamaño que teníamos en casa para dárselos a nuestros familiares que acudían a diario al hospital con poca o nula protección. Días antes de que se decretase el fin de las clases presenciales en los colegios y viendo como aumentaban los contagios e ingresos en hospitales, decidí dejar de llevar a mis hijos pequeños al colegio. A todo esto, mi hijo mayor estaba en Alemania, estudiando y trabajando, y antes de que pudiéramos darnos cuenta, no podía volver de manera sencilla ni le queríamos metido en un avión con otras 150 personas. Mis padres, bastante mayores y con factores de riesgo, eran otra fuente de preocupación continua.

Alarmado por la paulatina desaparición de alimentos de los supermercados, traté de comprar más conservas de lo habitual, compraba casi cualquier cosa que pudiera encontrar que tuviese una fecha de consumo preferente larga, e incluso agua embotellada, que en casa no usamos, y alguna garrafa de combustible, así como bombonas de gas propano para hornillos y quemadores portátiles. En mi casa todo es eléctrico y si hubiese habido cortes de luz hubiésemos tenido problemas graves. Mirando ahora en retrospectiva, todo lo que hice y compré me parece exagerado, pero claro, a toro pasado, porque en el momento me sentía, no como protagonista, sino como actor secundario de esos que caen a las primeras de cambio en una de esas series apocalípticas que se estrenan cada año.

Pero bueno, ahora creo que todo esto está en gran medida superado y el cambio de año me ha hecho comenzar con optimismo y volver a ver la vida de otro modo, así que estoy tratando de volver a la normalidad y, requisito indispensable, he comenzado por volver a la rutina nutricional, a comer bien y a sentirme sano. Ha sido muy sencillo en realidad, porque en cuanto he comenzado a comer bien, he comenzado a dormir bien. Quizás al principio me quitaba el sueño la pandemia, pero en algún momento la falta de sueño comenzó a ser un problema físico y no psicológico como al principio. Al segundo día de llevar una rutina nutricional adecuada estaba durmiendo como un lirón, algo que hacía casi dos años que no conseguía.

Y no solo eso. Durante la pandemia había vuelto a tener acidez y pesadez de estómago, y eso también ha desaparecido casi de inmediato. Sin duda, estaba comenzando a tener inflamación como antes de 2011, cuando tenía que tomar protector gástrico y antiácido a diario. Pero no ha sido esto lo único que he notado de golpe al volver a la alimentación saludable. Ha sido entrar en cetosis y recuperar de golpe una energía y una claridad mental que me había abandonado durante gran parte de estos dos años de pandemia. Me levanto con ganas de comerme el mundo.

Durante estos dos pasados años he sido consciente de que no estaba comiendo bien, y de que poco a poco -además de ganar algunos kilos- mi salud se estaba empezando a resentir. En agosto de 2020 yo también me contagié del virus SARS-COV-2, pero no desarrollé la enfermedad. De hecho, si no me hubiese hecho una PCR por aviso de un contacto cercano jamás me habría enterado de la infección, pues fui un contagiado absolutamente asintomático. Pero claro, en Agosto de 2020 yo llevaba casi 10 años siguiendo una alimentación muy sana y haciendo deporte y estoy convencido de que mi sistema inmunológico estaba funcionando a la perfección. Quizás eso tuvo algo que ver con no sufrir absolutamente ningún síntoma de la infección. Desde entonces me hago pruebas serológicas cada 3-6 meses y mis anticuerpos andan siempre disparados, hasta más de 4.000 BAU/mL, así que en mi caso al menos, ahí cae el mito de que los anticuerpos naturales solo duran unos cuantos meses.

Ahora, mi objetivo es recuperar esa forma física que tenía cuanto antes y asegurarme que mi sistema inmunológico y mi salud en general vuelven a estar al 100%. Y aunque pensé que me iba costar trabajo volver a la rutina después de todo este tiempo, la realidad es que está siendo, hasta el momento, más que sencillo de lo que esperaba. De modo que, si durante estos meses de pandemia te has sentido de manera parecida a mí y estás pensando que ya es hora de tomar las riendas y volver a sentirte mejor, te anticipo que es más fácil de lo que crees y que, en cuanto encadenes dos o tres días seguidos vas a notar cambios radicales, y te animo a que comiences cuanto antes porque, en el aspecto psicológico, esto es una ayuda adicional para dejar atrás todo lo que hemos vivido últimamente. Sé que te costará creerme si te digo que hasta me veo diferente en el espejo, pero como siempre digo, compruébalo y verás que no miento. Si la habías abandonado, vuelve a tu rutina, te lo agradecerás de inmediato y lo verás en el espejo.

¿Primera vez por aquí y no sabes por dónde empezar? Quizás leer estos comentarios de lectores y seguidores en Amazon te den una idea.

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La vacuna para el COVID-19 y la transparencia

Pues parece que llega la vacuna contra el COVID-19 y creo que no me equivoco si afirmo que todos queremos que se acabe este infierno del coronavirus y volvamos cuanto antes a lo que unos llaman normalidad, otros nueva normalidad y yo, simplemente, libertad. No me gustan las prohibiciones, incluso cuando tengan cierta justificación como las que sufrimos en la actualidad. Personalmente, confío en la capacidad del ser humano de aprender y obrar en consecuencia y siempre he defendido que la formación y la información deben estar al alcance de todas las personas mucho antes que sea necesaria la imposición. Por eso, aunque ni fumo ni defiendo el tabaco, defiendo el derecho a fumar. Con todo lo que critico el azúcar en este blog, defiendo el derecho a su consumo: no quiero que se prohíba, pero sí que se informe a todo el mundo de manera eficaz y veraz de las consecuencias reales de su consumo.

En esta misma línea de pensamiento me posiciono en general con el tema de las vacunas y también en particular con las vacunas que se están anunciando contra el coronavirus. Creo que todo el mundo debe ser libre de elegir si ponérsela o no, pero sería deseable que esa libertad venga precedida de la adecuada información que permita al ciudadano disponer de los datos que necesita para tomar una decisión razonable y razonada. Después de todo, ¿Quién no querría ponerse una vacuna cuya eficacia estuviese probada y no produjese efectos secundarios serios? Yo, desde luego, con esas certezas, sería el primero en la cola para vacunarme.

Hemos asistido, tras las elecciones en Estados Unidos, a una catarata de buenas noticias acerca de las vacunas para el COVID-19 por parte de las distintas empresas que las están desarrollando, con las que parece que se han obtenido, en la tercera fase del desarrollo -que es la fase de prueba masiva- eficacias que van desde el 90% al 95%, lo que indudablemente son magnificas noticias para todos, aunque desgraciadamente no dejan de ser eso: noticias. En realidad, hay que mirar bien los datos para entender si el titular grandilocuente guarda relación directa con el resultado real de la prueba. Esto, en mi opinión, lo deberían hacer previamente los periodistas que publican las noticias, pero hace mucho tiempo que perdí la esperanza en que los periodistas cotejasen o siquiera verificasen información científica antes de publicarla, y por ello, ayer me puse manos a la obra en busca de los estudios que avalen esos buenos titulares acerca de la estupenda eficacia de las distintas vacunas para luchar contra el dichoso coronavirus.

Información sobre vacunas para el COVID-19

Mis fuentes de información, como en otros artículos de este blog, son las publicaciones científicas, clasificadas con la ayuda de PubMed, que hace un gran trabajo de recopilación de información, y además, todas las fuentes serias de información acerca del COVID-19 que publican los organismos científicos de los distintos gobiernos, o sea, no he buscado noticias acerca de la vacuna para el coronavirus en los periódicos de ningún sitio, sólo en publicaciones científicas. ¿Porqué? Porque quiero la información de primera mano, sin pasar por el teclado de ningún redactor. Quiero leer cómo se han realizado los ensayos y cómo se han recopilado y tabulado los resultados. La humanidad le debe mucho a la industria farmacéutica, es indudable, pero en mi opinión, la industria farmacéutica le debe pedir perdón a la humanidad por ciertas conductas poco éticas que ha tenido en el pasado y sigue teniendo en temas concretos, y antes de lanzar las campanas al vuelo, creo que es lógico evaluar lo que están haciendo y cómo lo están haciendo porque, la historia nos ha enseñado que, esa falta de control y rigor científico, ha sido nefasta.

No olvidemos, ni por un momento, que distintos gobiernos del mundo, incluyendo los de nuestro entorno directo (Europa) e indirecto (América) se han aventurado a encargar cientos si no miles de millones de dosis de estas vacunas para el coronavirus, lo que indudablemente habrá generado contratos billonarios. En España, si me tengo que creer las noticias que se han ido publicando en las últimas semanas, el gobierno debe haber encargado, en total, más de 120 millones de dosis de distintas vacunas contra el COVID-19, algo así como el triple de dosis que de personas, lo cual es, cuando menos, llamativo. Pero, ¿Qué sabemos en realidad de estas vacunas contra el COVID-19? Yo, hasta ayer, sabía que había de dos tipos, las convencionales y las basadas en el ARN con nuevas técnicas, y también sabía que algunas eran de una sola dosis y otras hay que suministrarlas con una dosis inicial y otra de refuerzo, pero más allá de eso, y de ciertas dificultades logísticas por temas de temperatura de conservación, sabía más bien poco.

Lo que dice The Lancet sobre las vacunas del COVID-19

Para colmo, este estupendo editorial de la revista The Lancet, referente mundial de la comunidad científica, del pasado 21 de Noviembre, terminó de hacerme abrir los ojos con respecto a lo que más tarde iba a descubrir acerca de los estudios sobre las vacunas contra el COVID-19. En el artículo, The Lancet denuncia que los resultados de los estudios de las vacunas no se han publicado, sino que se han anunciado vía nota de prensa, lo que indudablemente genera muchas incertidumbres científicas. Además, expone que existen pocos datos acerca de la seguridad de estas vacunas contra el coronavirus y que no está claro como funcionarán en las personas mayores ni en las que tengan condiciones médicas previas, que son los dos grandes grupos de riesgo para el COVID-19. Pero The Lancet va más allá y declara que algunas de estas cuestiones no se podrán responder durante mucho tiempo y, para colmo, se desconoce por completo la duración de la protección que la administración de las vacunas proporciona dado que no ha habido tiempo de medirlo. Si todo esto, que yo ahora suscribo, lo dijese un tipo que va andando por la calle, se le llamaría negacionista, antivacunas y de cualquier otra forma peyorativa, pero ojo, si esto lo dice The Lancet en su editorial, es para prestarle un poco de atención.

En efecto, como adelantaba el editorial, me ha sido imposible encontrar publicados los los estudios de las distintas vacunas contra el COVID-19 llevados a cabo por las empresas farmacéuticas. Esto no significa que no existan dichos estudios, que necesariamente tienen que existir, sino que se están produciendo las ventas del fármaco antes de que la información sea pública, al menos para el que paga, que es el ciudadano de a pie con sus impuestos. En otros casos, como enseguida veremos, resulta que los estudios todavía no han concluido y con sólo un 30% del mismo ejecutado, ya se están produciendo las ventas y los contratos de las vacunas. ¿Qué periodista le ha dicho esto al ciudadano de a pie? Sospecho que ninguno. Y esta falta de transparencia me parece lamentable.

Comprendo las prisas por encontrar una solución a este problema, pero la prisa no debe cegarnos y un buen titular en los periódicos no debe ser suficiente para tomar acciones masivas de este calado. Todos queremos una vacuna que funcione y sea segura, yo el primero, pero necesitamos los datos que avalen ambas cosas, no un simple titular de un medio de comunicación que se apoya en una nota de prensa de un estudio inconcluso o, peor todavía, inconcluyente.

La vacuna de AstraZeneca y la Universidad de Oxford

Sin embargo, sí he podido encontrar algo de información publicada sobre las fases anteriores de la vacuna, y lo que leo tampoco me entusiasma. Por ejemplo, sobre la famosa vacuna contra el COVID-19 de AstraZeneca y la Universidad de Oxford, está disponible el resultado del estudio previo de la fase I/II, que en efecto arroja buenos datos de seguridad y eficacia… para un grupo concreto de personas. En primer lugar, el estudio no es un doble ciego, sino que únicamente los participantes desconocen quienes están recibiendo la vacuna y quienes un placebo parcial que produce similares efectos secundarios que la vacuna real. En segundo lugar, se escogieron 1077 participantes, todos adultos sanos entre 18 y 55 años, con una edad media de 35 años, mitad hombre y mitad mujeres, y un 91% de raza blanca. Y aquí, me asalta una duda: yo, que soy blanco y estoy en ese grupo de edad y además razonablemente sano, y no pertenezco a ningún grupo de riesgo, dado que no tengo patologías previas, puedo fácilmente ser un sujeto de ese estudio, pero, ¿porqué escogen personas como yo para el estudio? Yo me contagié de COVID-19 en Agosto, PCR positiva y posterior serología con positivos en anticuerpos IgG e IgM. No tuve síntomas ni afortunadamente desarrollé ninguna enfermedad. Tampoco contagié a nadie, pese a que me enteré tarde de mi contagio y lamentablemente estuve con muchísimas personas durante el tiempo que era técnicamente portador y contagioso. ¿Porqué me usan a mi en el estudio en lugar de tener presentes a las personas mayores y a los que tienen patologías previas, que parece que necesitan esta vacuna contra el COVID-19 bastante más que yo, al menos estadísticamente?

Ahondando un poco más en el estudio, vemos que la vacuna contra el COVID-19 de AstraZeneca y la Universidad de Oxford alcanza una eficacia del 90%, pero su eficacia media es del 70,4%, que ojo, está muy bien y es magnífico, pero no es lo que nos han vendido en los titulares de los medios de información. Y una frase que ha llamado poderosamente mi atención: Como parte del acuerdo entre AstraZeneca y la Universidad de Oxford, la vacuna se suministrará sin ánimo de lucro durante la duración de la pandemia y a perpetuidad para los países de ingresos medios y bajos. En otras palabras, la vacuna no ha venido para prestar servicio e irse, sino para quedarse.

Los resultados de la fase III de este estudio no son públicos todavía (o al menos yo no los encuentro publicados por ningún sitio) pero parece que los harán públicos en algún momento. ¿Qué nos hace pensar ahora que la fase III se ha realizado con doble ciego y con adultos menos sanos? Pues de hecho, la propia Universidad de Oxford tiene publicada la nota de prensa que ha dado lugar a los estupendos titulares acerca de su vacuna, pero ni las noticias son tan buenas como parece, ni se esclarecen datos reales del estudio más allá de que han participado unas 24.000 adultos sanos entre 18 y 55 años y se espera llegar a 60.000. O sea, ¡el estudio no ha acabado pero la vacuna, según dice la propia nota de prensa, ya se está fabricando en 10 países y vendiendo! Quizás peque de prudente, o de inocente, pero me parece que se está corriendo más de la cuenta. Y mientras tanto, el Gobierno de España insinúa que la vacunación comenzará en Enero priorizando a las personas mayores, precisamente aquellos con los que parece que no se ha probado la vacuna. ¿No sería mejor vacunar primero a los jóvenes, con los que se ha probado y aparentemente es segura, y de este modo propiciar que estos no puedan contagiar a los mayores? De hecho, una de las observaciones que más me gusta de estos resultados preliminares es que la vacuna puede reducir la transmisión del virus, que es sin duda la forma más efectiva de acabar con una pandemia, y de demostrarse cierta, solo por eso, ya merecería la pena vacunarse.

Preguntas sin respuesta sobre las vacunas contra el COVID-19

Por último, comparto algunas preguntas que me rondan la mente para las cuales todavía no tengo respuesta, por si alguien puede iluminarme con datos en la mano ¿Cómo sabemos que no estamos creando una población crónica de miles de millones de personas con el uso de estas vacunas si no se conocen sus efectos a medio y largo plazo? ¿Es posible destruir al virus por completo a base de vacunas? ¿Y si luego descubrimos que, para ser efectiva en el tiempo, la vacuna contra el COVID-19 tuviese que administrarse cada año, o cada seis meses, o cada dos semanas, o como las estatinas, una pastillita al día de por vida? ¿Se puede higienizar el planeta y librarlo de este u otro virus a base de mascarillas y gel hidro-alcohólico o es mejor aumentar la exposición al virus de los sujetos sin riesgo y permitir que el sistema inmune trabaje? ¿No sería más inteligente ampliar la capacidad hospitalaria, sobre todo de UCIs, y darle un poco más de tiempo al estudio de las vacunas? ¿Porqué se han podido desarrollar estas vacunas tan rápido en comparación con otros virus para los cuales, muchos años después de su descubrimiento, todavía no existe vacuna, como en el caso del VIH y del cual tenemos décadas de información acumulada pero no una vacuna? ¿Qué parte de ciencia y qué parte de negocio hay en los desarrollos de las vacunas contra el COVID-19? ¿Porqué no se hacen públicos los resultados de los estudios antes de permitir la venta y administración del fármaco, como ocurre con el resto de fármacos del mundo? ¿La Agencia Europea del Medicamento será, en último caso, responsable si algo se nos va de las manos con las vacunas del coronavirus? ¿Quién toma la decisión de aprobar una de estas vacunas contra el COVID-19 y ponerla en funcionamiento y, sobre todo, de qué datos dispone para tomar dicha decisión?

¿Cómo proceder con las vacunas para el coronavirus?

Personalmente, pido transparencia a la industria y a los gobiernos. Quiero una vacuna contra el COVID-19 que sea segura y que funcione y, si de mi dependiese, lo importante sería garantizar primero ambas cosas antes de permitir su uso. Comprendo las prisas, pero hablamos de miles de millones de dosis de unos fármacos que se han saltado a la ligera toda una línea temporal de protocolos que existe, precisamente, para garantizar seguridad y eficacia. No se me ocurre, en la historia de la humanidad, experimento previo a semejante escala, y por tanto, debe obrar la prudencia. La noticia de que Reino Unido pretende comenzar a administrar la vacuna el próximo lunes me parece descabellada, y las intenciones del Gobierno de España de empezar en Enero, igual de loca. Por favor, un poco de cordura en todo esto y, sobre todo, datos, transparencia y datos, no titulares ni notas de prensa, estudios científicos publicados.

Recordatorio: Este es un artículo de opinión escrito para promover la investigación y el uso de los datos científicos que no pretende ofrecer consejo médico ni sustituirlo. Las opiniones vertidas en este artículo son fruto de los datos que obran en poder el escritor en este momento. El análisis de nuevos datos podría provocar un cambio de opinión parcial o total. Ante cualquier duda de salud, consulte siempre con su médico.

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Mantener el peso después de adelgazar

Soy consciente de la preocupación que muchos tenéis con el mantenimiento del peso después de haber perdido una cantidad considerable de kilos y del miedo generalizado que existe al llamado efecto rebote. Aunque en el libro Adelgazar sin Milagros ya explico que el famoso efecto rebote es una causa directa de seguir dietas hipocalóricas bajas en nutrientes de calidad (proteínas y grasas), lo contrario de lo que recomiendo hacer, el hecho de haber seguido la Isodieta o cualquier otra dieta cetogénica para adelgazar no nos garantiza que no vayamos a volver a ganar peso, si bien, como publicaba hace unos días el British Medical Journal (BMJ), nos pone en una situación de ventaja con respecto a otras dietas para adelgazar, como en seguida veremos.

Una buena forma de comenzar a entender qué debemos hacer para mantener el peso después de haber adelgazado es recordar aquella famosa broma de Emilio Aragón en la que salía, imitando un anuncio de medicamentos de televisión, moviendo el cuello hacia un lado y hacia el otro con cara de dolor mientras una voz en off decía «Si cuando usted mueve el cuello así siente un fuerte dolor y un pinchazo… no mueva el cuello así». Esto, en cierto modo, es lo mismo en temas de nutrición. Si en este tiempo has aprendido que tomar un 65% de carbohidratos en tu dieta te hace engordar como a la mayoría de mortales, pues comienza por no tomarlos, que de ello vamos a hablar ahora.

Estudio BMJ en dietas lowcarbEl balance energético (energía consumida menos energía utilizada) es una parte importante de la ecuación que tenemos que usar para comprender qué debemos hacer para mantener el peso después de adelgazar. Pero antes de hablar del mantenimiento de un peso concreto, cabe recordar que lo importante no es el peso, sino la composición corporal, cuya importancia puedes recordar leyendo este artículo que escribí hace ya algún tiempo antes de continuar. Por lo tanto, obsesionarse con lo que dice la báscula que pesamos sin tener en cuenta qué materia estamos pesando, es bastante poco útil. Lo que debe primar, por encima del peso, es la composición de nuestro cuerpo.

Al adelgazar siguiendo el método que explico en el libro, provocamos un balance energético negativo, comiendo menos calorías de las que consumimos, pero no de cualquier forma. Lo hacemos vigilando con detalle la ingesta de proteína y de grasa para evitar la desnutrición a la que llevan la mayoría de dietas hipocalóricas y promoviendo la creación de masa muscular y la destrucción de reservas de grasa. Lógicamente, una vez alcanzados nuestros objetivos, debemos modificar el balance energético para mantenernos en una situación en la que nuestro cuerpo siga cambiando, generando más masa muscular a largo plazo, pero dejando de perder peso. Y aquí es donde vienen las buenas noticias que, aunque ya anticipé en el libro Adelgazar sin Milagros, ahora se comprueban con la publicación de un nuevo estudio en el BMJ al que hacía referencia al principio de este artículo.

Al reducir la ingesta de carbohidratos en nuestra dieta y focalizarnos en comer los otros dos macronutrientes, las proteínas y las grasas, conseguimos reducir la grasa almacenada en nuestro cuerpo, o sea, adelgazamos, y además de propina aumentamos nuestra masa muscular. Esto tiene una serie de efectos beneficiosos para nuestra salud que ya expliqué con detalle en el artículo sobre Beneficios de una Dieta Cetogénica y, de entre ellos, uno muy importante para ayudarnos a mantener el peso es la aceleración del metabolismo, o sea, que nuestras necesidades energéticas diarias crecen, por lo que partimos con ventaja en el balance energético de la dieta y podemos aumentar la comida que ingerimos sin engordar. Pero, ¿es esto simple teoría de balance energético o una realidad demostrada? Veamos…

Estudio BMJ PersonasEl BMJ publicó el pasado 14 de Noviembre los resultados de un estudio llamado «Effects of a low carbohydrate diet on energy expenditure during weight loss maintenance: randomized trial«, en Español, «Efectos de una dieta baja en carbohidratos en el gasto energético durante el mantenimiento del peso perdido: estudio aleatorio». Como en otras ocasiones, lo primero que hay que consultar en estos estudios es la afiliación de los investigadores y de dónde proceden los fondos para el estudio. En este caso, en mi opinión, la fiabilidad es incuestionable: Boston Children’s Hospital, Harvard Medical School, Framingham State University, University of Arkansas y Baylor College of Medicine. Ni una marca comercial, ni una farmacéutica, ni nada que no sea estrictamente investigación científica y medicina.

Pues bien, en el estudio, los investigadores concluyen que reducir la ingesta de carbohidratos incrementó el consumo energético durante el posterior mantenimiento del peso perdido y este efecto metabólico puede mejorar los resultados en el tratamiento de la obesidad, especialmente entre las personas que tienen mayor secreción de insulina. O sea, lo que vienen a decirnos es que si has perdido peso, te resultará más fácil mantener la pérdida si te mantienes en una dieta baja en carbohidratos.

Me parece interesante que en la conclusión no den importancia a otros aspectos de la dieta. Quiero decir, que para ellos, lo significativo no es la cantidad de alimento ingerida ni cuanta grasa o proteína han tomado los sujetos en esa fase de mantenimiento (si bien la controlan durante el estudio). La conclusión definitiva es que aquellos sujetos que mantuvieron baja la ingesta de carbohidratos tuvieron más facilidad para mantener el peso perdido. Por lo que, lo primero que debes hacer si quieres mantener el peso que has perdido es mantener baja la ingesta de carbohidratos. En concreto y siempre según este estudio, consumiendo menos de un 20% de energía en forma de carbohidratos, tus posibilidades de mantener el peso perdido son mucho mayores. En mi modesta opinión, cuanto más bajo es ese porcentaje, mayores son las posibilidades.

¿Se puede mantener una dieta baja en carbohidratos sin renunciar a ciertos alimentos?

Una parte crucial del éxito de una dieta o de un tipo de alimentación concreto es sin duda la capacidad de adherencia al plan nutricional que impongamos. Como seres humanos, hace muchísimo tiempo que dejamos de comer para subsistir y comenzamos a comer por placer. La superabundancia de alimentos en nuestro entorno sustituyó socialmente la necesidad de alimentarnos por el placer de la alimentación. Este foco de placer, situado en el cerebro, reacciona fuertemente a los estímulos visuales, algo que los fabricantes de alimentos controlan a la perfección. Si te gusta el pan, la simple imagen de una hogaza tradicional recién horneada hará estragos en tu centro del placer y te dificultará la adherencia a una dieta baja en carbohidratos si cada vez que veas un pan se te hace la boca agua. Esto mismo se aplica a cualquier otro alimento rico en carbohidratos. La realidad es que tienes que renunciar al pan, al menos al pan tradicional, y lo mismo ocurre con el resto de alimentos ricos en carbohidratos y especialmente los de alto índice glucémico.

Dieta baja en CarbohidratosPara renunciar a los alimentos que nos proporcionan placer sin vivir amargados, tenemos que trabajar dos frentes: el autocontrol y el sistema de recompensas. Yo encuentro facilidad para ambas cosas usando alimentos frescos con puntuales añadidos de productos sustitutivos. Para ello, incluso cuando como fuera, tiro de carnes, pescados y huevos principalmente y me apresuro a evitar pan, patatas y demás acompañamientos habituales. No me resulta difícil porque me gusta la carne, el pescado y demás alimentos frescos sin carbohidratos. Sin embargo, puedo levantarme un día y tener un antojo de tostadas o de galletas, y aquí es donde el sistema de recompensas entra en la ecuación. Para esos días, o busco el tiempo de hacerme mi propio pan y mis propias galletas, o tiro de alimentos sustitutivos. Mi jornada laboral es fácil que tenga 10, 12 o 14 horas, cosas de los autónomos supongo, y cuando me apetece tomar algo en fin de semana, el pequeño demonio que todos llevamos dentro me dice que me lo merezco, que es la recompensa al trabajo duro de toda la semana.

Si bien estoy de acuerdo en obtener una recompensa en forma de placer alimenticio, hace tiempo que aprendí que para mantener el peso, esas recompensas también tienen que ser adecuadas. Dicho de otro modo, de manera puntual, no voy a renunciar a tomarme alguna galleta o algo de pan, pero lo que tome, será un producto sustitutivo, ya sea hecho por mi siguiendo cualquier receta del libro Cocinar sin Carbohidratos o comprado hecho, porque esa, me temo, es de momento la única forma de mantener el peso perdido. Si volvemos al azúcar, al alcohol, a las harinas y al resto de productos que nos hicieron engordar en primer lugar, irremediablemente engordaremos de nuevo.

Un último apunte: si te fijas bien, en la introducción del estudio del BMJ del que hemos hablado, los investigadores escriben una frase esclarecedora y muy importante, que viene a decir que la epidemia de obesidad comenzó en los años setenta cuando sustituimos las grasas alimenticias por los carbohidratos en nuestra dieta. Dicho de otro modo, cuando primaban las grasas y no los carbohidratos en nuestra dieta, no existía esta epidemia de obesidad. ¿Qué nutriente crees que puedes potenciar en tu dieta de mantenimiento sin que afecte de manera directa tu peso? Ahí lo dejo, pendiente de ampliación en otro artículo.

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Nutriscore fabrica borregos nutricionales

Puntuación Nutriscore de la Coca Cola ZeroSi usted creía que era mejor comprar una botella de Aceite de Oliva Virgen Extra que una botella de Coca Cola Zero es usted un idiota, un pardillo, un inepto. Y no lo digo yo, se lo dice el Gobierno de España, o más bien se lo va a decir desde ahora mismo de manera voluntaria y dentro de un año, de manera obligatoria, que son los plazos que ha dado la ministra de sanidad española para poner en marcha la peor idea posible en materia de nutrición y salud, el sistema de puntuación Nutriscore, ya usado en Francia, cuna de corporaciones tan saludables para los consumidores como Nestlé o Danone. Querido lector Americano, aunque este artículo se refiere a España, no deje de leerlo. Le aseguro que este absurdo se dirige también hacia su país con paso firme. Es cuestión de tiempo que llegue porque los intereses comerciales priman.

Puntuación Nutriscore del Aceite de Oliva Virgen ExtraEl sistema Nutriscore parte de la base de que usted es idiota y, como es idiota, en lugar de potenciar que la información nutricional en los envases de los alimentos sea completa, correcta y veraz, para que usted la pueda analizar objetivamente, el gobierno ya se encarga de ponerle un semaforito a cada alimento para decirle si lo que está usted a punto de comprar le conviene o no. Para mí, que llevo años luchando por mejorar la educación nutricional y alimenticia a todos los niveles y principalmente a través de la divulgación y la formación, esta estrategia es un absurdo de proporciones mayúsculas. Nuestros políticos han decidido que en lugar de informarnos, enseñarnos y confiar en nuestro criterio, un algoritmo matemático -bastante simplista por cierto- está capacitado para tomar una decisión mejor que nosotros. Pero en realidad, resulta que eso no es así, porque el ciudadano medio, como ser humano, tiene una capacidad de raciocinio, interpretación y análisis mucho mayor que cualquier algoritmo matemático, y que conste que esto no se lo dice un nutricionista, se lo dice un programador informático con muchos años a sus espaldas de analizar y crear algoritmos infinitamente más complejos que la chapuza esta del Nutriscore.

En esencia, un algoritmo es tan bueno como la persona que lo creó, pero adolece de una serie de factores que son precisamente lo que hace de nuestra especie un ser complejo. Mientras que el algoritmo Nutriscore mide siempre los mismos valores en la práctica totalidad de los alimentos, sin siquiera plantear la cantidad habitual consumida del alimento, los humanos podemos analizar los alimentos que compramos usando una cantidad infinita de parámetros a la hora de valorar su calidad e idoneidad para nosotros. ¿Recuerda que le dije al principio que en Francia ya se utiliza este algoritmo? Pues pregúntese ahora porqué los quesos se miden de manera distinta al resto de alimentos en Nutriscore. Si Francia fuera un país productor líder de piñas en lugar de quesos, sospecho que la piña tendría también su propia casuística en este algoritmo para salir siempre menos desfavorecida. Y, si la producción de Aceite de Oliva tuviese en Francia la importancia que tiene en España, ¿se haría también una excepción para este alimento? No se preocupe, en breve tendrá las respuestas a estas preguntas en cuanto el gobierno español manipule el algoritmo al son de los lobbies que más le presionen antes de hacer oficial la versión española porque, desafortunadamente, así funciona el mercado alimenticio mundial.

Algoritmo Nutriscore, parte 1

El algoritmo Nutriscore, como le muestro en las imágenes de arriba y abajo de este párrafo, tiene un patrón establecido en el que mide únicamente un puñado de datos y otorga puntos que suman y puntos que restan y, en función del resultado aritmético final, otorga una puntuación que el gobierno además nos traduce a un color, porque debe ser que somos especialmente estúpidos y un simple número nos puede resultar complejo de entender, y por eso nos traduce el número a color, siendo el verde el más positivo y el rojo el más negativo. Dígame una cosa, ¿Cuándo fue la última vez que usted fue a comprarse una camisa o un pantalón y, como consumidor, para decidir qué prenda comprar usó un sistema de sumas y restas con puntos negativos y puntos positivos para valorar las diferentes opciones, cuyo resultado numérico tradujo a un color para que le fuese visualmente más sencillo tomar una decisión? ¿O acaso humanizó usted el proceso de compra analizando el uso concreto que le iba a dar a esa prenda, entendiendo cómo le quedaba a usted en concreto y no al maniquí de la tienda o a su prima de Zaragoza, y finalmente se decantó por colores que le favorecen a usted en lugar de los que favorecen a su vecino del quinto? Es absurdo, ¿verdad? Pues acostúmbrese, esta simplificación de la vida es lo que viene en materia nutricional.

Algoritmo Nutriscore, parte 2

Visitaba yo una isla de Centroamérica hace un par de décadas y caí en la cuenta de que, por los caminos que recorren la isla, los troncos de los árboles estaban pintados. De repente, una zona llena de troncos pintados de rojo. Inmediatamente después, otra zona con los troncos pintados de azul. Pregunté a qué se debía la pintura de los troncos de los árboles, y resultó que estaban de elecciones gubernamentales, pero como el índice de analfabetismo era tan alto, en lugar de explicar a los electores los programas electorales, hablar de las necesidades sociales o realizar promesas en materia económica, era más sencillo convencer a los borregos de votar a un partido o a otro por su color, de modo que se limitaban en campaña a pintar cualquier cosa que hubiese por los caminos de un color o de otro. Obvia decir que, con más de 20 años de retraso, este tipo de manipulación inculta ha llegado a España y se está extendiendo por todo el mundo. Los partidos políticos se aferran a un color y los políticos mienten continuamente con la certeza de que a usted lo que le importa no es la verdad, sino defender el color de su partido, el color de su equipo, sea usted blanco, verdiblanco o azulgrana; ya sabe, azul, rojo, naranja o morado en España…

Contra el adoctrinamiento de los colores, los ciudadanos debemos decir basta y dejar de votar o, en este caso, comprar, un color concreto, porque es absurdo, porque degrada nuestra capacidad intelectual al nivel de un algoritmo básico y simplista de coloreado resultado. Y este algoritmo además de simplista es erróneo, no sólo porque maneja un puñado muy limitado de datos, sino porque además es manipulable. Dado que el fabricante sabe lo que suma y lo que resta, puede introducir, cuando lo necesite, modificaciones en sus productos con el único afán de mejorar una puntuación sin que, en realidad, el producto mejore nutricionalmente hablando ni sea mejor para su salud, y si no me cree, dígame, nutricionalmente hablando, ¿qué demonios le aporta la Coca Cola Zero a la humanidad?

Borrego Adoctrinado producto de NutriscorePara colmo, en el diseño del algoritmo Nutriscore hay errores de bulto, como presuponer que el hecho de que un producto incluya cereales lo hace más sano o que contener grasa saturada lo hace poco saludable. Y todo ello, por no hablar de que cada persona tiene unas necesidades nutricionales diferentes y que, para cada situación, necesidad y uso, hay diferentes análisis que establecer a la hora de elegir un alimento. Fíjese si el tema es complejo, que hay personas que invierten años estudiando el tema. Se llaman nutricionistas, pero ya no los vamos a necesitar, porque el gobierno nos dirá, con su semáforo, lo que tenemos que comprar para comer. Olvídese de aquello de que usted es único en su especie. Negativo. Usted es un borrego más, y el pastor le dice al borrego que pasto tomar, independientemente de si el borrego es obeso, diabético, celíaco o alérgico a los frutos secos, independientemente de si el borrego se pasa la semana sentado en un despacho o repartiendo paquetes en bicicleta, de si es usted borrego o borrega, si está usted embarazado o embarazada, o incluso embarazade para no dejarme a nadie fuera en este invento político, independientemente de si necesita en su dieta más electrolitos o electrolitas. Usted no es único ni tiene unas necesidades concretas. Usted es un borrego y, como borrego, lo único que entiende es que debe comprar lo que está marcado con el color verde y no debe comprar lo que está marcado en color rojo, so borrego. Y de paso, vote al rojo, o al azul, o al que esté de moda en su ciudad o en su entorno. No se le vaya a ocurrir analizar la realidad y tomar una decisión meditada utilizando su capacidad de análisis y raciocinio, por Dios. Simplemente vote a sus colores de toda la vida, apoye a su equipo de toda la vida y compre lo que pinten de verde hoy, que ya el gobierno analiza por usted, conduce por usted o le hace su declaración de la renta, so borrego.

Los cereales engordanEl sistema Nutriscore se carga de un plumazo su capacidad de análisis y simplifica hasta el absurdo la elección de un alimento, midiendo únicamente su energía y su contenido en azúcar, en grasa, en grasa saturada, en sal, su contenido de fruta y verdura, fibra y proteína. Los micronutrientes -a excepción de la sal, claro- dejan de ser importantes en su dieta y, compréndalo, da igual que su margarina lleve o no grasas hidrogenadas o que la proteína de su preparado cárnico proceda del pollo o de la soja, lo importante es que no lleve grasa saturada, porque así lo dicen Danone y Pfizer. ¿Cuántos conservantes artificiales llevan sus gambas? ¿A quién demonios le importa? Lo importante es que no lleven grasa. ¿Cuánto azúcar tienen esos cereales de desayuno? Da igual, mientras lleven muchos cereales que balanceen el cómputo final del algoritmo, todo está bien y los cereales de Nestlé o Kellogg’s puntuarán en amarillo cercano al verde, cuando en mi opinión son basura alimenticia, eso si, con divertidas cajas de colores llenas de los personajes favoritos de sus hijos. ¿Qué mejor forma de convencer a un niño de comprar basura alimenticia con forma de cereal de desayuno que pintando la caja con Dora la Exploradora o el Pokémon de turno. Es, como expliqué en mi artículo, Pornografía nutricional en horario infantil. ¿Es mejor, nutricionalmente hablando, un filete fresco de ternera o un preparado cárnico picado para hamburguesas con multitud de conservantes? Obviamente, este último, porque llevará cereales y poca grasa, y mientras lleve menos del 9% de azúcar, que como todos sabemos es parte integrante del lomo de las vacas, todo está bien. Así de cutre y así de simple es este sistema de análisis. Póngale usted cereales y azúcar a la carne para hacerla más saludable, siempre y cuando le quite la grasa…

Lineal de galletas en carrefourY claro, un sistema tan simple está cargado de fallos y estos fallos producen resultados sorprendentes, como que por ejemplo la Coca Cola Zero puntúe en verde, mucho mejor que el Aceite de Oliva Virgen Extra, que puntúa en naranja o rojo porque contiene un 16% de grasa saturada, y logicamente no contiene cereales para equilibrar esas perniciosas grasas que dice Danone que se acumulan en nuestras arterias a no ser que tomemos Danacol. ¿Empezaremos a ver pronto botes de aceite de oliva «integral» con fibra de aceituna para mejorar la valoración en el semaforito de marras? No me extrañaría y me apuesto un euro a ello. ¿Empezaremos a ver cereales en las conservas de pescado graso como el atún o el salmón para mejorar sus puntuaciones? Repugnante y asqueroso, pero peligrosamente cerca de la futura realidad. Con el sistema Nutriscore sabemos que los contenidos de azúcar por debajo del 9%, que es una barbaridad en mi opinión en la mayoría de alimentos, no puntúan negativamente. ¿Veremos un repunte en el uso de azúcares en los lácteos para mejorar su palatabilidad y reducir su coste de fabricación? ¿Habrán tenido voz y voto (o mucho dinero) Kellogg’s, Nestlé, Danone y otras corporaciones similares en el diseño simplista de este algoritmo? Es indignantemente posible.

Contra la obesidad, que es lo que dice la ministra que pretende frenar con esta simplista medida, solo cabe una solución: la educación. No hay otra. Dejar el criterio de la compra en manos de un algoritmo y un semáforo es abrirle la puerta al fabricante para que manipule los alimentos, y en ningún caso servirá para combatir la obesidad. Más bien al contrario, limitando las grasas que ingerimos (véase el caso que acabo de comentar del aceite de oliva) y potenciando el consumo de cereales y fruta procesada, lo único que conseguiremos será fabricar más obesos. Si el gobierno quiere meterse -también- en nuestra cesta de la compra, que lo haga vigilando las prácticas abusivas como las que denuncio en la serie de artículos «Denunciable» de este blog. Creo firmemente que luchar contra esos etiquetados y promover la información entre los consumidores tendrá mucho mayor impacto en la lucha contra la obesidad y la desnutrición. Más charlas, más libros, más asignaturas de nutrición en el colegio, más control del etiquetado y, por supuesto, menos adoctrinamiento por colores como el que conlleva el sistema Nutriscore.

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Con Harvard y a lo Coco

Logo de la Universidad de Harvard

Logo de la Universidad de Harvard

Menuda la que se ha liado con la famosa profesora de Harvard que ha dicho que el Aceite de Coco es veneno. La práctica totalidad de medios de comunicación se ha hecho eco de un vídeo que lleva más de 1 millón de reproducciones en YouTube en el que una señora, supuestamente profesora de Harvard, supuestamente dice que el Aceite de Coco es veneno y, por lo tanto, no deberíamos consumirlo. Digo supuestamente porque el video está en Alemán, y -al menos para mí- esto representa un problema mayúsculo a la hora de comprenderlo. De todos modos, he invertido un poco de tiempo en tirar del hilo, a ver qué salía y aquí traigo mis conclusiones.

Dra. Karin B. Michels

Dra. Karin B. Michels

Cada vez que veo que los medios de comunicación publican que alguien de «Harvard» dice algo me echo a temblar. Harvard es mundialmente reconocida como una de las mejores universidades del mundo y, por lo tanto, decir que un profesor de Harvard ha dicho algo sienta bastante cátedra. Sin embargo, Karin Michels, que es la protagonista del famoso vídeo, no trabaja en Harvard, sino en UCLA (Universidad de California en Los Ángeles), dónde es profesora a tiempo completo, pero fuera de EEUU, decir que uno enseña en UCLA no es, ni por asomo, tan impactante como decir que enseña en Harvard. Para colmo de males, la conferencia en alemán a la que todos hacen referencia no es ni en Harvard ni en UCLA, sino en la Universidad de Friburgo, dónde la propia Michels estudió medicina. La profesora Karin Michels tiene una sorprendente cantidad de titulaciones, pero ninguna de ellas de nutrición, vaya esto por delante. Tiene masters en estadística médica y en epidemiología, doctorado en bioestadística, y muchos otros títulos, pero no tengo claro cual de ellos le le capacita para decir que el Aceite de Coco es un veneno.

La conferencia en alemán publicada en YouTube está dedicada a los mitos de los superalimentos y trata bastantes supuestos, no solo el del aceite de coco. Por poner un ejemplo, derriba el mito de que las Espinacas tienen mucho hierro. También pone a la misma altura la mantequilla y el aceite de coco. ¿Porqué no hemos visto a todos los medios de comunicación decir que la mantequilla es veneno o que las espinacas no contienen hierro? En efecto, porque eso no vende. Además, en el vídeo muestra una diapositiva en la que ordena los aceites de mejor a peor basada en una autentica estupidez que a continuación explicaré, y considera mejores que el aceite de oliva algunos como el de girasol, el de cardo, o el de soja por el simple hecho de contener más ácidos grasos polinsaturados, algo realmente ridículo. ¿Porqué no hemos visto titulares diciendo que el aceite de cardo es mejor que el de Oliva? Pues obviamente, porque esto atufa a guerra de intereses comerciales lanzada, como en otras ocasiones, en los medios de difusión masiva.

La Dra. Karin Michels ha emitido un comunicado, accesible aquí, para explicar lo que quería decir con el aceite de coco. Aunque el comunicado también está en Alemán, al menos se puede traducir con relativa facilidad. Lo que viene a decir es que el aceite de coco se compone, en un 92%, de grasa saturada, algo que obviamente ya sabíamos, y que de dicha grasa, aproximadamente la mitad, son ácidos grasos de cadena media, algo que también sabíamos. Sin embargo, su teoría, en pleno 2018, y después de que todo la comunidad científica la haya asumido como incorrecta, es que la grasa saturada aumenta los niveles de colesterol LDL causando un ataque al corazón. Si, ha leído  usted bien, esta señora vuelve a las teorías de 1960 para decirnos que no comamos aceite de coco (ni mantequilla, ni grasa animal…) porque nos va a dar un ataque al corazón y, para ello, culpa -como no, al colesterol. Otro soplo de aire fresco para Danone, Pfizer y el resto de gigantes que amasan millonarios ingresos gracias a tu miedo al colesterol.

Como publiqué hace tiempo en este otro artículo, las recomendaciones nutricionales del gobierno de EEUU eliminaron la cantidad de colesterol que se debería ingerir al día en 2015 porque está más que demostrado que no hay una correlación entre el colesterol dietético (ingerido) y el colesterol en sangre. Además, como también he explicado en innumerables ocasiones, tener el colesterol alto, por sí solo, no es un factor de riesgo de absolutamente nada, y no lo digo yo, lo dicen las empresas farmacéuticas que fabrican pastillas contra el colesterol, aunque, eso sí, lo dicen en la letra pequeña de los prospectos. Es la oxidación que puede producirse del colesterol por motivos como azúcar alta en sangre, estrés o tabaquismo, lo que puede tener resultados fatales para la salud, e incluso en ese caso, dejar de ingerir colesterol no proporciona beneficio alguno para la salud.

Aceite de Coco para Adelgazar

Aceite de Coco

En cuanto al aceite de coco, cabe recordar que los ácidos grasos de cadena media, que son la grasa saturada que lo componen aproximadamente al 60%-65%, se metaboliza directamente en energía en el hígado, por lo que el simple hecho de que no acabe formando glucosa en tu sangre como otros alimentos, ya es un beneficio en la dieta. En concreto, y aunque esto ya lo expliqué en este otro artículo, el ácido laúrico, principal ácido graso que compone el aceite de coco, precursor de la monolaurina, un antibiótico natural que fabrica nuestro organismo, también está presente en la leche materna humana, que lógicamente también es rica en grasa saturadas, pues las madres también son animales y no semillas ni cereales. El miedo a la grasa saturada es un invento que ya desmonté en mi libro La gran mentira de la nutrición, y que resumo en este artículo sobre El engaño del siglo XX de 2013.

Para resumir, quiero dejar claro que el vídeo y posterior declaración de Karin Michels no aporta absolutamente nada nuevo sobre lo que ya sabíamos del aceite de coco y las grasas saturadas en general. Para colmo, vuelve a abrazar conceptos nutricionalmente anticuados acerca de la ingesta de grasa, conceptos que, por cierto, cuando fueron puestos masivamente en práctica elevaron tremendamente los casos de enfermedad cardiovascular en Estados Unidos, produciendo el efecto contrario al que se preveía. En este caso concreto, los medios de comunicación, probablemente manejados al antojo de la industria alimenticia, han echo mucho fuego con pólvora mojada y caducada, y se han olvidado de hablar de otros temas que también se mencionan en el vídeo, como el supuesto mito de que las espinacas contienen hierro. En mi opinión, mientras yo escribo esto y usted lo lee, la industria del aceite de oliva -que es un magnífico aceite también- se frota las manos viendo como la tendencia al alza del consumo de aceite de coco se frena de seco, una vez más, por el miedo que la industria induce en el consumidor. Si de verdad le preocupa morir de un infarto, deje de preocuparse por el aceite de coco y comience a preocuparse por el azúcar y, si lo necesita, pierda peso para reducir el nivel de grasa visceral que pueda tener acumulado y reducir sus niveles de glucosa en sangre, algo que sabemos de sobra desde hace décadas que produce un efecto terrible en su salud a medio y largo plazo. Si necesita ayuda para adelgazar, eche un vistazo más detallado a este blog y a sus contenidos.

Un último apunte, porque si me muerdo la lengua reviento. Harvard es una estupenda Universidad, sobre todo si quieres estudiar derecho. Sin embargo, no es la primera vez que alguien de Harvard mete la pata hasta el fondo al hablar de nutrición. Pero tampoco es la primera vez que aciertan, como ya dije en este artículo de 2013. Con esto quiero decir que en Harvard enseñan muchos profesores y trabajan muchos investigadores. Unos piensan de una forma y otros de forma contraria. Lo que diga una persona no tiene más valor por el hecho de que enseñe o trabaja en Harvard. Sin ir más lejos, el siglo pasado, la Universidad de Harvard apoyó la teoría de que las grasas eran el causante de la enfermedad cardiovascular, pero sólo lo hizo porque de otro modo hubiese perdido los fondos para la investigación en ese campo. Los grandes organismos, y Harvard también lo es, tienen sus prioridades y su agenda, y en ella, créame, ni su salud ni la de su familia están en la parte alta de la tabla.

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Cómo mantenerse después de adelgazar rápido

Adelgazar sin MilagrosExiste una leyenda urbana que dice que adelgazar rápido es malo para la salud. Sus creadores también pusieron de moda que si adelgazas rápido tendrás efecto rebote. Y de las mismas personas que pusieron de moda estos dos absurdos mitos, nos llega con frecuencia la cantinela de que es imposible mantenerse después de adelgazar rápido. Como muchos sabéis, mi experiencia se remonta a 2011, cuando adelgacé 35 kilos en cuatro meses cambiando drásticamente mi forma de alimentarme. Si alguien quiere hablar de perder peso rápido, creo que este caso merece ser mencionado. Desde 2011 hasta ahora me he mantenido estable entre 80 y 85 kilos de peso con una masa muscular muchísimo más grande que la que tenía hace 7 años. Lo normal es que a partir de los 40 años la masa muscular decaiga y la grasa se acumule con más facilidad, sin embargo, en mi caso -cercano a cumplir 45 años- y en el de muchas otras personas que siguen los mismos principios de alimentación, ocurre exactamente lo contrario. ¿Suerte? ¿Genética? ¿Casualidad? No, simplemente nutrición y sentido común, dos cosas que faltan en la mayoría de las dietas que pasan por mis manos.

¿Qué hacer para mantenerse después de adelgazar rápido?

Sois ya decenas de miles los que habéis leído el libro Adelgazar sin Milagros y los que habéis obtenido resultados similares o incluso mejores que los míos y vuestros testimonios me llegan a diario por todo tipo de medios, cosa que aprovecho para agradecer enormemente, pues me animan a seguir trabajando e investigando en este mundo. Trato de contestar todos los correos electrónicos que recibo a diario pero a veces me resulta imposible por falta de tiempo. Sin embargo, he visto que una de las mayores cuestiones que me planteáis, tanto antes de empezar como cuando ya habéis acabado vuestro cambio de alimentación, se refiere a cómo mantener el peso después de adelgazar y evitar ganar los kilos perdidos con el temido [y absurdo] efecto rebote.

¿Existe el efecto rebote?

La gran mentira de la nutrición

Una parte de esta inquietud traté de resolverla en el propio libro Adelgazar sin Milagros, al explicar de manera sencilla porqué es imposible que se produzca un efecto rebote al adelgazar perdiendo grasa y generando masa muscular, que es lo que siempre he propuesto a todo el mundo desde el primer día. El propio sentido común que mencioné antes es el que nos hace comprender que si seguimos dietas hipocalóricas a base de ensaladas y verduras perderemos peso destruyendo nuestra masa muscular y por lo tanto estaremos expuestos no sólo al temido efecto rebote, sino al mucho más importante problema de la desnutrición. En efecto, es relativamente sencillo desnutrirse al perder peso si no se hace de la manera adecuada. Y aquí es precisamente donde está el problema. Algunas personas creen -erróneamente- que para evitar desnutrirse lo importante es que la pérdida de peso sea lenta, y en mi opinión ocurre precisamente lo contrario: cuanto más tiempo obligues al cuerpo a seguir una dieta poco nutritiva que lo priva de los nutrientes verdaderos, la proteína y la grasa, y lo mantiene en marcha a base de energía vacía, sin nutrientes plásticos, peor será el caso de desnutrición que se produzca.

Por este motivo siempre he defendido que se debe adelgazar rápido y de manera sana, sin privar al cuerpo de los macronutrientes que son necesarios para la regeneración celular y el correcto funcionamiento de nuestros órganos, y lamentablemente para algunos, estos nutrientes no se encuentran en la lechuga sino en los huevos, las carnes, los pescados y los lácteos principalmente. Esto que digo no me lo he inventado yo, está en cualquier libro de bioquímica editado en los últimos 100 años, sólo que ciertas personas tienen una frágil memoria y prefieren repetir lo que diga Bimbo, Nestlé, Danone o Kellogg’s en lugar de usar el sentido común y aplicar lo que han aprendido en el colegio y en la universidad. Este pensamiento me llevó a escribir mi libro La Gran Mentira de la Nutrición, en el que derribo muchos de los mitos sobre la alimentación y la vida sana que oímos a diario, similares a los que usé para empezar este artículo.

¿Cómo nos debemos alimentar después de adelgazar para mantenernos?

Sin embargo, me da la impresión de que existe una inquietud entre los lectores que no he atacado con la suficiente fuerza y ésta radica precisamente en qué hacer y cómo alimentarnos una vez que hayamos perdido la grasa y estemos en un peso razonable. ¿Debemos obsesionarnos con el gimnasio? ¿Tenemos que seguir tomando batidos de proteínas? ¿Seguimos aplicando la regla de comer muchas veces al día en pequeñas cantidades? ¿Seguimos midiendo la cantidad de proteínas y grasas que ingerimos en cada comida? ¿Tenemos que seguir evitando todas las frutas? ¿Se puede seguir la dieta durante la semana y saltársela el fin de semana? ¿Seguimos comiendo el doble de proteína que de grasa? ¿Ofrece algún beneficio el ayuno intermitente? ¿Tenemos que seguir en cetosis el resto de nuestra vida? ¿Nos podemos beber un par de cervezas cuando salimos? ¿Deberíamos abandonar definitivamente los edulcorantes? ¿Podemos seguir una dieta cetogénica o una dieta Paleo? ¿Son adecuadas ahora las legumbres?

Estas son algunas de las preguntas que me habéis ido haciendo de manera recurrente los que habéis pasado por la primera fase, la pérdida rápida de peso y mejora de la salud y he tratado de iros respondiendo de manera individualizada lo mejor que he podido cuando el tiempo me lo ha permitido. Usando todas esas preguntas y respuestas, comencé hace unos meses a darle forma a un nuevo libro que espero que vea la luz a principios del próximo año en el que me adentro en un nuevo aspecto de la nutrición en el que el objetivo no es adelgazar ni perder grasa, sino conjugar un estilo de vida realmente sano con unos hábitos alimenticios naturales, flexibles y orientados a mejorar la salud a través de la nutrición. Os voy adelantado que lo que yo considero hábitos saludables y lo que la industria alimenticia industrial considera hábitos saludables se parecen lo mismo que un huevo duro a una caja de cartón, por eso creo que el libro será revelador para muchos en algunos sentidos.

Todavía tengo el trabajo muy esquematizado y poco presentable, pero espero que en poco tiempo pueda subir al blog el primer capítulo y avanzar la fecha de publicación, quizás como regalo de navidad para mis lectores y seguidores. Voy lento, porque trato de simultanear este libro con la novela en la que trabajo desde hace tiempo y lógicamente con mi trabajo, pero creo que aprovecharé los próximos puentes y festivos para darle un buen empujón. Si quieres asegurarte de leerlo antes que nadie, ¡suscríbete al blog ahora mismo para recibir un aviso cuando esté disponible! Si te interesa saber cómo mantenerse después de adelgazar rápido, este libro es para ti.

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Los 15 alimentos a incluir en una dieta sana

Llevar una dieta sana siempre conlleva efectos secundarios en nuestro cuerpo. Si estamos gordos, llevando una dieta sana adelgazamos. Si tenemos problemas de salud, llevando una dieta sana nuestra salud mejora. Si tenemos problemas de estrés y ansiedad, una dieta sana contribuye a minimizar sus efectos en nuestro cuerpo. En general, comer sano aporta todo tipo de beneficios para la salud, pero el problema radica en entender lo que significa comer sano, que no siempre es sencillo de comprender, porque la industria alimenticia nos bombardea con información manipulada.

Sobre este tema se puede escribir bastante -y yo creo que ya lo he hecho- pero hoy quiero hacer un pequeño listado de los alimentos que contribuyen a que comamos de manera sana cuando los tenemos a mano en casa de manera constante. Se trata de un listado no limitante, o sea, no son obviamente los únicos alimentos que nos permiten llevar una nutrición óptima, pero desde luego ayuda mucho si los consumimos con frecuencia y siempre los tenemos a mano.

Estos son, en mi opinión, los 15 alimentos a incluir en una dieta sana que nunca deberían faltar en tu casa:

  1. Los huevos son un alimento saludableHuevos: Para mí los huevos son el alimento más importante con diferencia. En una sola porción tenemos proteína de la más alta calidad posible, grasas de calidad, vitaminas y minerales. No existe ningún otro alimento que, por ese precio tan bajo, ofrezca semejante cantidad de nutrientes de alta calidad. Además, independientemente de lo que te quieran hacer creer, puedes comer tantos huevos como quieras. En mi casa, cada sábado, cocemos 12 o 18 huevos que luego vamos utilizando durante la semana además de los huevos frescos que usamos casi a diario.
  2. Las sardinas son un pescado saludablePescado: El pescado es un alimento altamente nutritivo que podemos encontrar de mucha variedad y con muchas presentaciones. Lo idóneo es comprar pescado fresco, pero entiendo que es un engorro y su preparación no es sencilla para todo el mundo. Sin embargo, cada vez tenemos más conservas y semiconservas de muy alta calidad y estupendos valores nutritivos como para que comer pescado no sea tan difícil. Como muestra, estas sardinas en Aceite de Oliva Virgen Extra de Mercadona que me encontré el otro día y que son un alimento magnífico para tener siempre en la nevera. Si lo prefieres, te puedes animar con esta receta de Sardinas en Aceite de Oliva que hago yo mismo.
  3. Carne: La carne no puede faltar en una dieta sana. Aquí sí que tenemos una variedad increíble de tipos de carne y cortes de la misma. Normalmente pensamos en la carne muscular, que es la que consumimos habitualmente, pero también debemos buscar los beneficios que el consumo de vísceras o huesos proporciona. Incluir en la dieta hígado, riñones o caldo de huesos de vez en cuando nos aporta una serie de micronutrientes que habitualmente no ingerimos porque no están presentes en la carne muscular. Un truco para tener siempre carne lista: prácticamente todos los domingos, asamos o cocemos un pollo, que luego dejamos limpio y deshuesado en la nevera, para usarlo durante el resto de la semana. Si lo cocemos, tenemos una magnífica base para preparar un consomé súper nutritivo con huevo para cualquier cena.
  4. Los quesos son muy nutritivosQueso: El queso es un alimento muy interesante porque aporta proteínas lácteas y grasas de calidad. Desafortunadamente, en los supermercados florecen preparados lácteos con forma y aspecto de queso que en realidad son sucedáneos o incluso versiones vegetales del mismo, como expliqué cuando hablé de mis quesos inmortales. Las propiedades beneficiosas del consumo de queso se dan cuando se consume queso real, verdadero, fabricado a partir de leches frescas naturales y son esos los que deberíamos consumir, independientemente del tipo o curación del mismo. En mi casa siempre tenemos queso fresco, queso de cabra, queso curado y distintas variedades de queso rallado y en polvo.
  5. Aceitunas: Las aceitunas son una excelente fuente de grasas saludables, las mismas que contiene el aceite de oliva. Como tentempié, además de aportarnos esas grasas, las aceitunas nos aportan fibra, humedad y otros micronutrientes que no se encuentran en el aceite de oliva. Cuanto más naturales sean las aceitunas, mejor calidad nutricional tendrán, así que es preferible consumir aceitunas partidas o enteras que las rellenas de anchoa o altamente procesadas. Las aceitunas negras en salmuera contienen alrededor de un 5% de carbohidratos mientras que las verdes apenas tienen trazas.
  6. Ensalada con base de aguacateAguacate: El aguacate es una fruta carnosa con práctica ausencia de hidratos de carbono y muy rica en grasas saludables con predominio de las monoinsaturadas. Tiene un importante poder saciante y un sabor exquisito que puede usarse de muchas formas, frías y calientes. El aguacate sirve como base para hacer ensaladas, con o sin lechuga, y para preparar acompañamientos de todo tipo. Nosotros a veces cortamos un aguacate en daditos y le añadimos trozos de queso fresco, gambas o palitos de cangrejo, huevo duro y aceite de oliva, y así tenemos un plato único muy sabroso y saciante, rico en grasas saludables y absolutamente libre de hidratos de carbono como en la foto que acompaña.
  7. Verduras de Hoja de Tallo: La mayoría de las verduras de hoja de tallo son muy ricas en agua y pobres en carbohidratos. Además, la parte verde de las hojas proporciona una buena fuente de fibra dietética que nos puede venir bien en nuestra dieta. Hablamos de lechugas, acelgas, espinacas, apio, cardos, coles, espárragos y brotes verdes de todo tipo como la escarola, los canónigos, el hinojo, el cebollino, etc. En general, si crece hacia arriba y es verde, es más que probable que sea apropiado para seguir una dieta baja en carbohidratos con sus beneficios asociados para la salud.
  8. Setas y Champiñones: Baratos, versátiles y ricos en fibra, los champiñones y setas son en su mayor parte agua, y su contenido en carbohidratos es muy reducido. Por ejemplo, los champiñones crudos en conserva apenas tienen 1 g de carbohidratos por cada 100 g de producto. Con ellos podemos hacer acompañamientos para las carnes y pescados, ensaladas o incluso salteados. Si vemos setas frescas con buena pinta las compramos, pero desde luego, nunca faltan champiñones en casa, ya sean congelados o en lata, porque son muy socorridos.
  9. Recetas de Macarrones con Chorizo preparada con Pasta ProteicaPasta Proteica: En lugar de utilizar pasta convencional, muy rica en carbohidratos y azúcares, nosotros utilizamos pasta proteica, que es un tipo de pasta fabricado a partir de proteínas en lugar de a partir de glúcidos. Aunque de textura es ligeramente más dura que la pasta convencional, su sabor es muy parecido y su uso similar. Aunque es significativamente más cara que la pasta convencional, las cantidades por ración son mucho más pequeñas debido a su poder saciante y nutriente. Esta pasta es rica en proteínas de calidad y fibra dietética. Si me sigues en Instagram o Facebook, habrás visto innumerables fotos de pasta proteica como la que acompaña estas líneas, pues está disponible en muchas formas y variedades.
  10. Frutos rojos: De todas las frutas, las que siempre me han parecido más interesantes son los frutos rojos como las fresas, moras, frambuesas, arándanos y demás. Son bajas en carbohidratos, ricas en micronutrientes y realmente sabrosas. Por ejemplo, en 100g de grosellas negras hay más del triple de vitamina C que en 100g de naranja fresca y cinco veces más vitamina E. A diferencia de otras frutas, apenas requieren preparación previa y con ellas se pueden hacer incluso ensaladas (mirar foto abajo).
  11. Frutos Secos: Los frutos secos son, en su mayoría, ricos en grasas saludables y no especialmente altos en carbohidratos. De entre ellos, destacan por sus valores nutricionales las nueces, las almendras, los cacahuetes y las avellanas. En general, yo no diría que tenemos que pasarnos la vida comiendo frutos secos, pero creo que su efecto saciante y sus buenos valores nutricionales hacen que se cuelen en esta lista por derecho propio.
  12. Ensalada con Frutos RojosAceite de Oliva Virgen Extra: El aceite de oliva virgen extra, últimamente llamado también AOVE por sus iniciales en castellano, es un aceite imprescindible para realizar aderezos, especialmente cuando cocinamos sin temperatura o con poca temperatura. Las grasas monoinsaturadas del aceite de oliva virgen extra aportan beneficios para la salud pero debemos cuidar que no se oxiden por procesos de muy alta temperatura. Sin duda, mi aceite favorito para ensaladas, aliños, emulsiones y fritos a baja temperatura. Os dejo la foto de una ensalada que usa muchos de los alimentos que hemos comentado hasta ahora y está aderezada con AOVE y vinagre de jerez.
  13. Aceite de Coco Virgen: Al contrario que el aceite de oliva, el aceite de coco virgen, también llamado VCO por sus siglas en inglés, es un aceite rico en grasas saturadas de cadena media, que son un tipo de ácidos grasos especiales que tienen la capacidad de metabolizarse en energía directamente en el hígado. De todos sus ácidos grasos, el ácido laúrico, precursor de la monolaurina, es el más interesante. Al tratarse mayoritariamente de grasa saturada, es muy resistente a la oxidación por calor y por ello es mi favorito para fritos a alta temperatura, plancha y otras aplicaciones que requieren mucho calor.
  14. Salvado de trigo fino: La cáscara del trigo, el salvado, es fibra para los humanos, carbohidratos no asimilables como expliqué en este artículo. Es interesante tener a mano un paquete de salvado de trigo porque sirve como sustituto del pan rallado o incluso de la harina en multitud de recetas y usos culinarios. Por ejemplo, se puede rebozar usando huevo y salvado en lugar de harina y pan rallado. Además, en repostería también resulta muy útil al aportar cuerpo a las preparaciones de las que hemos excluido el azúcar y la harina, algo que reflejamos perfectamente en el libro Cocinar sin Carbohidratos, donde lo usamos en muchísimas recetas.
  15. Infusiones: Las infusiones puras, ya sean a base de café o plantas aromáticas, suelen ser muy interesantes en el marco de una dieta sana. El café, entre otras cosas, acelera el metabolismo y contribuye al uso de las grasas como fuente de energía. El té verde, por ejemplo, contiene unos compuestos que se han asociado muchas veces con la pérdida de peso graso. En general, y especialmente si no las edulcoramos, las infusiones me parecen muy interesantes y por ello creo que deben ser parte de esta lista.

Esta lista no pretende ser un manual ni un grupo excluyente de alimentos que se deben o no se deben comer. Simplemente refleja mi opinión sobre los alimentos que no deben faltar en una casa. Con todo lo que tenemos en esta lista es perfectamente viable seguir una dieta muy saludable, rica en grasas de calidad y proteínas de calidad y muy baja en hidratos de carbono, pero lógicamente se pueden añadir muchas cosas más. Esta, sin embargo, es la base de mi compra, lo que nunca o casi nunca falta, y sobre lo que se edifica todo lo demás.

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Suplementos nutricionales para adelgazar

Productos para adelgazarNo, me temo que no existe una pastilla mágica que podamos tomar y nos haga adelgazar. Ni siquiera existe una que evite que engordemos al comer y beber copiosamente. Sin embargo, sí que existen una serie de suplementos nutricionales que pueden ser de gran ayuda tanto para adelgazar como para evitar que engordemos, pero no son mágicos, sino que tienen una explicación científica y una capacidad de acción limitada. Hoy voy a hablar de algunos de estos suplementos y de cómo funcionan, pero quiero comenzar diciendo que para adelgazar, antes de nada, es necesario seguir una rutina nutricional concreta, una dieta por llamarle de alguna forma, diseñada específicamente para adelgazar.

Para mí, adelgazar no es únicamente perder peso. Perder peso es relativamente sencillo, pero de nada sirve si el peso que perdemos no es del tejido que queremos perder. ¿Acaso querría alguien pesar menos a costa de que su corazón fuese más pequeño? No, claro que no. Lo que queremos es que desaparezcan los michelines de la barriga y el tejido que allí se almacena, que no es tejido muscular como el del corazón, sino tejido adiposo relleno de grasa. Pues bien, lo primero que tendremos que entender es que para adelgazar lo que necesitamos es eliminar esa grasa y por lo tanto cualquier suplemento que tomemos debe estar específicamente orientado para tener un efecto favorecedor del metabolismo de la grasa.

Podemos eliminar grasa de dos modos. El principal, que es el que más grasa nos permite perder, es la conversión de la grasa en energía. Si seguimos una dieta cetogénica nuestro organismo utilizará la grasa almacenada para generar la energía que nuestro cuerpo necesita para funcionar. Esto es lo que comúnmente conocemos como el metabolismo de la grasa, la cetosis. Pues bien, si conseguimos aumentar las necesidades energéticas del organismo lógicamente quemaremos grasa. Una forma sencilla de aumentar las necesidades de energía es el deporte, pero no de cualquier manera. De como usar el deporte para quemar grasa ya he hablado antes, así que no me voy a repetir ahora. La segunda forma que tenemos de eliminar grasa es expulsándola del cuerpo, principalmente por la orina, pero esta vía es realmente pequeña y lenta, aunque también existe algún suplemento que puede ayudar a potenciarla y luego mencionaré. Veamos algunos suplementos nutricionales para adelgazar.

¿Es bueno tomar cafeína para adelgazar?

Suplemento de Cafeina para adelgazarCuando hablamos de aumentar el metabolismo de la grasa lo primero que viene a la cabeza es aumentar el metabolismo basal. Esto es algo tan sencillo que puede hacerse tomando café, té o en general cualquier bebida con cafeína. Por lo tanto, el primer suplemento que debemos evaluar es la cafeína, que podemos obtener de las infusiones tradicionales como el café o el té, o bien comprar en formato pastilla como estas de Prolab Nutrition. La nicotina es otro acelerante del metabolismo, pero lógicamente no voy a recomendar a nadie que fume. Ahora bien, si dejas de fumar y tiendes a engordar, ahora sabes porqué. Sin embargo, el simple hecho de tomar acelerantes del metabolismo no te hará perder grandes cantidades de grasa. Tanto este método como el resto que voy a explicar tienen sentido como ayudas, potenciando los efectos de la dieta que estés siguiendo, pero no te creas que por sentarte el día entero a comer lo que quieras y beber café vas a perder algún gramo.

¿Sirve el suplemento de té verde para adelgazar?

Si sigues el blog desde hace tiempo ya sabrás que mi infusión favorita es el té verde, que tomo al menos cada mañana y a veces también después de comer. El té verde contiene cafeína, compuestos fenólicos y catequinas. Todo ello aumenta el gasto energético del cuerpo, la termogénesis (nuestra capacidad de generar calor a partir de reacciones metabólicas) y la oxidación de las grasas. Además, las catequinas del té verde pueden reducir la absorción de ciertos nutrientes involucrados en el aumento del peso corporal. Según los estudios científicos, el consumo de té verde (o de un suplemento de té verde) durante la realización de una dieta consigue mejores resultados que seguir la dieta de manera aislada sin tomar el té. Además, el extracto de té verde unido al ejercicio físico puede ayudar a reducir la grasa abdominal. Desde luego, si tuviese que quedarme con un solo suplemento para mi plan nutricional seria el té verde, así que si no te gusta el té, quizás puedas probar a tomar un extracto de te verde como suplemento nutricional.

¿Funcionan los suplementos de L-Carnitina para adelgazar?

L-Carnitina para adelgazarLa L-Carnitina es una sustancia que ayuda a que la grasa sea utilizada como energía y además está directamente involucrada en la formación de cuerpos cetónicos, por lo que su déficit en el organismo ralentiza y dificulta la pérdida de peso. Normalmente no es necesario tomar un suplemento de L-Carnitina, pues esta suele estar en nuestro organismo, sin embargo, tengo una teoría al respecto, y es que más vale prevenir que curar. Yo no creo que sea necesario tomar un suplemento se L-Carnitina, sin embargo, sí que procuro tomarla de manera constante y lo hago de un modo sencillo, en forma de refresco. Cada vez existen más bebidas acalóricas que incluyen L-Carnitina en su composición. No creo que se trate de la L-Carnitina más biodisponible (L-Carnitina-L-Tartrato), pero creo que algo se asimila, y puestos a tomarme una cola Zero, prefiero tomarme una bebida con L-Carnitina, ya sea sin gas como estas o con gas como esta otra. Insisto, no se trata de tirarme el día entero tomando estas bebidas, sino que puesto a tomarme un refresco, en lugar de una cola que no me aporta nada, prefiero una de estas bebidas funcionales. De este modo me aseguro que hay L-Carnitina en mi cuerpo. En cualquier caso, mi bebida favorita es el agua, especialmente con gas, servida con hielo y una rodajita de limón 🙂

¿Se puede tomar cromo para adelgazar?

Yo no te aconsejaría que le dieras un bocado a un trozo de metal salvo que quieras perder los dientes, pero curiosamente es cierto que el cromo juega un papel importante en la pérdida de peso. En concreto, el picolinato de cromo es un suplemento nutricional de alta biodisponibilidad que mejora considerablemente el funcionamiento de la insulina y ayuda a mejorar los niveles de glucosa en sangre, por lo que podría ser interesante para personas con mucho sobrepeso en el borde (o incluso al otro lado) del síndrome metabólico. Algunos estudios también sugieren que el picolinato de cromo podría ayudar a mejorar la colesterolemia. Yo no he tomado nunca un suplemento específico de picolinato de cromo, aunque en el mercado hay algunos como este, pero como luego verás, hay otra forma de tomarlo, así que indirectamente sí que lo tomo.

¿Para que sirve el bitartrato de colina?

La colina es una amina necesaria para el buen funcionamiento del metabolismo lipídico, y aunque el organismo puede sintetizar una pequeña cantidad de colina, tenemos que ingerir más con nuestra dieta. Tomar un suplemento que lleve colina, como el bitartrato de colina, garantiza que tomamos suficiente colina como para mejorar el metabolismo de las grasas. Pero tomar este suplemento no te hará adelgazar si no sigues una dieta diseñada para estimular el metabolismo de la grasa, dado que aunque lo mejora, somos nosotros los que debemos ponerlo en marcha con la adecuada alimentación. Recuerda, para adelgazar no es suficiente con tomar un suplemento, sino que el suplemento sirve para apoyar la dieta que obligatoriamente debes seguir para provocar la utilización de la energía presente en la grasa que tienes acumulada.

¿Ayudan las vitaminas y los minerales a adelgazar?

Directamente no, pero indirectamente sí. En la bioquímica del organismo, los micronutrientes juegan un papel fundamental. En nuestro cuerpo ocurren multitud de reacciones químicas cada segundo. Simplificándolo mucho, cada una de esas reacciones necesita una serie de ingredientes, y si garantizamos que todos los ingredientes están en constante stock, las reacciones se producen más fácilmente. De ahí que suela decir que, en mi opinión personal, todo el mundo, siga la dieta que siga, debería plantearse tomar un suplemento multivitamínico-multimineral que le aporte al menos el 100% de la cantidad mínima diaria recomendada de las principales vitaminas y minerales. Con ello no adelgazaremos un solo gramo, pero garantizaremos que las sustancias que el cuerpo necesita para sus diferentes funciones, entre ellas el metabolismo de la grasa, están presentes en el organismo.

Hasta ahora hemos repasado la cafeína, el té verde, el bitartrato de colina, el picolinato de cromo y las vitaminas y los minerales y como pueden ser de utilidad para adelgazar. Todos ellos, a excepción de la cafeína, los puedes tomar juntos al hacerte un batido con las proteínas Casein Pro Pure Casein Diet Matrix, de Vitalimax Nutrition, así que si quieres probar un poquito de todo, esto podría ser una buena forma.

¿Sirven para algo las cremas reductoras?

Crema reductora anticelulítica Skinergiè AFLas cremas reductoras funcionan rompiendo la membrana celular de los adipocitos, las células que componen el tejido adiposo en el que se almacena la grasa. La teoría es que una vez rota la membrana celular, la grasa se vierte en el líquido extracelular y con un adecuado masaje de drenaje y la suficiente ingesta de líquidos antes, durante y después de su aplicación, una parte de esa grasa no será reabsorbida, sino que se expulsará por la orina. Una de las cremas que desarrollamos en Caycom, la crema Reductora Anticelulítica Skinergiè AF tiene una gran concentración de principios activos que trabajan rompiendo esa pared celular de los adipocitos, y tiene en el sector profesional muy buena reputación, aunque muchas personas la compran también para el ámbito doméstico. De todas las cremas que diseñamos y fabricamos en Caycom de la gama Skinergiè, esta es sin duda la más popular en las cabinas de estética profesional por su buen funcionamiento.

¿Evitan los bloqueadores de carbohidratos que engordemos?

De manera permanente, rotundamente no. Sin embargo, creo que su uso podría estar justificado. Admito que suelo tener en casa una cajita de HC-Block, de Soria Natural y si preveo que voy a tomar carbohidratos, me tomo un par de pastillas antes. Hablo de una ocasión excepcional, algo que ocurra muy de vez en cuando, porque desde luego no creo que esto funcione como para comer cantidades importantes de carbohidratos cada dos por tres. El bloqueador de carbohidratos, por lo general, es un extracto de la vaina de las judías blancas, que tienen la propiedad de inhibir la acción de la enzima amilasa, involucrada en la conversión de carbohidratos en azúcares simples. Pero no te equivoques, no es algo que funcione con toda la cantidad de carbohidratos que quieras, sino algo que ayuda, de manera puntual, a evitar que una parte de los carbohidratos que has ingerido se metabolicen en glucosa. Hoy es mi cumpleaños. Si mis padres se presentan con algún dulce que tenga que probar por aquello de no ser desagradable con ellos, pues me tomaré antes un par de pastillas de estas y trataré de no comer mucho de lo que traigan, pero poco uso le doy más allá de este tipo de excepciones.

Entonces, ¿Cuál suplemento debo tomar para adelgazar?

Pues no creo que haya una respuesta universal para todo el mundo. Creo que con la información que he puesto en este artículo puedes comenzar a plantearte si hay algo que te pueda venir bien entendiendo siempre que nada de esto funciona de manera autónoma, sino que puede ayudar o potenciar los efectos de lo que deberías estar haciendo, que es aprendiendo a comer de un modo más racional que te ayude a alcanzar tu peso y mejorar tu salud adelgazando. Una vez tengas eso controlado, puedes usar cualquiera o incluso todos estos suplementos nutricionales para adelgazar para potenciar el efecto de tu dieta mejorando el metabolismo de la grasa.

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Adelgazar sin Milagros

11 errores comunes a evitar para adelgazar

Como leí hace unos días, comienza la temporada de gimnasio y dieta para una parte importante de la población. Desafortunadamente, muchas de las personas que comienzan el año con el firme propósito de adelgazar abandonarán su plan a las pocas semanas o incluso días de haber empezado. Cuando los resultados no acompañan al esfuerzo realizado, saltarse el plan y volver a la rutina es la escapatoria de la mayoría. Por ello, he recopilado algunos de los errores más comunes que se deben evitar cuando se quiere adelgazar. Si has empezado o estás a punto de empezar un plan para adelgazar, ten presente esta lista de los 11 errores comunes a evitar para adelgazar.

Comer sólo frutas no sirve para adelgazar

Beber zumo provoca sobrepesoSi pretendes adelgazar comiendo únicamente fruta tengo malas noticias para ti: no funciona. Las frutas son ricas en agua, fibra, vitaminas, minerales… y azúcares. No son comunes las frutas ricas en proteínas ni grasas, y son precisamente estos dos nutrientes los que tu cuerpo necesita durante un proceso de adelgazamiento. Los carbohidratos presentes en la fruta, especialmente sus azúcares, te proporcionarán energía, pero no nutrirán tus células. Si obtienes la energía de la fruta que consumes, no consumirás la energía que tienes acumulada en forma de grasa y no podrás adelgazar. Estas mismas afirmaciones las puedes multiplicar por 10 cuando hables de zumos de fruta y por 100 cuando hables de zumos embotellados.

Los cereales de desayuno no adelgazan

Los cereales engordanProbablemente creas que los cereales de desayuno son una forma sana, ligera y saludable de alimentarse, pero salvo que seas herbívoro, la idea de basar tu dieta en los cereales carece de rigor científico alguno, aunque a los fabricantes de copos de azúcar con cereal no les guste que lo sepas. Lo cierto es que los cereales procesados son básicamente una fuente inmensa de carbohidratos y azúcares que te proporcionarán mucha energía inmediata… y la energía que no utilices en el momento de consumirlos se almacenará como grasa, así que pasarte el día a base de cereales, lejos de ayudarte a adelgazar, provocará que engordes más todavía, porque entre otras cosas, los azúcares añadidos al producto te abrirán constantemente el apetito y no encontrarás jamás la saciedad -algo que por otro lado le viene muy bien a quien te vende los cereales, ¿verdad?. ¡Qué casualidad!

El pan integral no adelgaza… y casi seguro que ni siquiera es integral

Comer pan integral engordaYa se que lo has oído infinidad de veces, pero no por eso es cierto, así que no te creas que el pan integral no engorda. El pan integral, en la mayoría de los casos, se produce con harina refinada a la que se le añade salvado, pero eso no quiere decir que el cereal sea integral (usado de manera íntegra) sino que diferentes partes de un cereal se han utilizado en su fabricación. En este caso, la suma de los productos no equivale al producto integral, porque para el organismo no es lo mismo recibir harina refinada y salvado que un cereal integralmente molido en el que la cáscara está pegada al interior. El pan integral engorda, aunque tenga más fibra que el pan blanco, y para adelgazar no debes usarlo. Si no puedes pasar del pan busca panes muy bajos en carbohidratos, por debajo del 10% de su composición. Son caros, pero estos si te pueden ayudar a adelgazar sin renunciar al pan.

No hay que eliminar la grasa para adelgazar

Los aguacates son una buena fuente de grasa de calidadDe ningún modo. La grasa es un nutriente esencial que nuestro cuerpo necesita, y además contribuye a generar saciedad, así que al eliminarla de la dieta nos cuesta más sentirnos saciados y tendemos a comer más. Lógicamente, para adelgazar tenemos que controlar las cantidades de grasa y de proteína que ingerimos, porque cualquier nutriente en exceso engorda, pero lo cierto es que no debemos eliminar la grasa de la dieta si queremos adelgazar de manera sana. Esto es algo que explico con mucho más detalle en el libro Adelgazar sin Milagros. Ya he recibido varios correos de personas que notan que se les cae mucho el pelo cuando siguen una dieta muy baja en grasa. ¿Tendrá que ver con la asimilación de las vitaminas liposolubles? Yo no lo descartaría… El caso es que hay grasas que además de ser beneficiosas ¡son increíblemente sabrosas!

El ejercicio no es suficiente para adelgazar

Hacer deporte no adelgazaSi necesitas hacer ejercicio para no engordar es que no estás comiendo las cantidades adecuadas de nutrientes, sino más de lo que necesitas, y por eso necesitas hacer ejercicio para adelgazar; es una simple regla de física básica: si ingieres más energía de la que necesitas engordas porque la acabas almacenando para otro momento, especialmente si se trata de energía vacía de nutrientes, como en el caso de los carbohidratos refinados. El ejercicio es necesario para generar nueva masa muscular, para tonificar la masa muscular existente, y sobre todo para encontrar el tono físico adecuado, pero tratar de adelgazar a base de innumerables palizas de ejercicio no es buena idea. Para adelgazar, lo más importante es el control de la nutrición. El resto, viene después, como explico en el libro Adelgazar sin Milagros. Una vez que tenemos controlado el tema nutricional podemos enfocarnos en el tema deportivo, pero tratar de solventar los errores nutricionales a base de correr equivale a dejar todas las ventanas abiertas porque tenemos la calefacción demasiado fuerte: tiene más sentido -y es mucho más económico- bajar la calefacción.

No hay pastillas mágicas para adelgazar

Las mejores pastillas para adelgazar

Ese tipo de milagros todavía no existe. No dudo que en algún momento, en el futuro, alguien invente algo, pero de momento es pura ciencia ficción. Es cierto que se pueden utilizar diferentes suplementos para potenciar los efectos del metabolismo de las grasas en el marco de una adecuada nutrición y que se puede adelgazar más usando suplementos diseñados para eso, pero es imposible adelgazar por el simple hecho de tomar un suplemento concreto, sea el que sea. En unos días escribiré sobre los distintos suplementos que sirven para acelerar la pérdida de peso, así que si te interesa el tema y no lo has hecho todavía, suscríbete al blog ahora para recibir la información en tu email de manera automática. Pero insisto, no esperes que te desvele el secreto de la pastilla que adelgaza mientras te hinchas de cervezas y tapas a base de pan. Simplemente es imposible.

Comer un único alimento no adelgaza, desnutre

La dieta de la alcachofaSeguro que alguna vez te han hablado de la dieta de la sopa de cebolla, o de la manzana, o de la zanahoria, o de la alcachofa, o cualquier otra estupidez similar. Para adelgazar a largo plazo de manera sana, rápida y permanente es necesario entender lo que nos hace engordar y como afecta a nuestro cuerpo la forma que tenemos de alimentarnos, así como el papel de los distintos nutrientes en nuestro organismo. Aunque parezca mentira, no todo lo que nos enseñan en el colegio acerca de la nutrición es correcto, sino más bien al contrario. Por eso, la única forma de adelgazar y mantener la pérdida de peso en el tiempo es comprender qué ocurre en el cuerpo para que adelgacemos o engordemos, y eso requiere dedicar unas horas a leer y entender como funciona nuestro propio cuerpo. Cuando escribí el libro Adelgazar sin Milagros lo hice pensando que sería una forma sencilla de explicar los principios básicos que regulan el control del peso corporal, y me alegra comprobar día a día que muchas personas han logrado controlar su peso de manera permanente gracias a él. No puedo entender que haya personas que crean que la solución para adelgazar es tirarse dos semanas comiendo solo alcachofas y sean escépticas a la hora de leerse un libro para entender qué ocurre en su cuerpo.

La pasta no es ligera: engorda

La ensalada de pasta no adelgazaEsa idea absurda que los fabricantes de pasta quieren que creas, que tomando una ensalada de pasta lograrás adelgazar, ni tiene pies ni cabeza. La pasta es un producto altamente procesado creado a partir de cereales refinados que engorda una barbaridad. Su contenido principal es carbohidratos de asimilación rápida y ese tipo de nutriente se convierte en grasa a toda velocidad en nuestro cuerpo. No trates de adelgazar tomando «ligeras» ensaladas de pasta, porque ni son ligeras ni adelgazan. Además, contribuyen a generar apetito y a la inflamación de los tejidos del cuerpo. Si quieres tomar pasta, elige una pasta acalórica a base de konjac o una pasta proteica con un reducido aporte de carbohidratos. La pasta convencional engorda, y mucho, así que no la consumas si deseas adelgazar.

No todas las frutas y verduras son iguales

No todas las frutas y verduras son apropiadas para adelgazarIncluso si decides seguir la recomendación desfasada de tomar 5 o 6 raciones de frutas y verduras al día deberías plantearte en qué se parece una fresa a una patata o una chirimoya a un pimiento. Exacto, en nada, ni siquiera en el color. Elegir bien las verduras que usamos en nuestra dieta y ser radicalmente selectivo con las frutas que tomamos contribuye de manera notable al éxito para adelgazar. Por ejemplo, los espárragos o las acelgas son verduras muy ricas en fibra y pobres en carbohidratos, por lo que resultan muy adecuados si quieres adelgazar sin renunciar a las verduras. Sin embargo, otras verduras como la patata tienen un contenido glúcido elevado, y un índice glucémico altísimo cuando se cocinan. Esto significa que se asimilan muy rápidamente y tienden a convertirse en grasa en nuestro cuerpo. Por lo tanto, verduras sí, pero ni cualquiera ni de cualquier forma, y siempre como acompañamiento de los nutrientes esenciales: las proteínas y las grasas que encontramos en los huevos, lácteos, carnes y pescados.

Las ensaladas también pueden engordar

Las ensaladas hipercalóricas también engordanNo te creas que vas a adelgazar por el simple hecho de comer sólo ensaladas. Resulta obvio que la lechuga es básicamente agua con un poco de fibra y no te hará engordar (aunque el tronco puede estreñirte), pero ¿Qué ocurre cuando a la lechuga le añadimos 2.000 calorías a base de ingredientes diversos y salsas cremosas? Por el simple hecho de que nuestro plato contenga una ensalada no vamos a adelgazar. Al contrario, para adelgazar debemos cuidar qué ingredientes añadimos a la ensalada y la cantidad de aderezo que usamos.

El alcohol no adelgaza

El ron y el resto de bebidas alcoholicas no sirven para adelgazarEs absurdo, pero hay personas que creen que el alcohol adelgaza. Dos son los motivos principales que llevan al error. El primero es que el fabricante de ron Bacardí lanzó una campaña de publicidad diciendo que sus rones no contenían carbohidratos. Es cierto, contienen alcoholes. Estos se convierten en grasa a la misma velocidad o incluso superior que algunos carbohidratos, y para colmo aportan 7kcal por gramo en lugar de las 4 kcal por gramo de los carbohidratos. En segundo lugar, muchas personas se pesan después de una noche bien regada con alcohol y comprueban que han perdido un kilo o incluso más, y piensan que están adelgazando. Lo cierto es que el alcohol deshidrata y esa deshidratación produce una reducción del peso corporal momentánea, pero mientras pasamos la resaca bebiendo líquidos el peso se recupera igual de rápido que se ha perdido, con un mayor porcentaje de grasa que cuando empezamos. Se mire por donde se mire, el alcohol engorda y además impide adelgazar. Si quieres adelgazar, beber alcohol es muy mala idea, incluso la famosa copita de Rioja al día que recomiendan algunos. No tiene sentido.

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Adelgazar sin Milagros

Cuerpos cetónicos para adelgazar y mejorar la salud

Cuerpos Cetónicos para adelgazarEsta mañana he leído un interesantísimo artículo sobre los cuerpos cetónicos y la cetosis en general que recomiendo a todo el mundo. En el primer párrafo se dice que el artículo es complejo y no está recomendado para profanos en la materia, pero creo merece la pena leerlo, incluso si algunos conceptos no nos son familiares. Hoy voy a hablar sobre algunas de las cosas que dice el artículo que son interesantes para adelgazar pero quiero recordar a todo el mundo, como ya expliqué en este artículo y como queda claramente explicado en el que he leído hoy, que la cetosis es un estado fisiológico y la cetoacidosis un estado patológico, y que ni son lo mismo ni se pueden considerar similares, por lo que no debemos confundirlos.

Cuando me preguntáis por como mantener una dieta cetogénica para adelgazar, siempre digo que es primordial no ingerir más de 40-50g de carbohidratos al día, y si es posible que sean incluso menos, entre 20 y 40 gramos, que además procedan de una fuente de calidad como las verduras de hoja verde. Si pretendes adelgazar en cetosis no puedes ingerir azúcares, almidones ni en general ningún carbohidrato que pueda convertirse rápidamente en glucosa, pues esto te sacaría del estado fisiológico de cetosis casi de inmediato. Sin embargo, admito que desconocía hasta que he leído el artículo hoy -quizás porque no es una práctica habitual mía- que un exceso de proteína, especialmente si no va acompañada de grasa y fibra, puede interrumpir también la cetosis. De ahí la importancia de controlar las cantidades de nutrientes que ingerimos en cada comida, que viene a ser, como dice el artículo que he mencionado, lo que nos diferencia principalmente de algunas dietas hiperproteicas como la dieta Dukan por ejemplo, en las que el control de cantidades suele brillar por su ausencia.

Al encontrarnos en cetosis se producen en el hígado unas moléculas altamente energéticas llamadas cuerpos cetónicos. Hasta hace muy poco se pensaba que estas moléculas servían únicamente para proporcionar energía a los órganos privados de glucosa, pero ahora se sabe que además aportan otra serie de beneficios, y sobre eso versa el artículo que recomendé al empezar, así que no voy a repetir lo que ya está escrito excepto en lo concerniente a la pérdida de peso, que es en lo que me quiero centrar, aunque insisto, recomiendo su lectura íntegra a todo el mundo.

Es importante recordar que ciertos órganos -como por ejemplo el cerebro- funcionan mejor cuando obtienen su energía de los cuerpos cetónicos. De ahí que se afirme que los cuerpos cetónicos no sólo igualan a la glucosa en cuanto a su poder energético, sino que incluso la superan, pues los órganos necesitan menos oxígeno para producir energía a partir de los cuerpos cetónicos y esto contribuye a la sensación de energía que sentimos cuando seguimos una alimentación basada en una dieta cetogénica diseñada para adelgazar. No solo eso, sino que además podremos adelgazar sin pasar hambre pues los cuerpos cetónicos contribuyen notablemente a que aparezca la sensación de saciedad y no se presente apetito de manera continuada, como por el contrario experimentan las personas que tratan de adelgazar siguiendo dietas hipocalóricas basadas en los carbohidratos.

Los cuerpos cetónicos también son responsables del aumento del metabolismo de las grasas y funcionan especialmente bien si se potencian con algunos micronutrientes a los que quiero prestar hoy un poco de atención cuando hablamos de adelgazar usando una dieta cetogénica. Por un lado, y siempre según leemos en el interesante artículo al que hice referencia, tanto la colina como la carnitina pueden jugar un importante papel en el metabolismo de los lípidos que tenemos almacenados. La colina (Vitamina B7), cuya carencia en la dieta parece bastante habitual, es responsable de proteger el hígado para evitar que se forme un hígado graso durante el continuado metabolismo de las grasas. De ahí que sea importante asegurar su aporte, ya sea mediante la dieta o mediante la suplementación.

Del mismo modo, la carnitina se ha probado eficaz en la oxidación de los ácidos grasos, especialmente cuando se complementa con colina. Si antes de leer este artículo ya me parecían interesantes las proteinas Casein Pro por su singular aporte de micronutrientes, ahora que entiendo aún mejor como el Bitartrato de Colina y la L-Carnitina -ambos presentes en este producto- contribuyen al metabolismo de las grasas, estas me parecen aún mejores.

Pero queda todavía una sorpresa referente a los cuerpos cetónicos usados para adelgazar, y esta viene de la mano del aceite de coco, según leemos nuevamente en dicho artículo. Resulta que el Aceite de Coco es especialmente interesante en las dietas cetogénicas porque contribuye a la producción de cuerpos cetónicos en el hígado -algo que ya sabíamos de sobra- pero lo que aprendemos ahora es que, además, contribuye notablemente a que la transición del metabolismo de la glucosa al metabolismo de las grasas sea más rápida y por lo tanto menos complicada. En general, al utilizar aceite de coco en la dieta lograremos entrar antes en cetosis -lo que es realmente deseable si queremos adelgazar perdiendo grasa- y nos será más sencillo mantenernos en este estado. En este contexto, si utilizamos un batido de proteínas, de Casein Pro o de cualquier otra marca que nos guste y proporcione similar concentración de proteina, parece que es especialmente interesante añadirle aceite de coco como aporte de grasa, pues sus ácidos grasos de cadena media contribuirán de manera notable a ayudarnos a adelgazar facilitando el metabolismo de la grasa.

Un último apunte para concluir sobre una pregunta que recibo insistentemente acerca de las tiras para detectar los cuerpos cetónicos en la orina, que son de utilidad cuando se adelgazar con una dieta cetogénica. En el cambio del metabolismo de la glucosa al metabolismo de las grasas, el organismo produce una gran cantidad de cuerpos cetónicos, más de los que necesita, y ese exceso de cuerpos cetónicos se elimina por la orina, por el sudor y por el aliento principalmente. Con las tiras podemos detectar si estamos produciendo cuerpos cetónicos pues su exceso será notable al principio. Sin embargo, conforme pasan los días, el organismo se acostumbra a producir únicamente la cantidad de cuerpos cetónicos que necesita y por lo tanto no tendremos un exceso de cuerpos cetónicos en la sangre que haya que expulsar por la orina. Esto no quiere decir que ya no estemos en cetosis, sino que no se produce un exceso de cuerpos cetónicos, lo cual es lógicamente buenas noticias. Por lo tanto, es más que normal y habitual que las tiras para detectar los cuerpos cetónicos en la orina no se tiñan de ningún color después de llevar en cetosis dos o tres semanas y no debéis preocuparos por esta circunstancia porque aunque estéis adelgazando con normalidad, antes o después dejaréis de manchar las tiras, que sólo son útiles cuando empezáis a perder peso.

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