Las ventas del libro se han disparado en lo que llevamos de enero. Gracias a todos por otorgarme esa confianza. Obviamente el boca a boca está funcionando y los resultados del libro acompañan a los resultados de las personas que han querido adelgazar siguiendo mis consejos. Hoy quiero aprovechar para hablar precisamente de cómo usar el libro para adelgazar como parte de las resoluciones que tomamos para el nuevo año. No es de extrañar que sea precisamente en enero cuando más se esté vendiendo el libro. Adelgazar y mejorar la salud suelen ser dos de las resoluciones más habituales que se toman al empezar un nuevo año.
Afortunadamente, ambas cosas son muy sencillas de lograr en esta época. Para empezar, venimos de un período de excesos en los que hemos comido y bebido más de la cuenta. Además, muchas de las comidas y bebidas que hemos tomado son especialmente perjudiciales para nuestra salud y además nos hacen engordar bastante. La parte positiva es que no todo el peso que hemos cogido es grasa. Durante las fiestas, hemos acumulado bastante líquido que será muy fácil eliminar siguiendo las pautas que escribo en el libro Adelgazar sin Milagros.
Ayer mismo me escribía un lector para contarme su evolución y pedirme consejo. Estaba preocupado porque veía «un cambio de tendencia». Tras pasar de 108kg a 103Kg en solo una semana, perdiendo casi un kilo diario, había empezado a perder «sólo» medio kilo diario (una libra al día para los lectores de Estados Unidos) y ahora estaba «estancado» perdiendo 300 gramos al día. El método que explico hace que resulte tan fácil adelgazar que incluso resultados sorprendentes como perder 300 gramos de grasa al día llegan a parecer insuficientes. Pero lo cierto es que no lo son. El cuerpo humano no puede perder, en circunstancias normales, más de 200 o 300 gramos de grasa al día, del mismo modo que no puede ganar más de esa cantidad diaria.
Cuando empezamos a adelgazar nos resulta muy rápido, como explico en el libro, perder los primeros 5 o 6 kilos. Esto es algo que además expliqué hace poco en el artículo Y ahora a deshincharnos que escribí acabando las fiestas navideñas. Tenemos una buena cantidad de líquido retenida por los excesos que soltaremos al comenzar nuestro nuevo plan nutricional para adelgazar. Yo mismo, entre el lunes y hoy miércoles, en sólo dos días, he adelgazado casi 3 kilos que había ganado en Navidad. Dicho esto, debo admitir que mi porcentaje de grasa y músculo apenas ha variado, porque la mayoría de lo que he perdido (que es lo mismo que había ganado) es exceso de líquido retenido a consecuencia de ingerir una proporción mayor de carbohidratos y sal.
Como iba diciendo, proponerse adelgazar al comienzo de un nuevo año es, aunque suene tópico, una muy buena idea. Físicamente nos será fácil perder muchos kilos en poco tiempo pero además, psicológicamente, es una época muy propicia para hacerlo. Por un lado, estamos saturados de tanta comida y bebida, y nos resulta más sencillo cambiar la forma en que comemos y adoptar una dieta más sana tendente a hacernos adelgazar. Por otro lado, tenemos la fuerza de voluntad que suele acompañar a las resoluciones de año nuevo y, como explico en el libro, esta fuerza de voluntad nos va a hacer falta sólo al principio, durante los dos primeros días. Una vez que veamos resultados del primer y segundo día, el resto es pan comido. ¿Acaso alguien que comienza perdiendo uno o dos kilos en los dos primeros días va a dejar de hacer lo que está haciendo por adelgazar? No, claro que no; cuando los resultados acompañan todo se hace mucho más llevadero y llega sólo, y en este sentido, adelgazar a principio de año es realmente fácil, así que si ha comprado el libro, dele una oportunidad y ponga en práctica lo que ha aprendido.
Para concluir hoy, quiero citar una de las primeras frases del libro y explicar porqué la puse ahí. Justo al principio del libro digo «Quiero dejarle las cosas claras desde el principio, y lo primero que debo decirle es que este libro no es mágico, ni va a enseñarle ningún método secreto para que pueda comer y beber lo que le dé la gana sin engordar un solo gramo. De hecho, por el simple hecho de leerse este libro no va a conseguir perder nada de peso.» Pues bien, escribí esto para dejar claro al lector que el libro sólo es útil si se utiliza, y utilizarlo no significa leerlo, del mismo modo que pagar la cuota de un gimnasio no sirve de nada si no se utiliza a diario.
Cuando escribí el libro centré todo mi esfuerzo en explicar, de la forma más sencilla posible, las pautas que uno debe seguir para adelgazar de manera sana, rápida y permanente, pero estas pautas sólo sirven si se ponen en práctica. Ahora es un momento magnífico para empezar. Doy fe de que las personas que han empezado están logrando resultados increíbles, algunos incluso superiores a los míos como este lector del que les acabo de hablar. Pierda dos días de su vida en hacerme caso, en seguir a rajatabla lo que explico en el libro. Si, en tan sólo dos días, no alcanza resultados espectaculares, estará a tiempo de dejarlo y si acaso sólo habrá perdido dos días. Se lo digo con absoluta confianza: Si ya ha hecho el gasto del libro, lo único que le separa de ponerse a adelgazar a toda velocidad y recuperar su salud es probar un par de días. Lo demás -ya lo verá- viene solo.